Entrevista

“La dieta mediterránea aumenta las bacterias beneficiosas”

Entrevista a Ana Zugasti, miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición

Ana Zugasti
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Entrevista a la doctora Ana Zugasti, vocal de comunicación y miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN):

-Los beneficios de la dieta mediterránea están probados, pero… ¿es verdad que también tiene efectos positivos sobre la microbiota?

Incrementar la adherencia a la Dieta Mediterránea unido a un programa intensivo de pérdida de peso, produce cambios beneficiosos en la microbiota intestinal al año. Así lo ha demostrado un estudio reciente de los investigadores del CIBEROBN en la Universidad Rovira i Virgili (URV) y en el Hospital Virgen de la Victoria (Universidad de Málaga), cuyos resultados han sido publicados en la revista científica American Journal Clinical Nutrition. Esta investigación se realizó en el marco del estudio Predimed-Plus donde un grupo de participantes siguió una Dieta Mediterránea con restricción energética, actividad física y cambios en la conducta, y otro grupo de participantes siguió una Dieta Mediterránea sin restricción calórica, sin ninguna pauta de pérdida de peso.

Los resultados del estudio fueron que los participantes que siguieron las recomendaciones de Dieta Mediterránea y actividad física perdieron más peso (4,2 kg) que los participantes que siguieron la Dieta Mediterránea sin restricciones, que perdieron 0,2 kg.

Estos cambios se acompañaron de una reducción de géneros microbianos “malos” como Haemophillus, Ruminiclostridium 5, Butyricicoccus y un aumento de géneros “buenos” como Ruminococcacea NK4A214, Coprobacter. Algunos de los cambios en los géneros microbianos intestinales también se asociaron positivamente con la reducción del peso, el perímetro de la cintura y el IMC.

-¿Podemos recordar qué es la microbiota y cuál es su importancia?

La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan la piel, el aparato digestivo, incluida la boca, y el aparato genital. Estas bacterias colonizan nuestro organismo desde el vientre materno, pero fundamentalmente desde el momento del nacimiento, especialmente si éste por vía vaginal.

La microbiota se va desarrollando a medida que avanza la vida, de forma que su composición es diferente en la infancia y adolescencia que en la vida adulta.

La relación de la microbiota y el organismo es simbiótica: mientras que las bacterias realizan una función protectora frente a enfermedades y agentes patógenos y de ayuda en la metabolización de los alimentos ingeridos, el organismo les ofrece un lugar donde vivir. La microbiota está compuesta de 100 billones de bacterias solo en el aparato digestivo. De hecho, la microbiota ya es considerada por la ciencia como un órgano más del cuerpo, aunque en este caso adquirido. Las funciones de la microbiota son las siguientes:

  • Protección de bacterias patógenas que pueden provocar enfermedades: la microbiota es una barrera que protege al organismo, entre otras cosas, de: microorganismos patógenos, sustancias carcinógenas, metales tóxicos, químicos nocivos presentes en el ambiente y partículas de polvo y suciedad.
  • Mantenimiento de sistema inmune: hay estudios que sugieren que hasta el 70% del sistema inmunológico depende de la microbiota. Favorece que el sistema de defensa funcione adecuadamente.
  • Regulación del metabolismo y balance energético.
  • Digestión de alimentos: la microbiota permite digerir algunos componentes de los alimentos que el organismo no puede digerir y metabolizar por sí mismo. Por ejemplo, alimentos que generan ácidos grasos de cadena corta, que son potentes antioxidantes y ayudan a equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos.
  • Producción de vitaminas: algunas fundamentales para el mantenimiento de la salud, como son la vitamina K.
  • Regular la secreción de neurotransmisores intestinales, insulina y péptidos fundamentales para procesos vitales.

-¿Y como consigue la dieta mediterránea ese efecto sobre la microbiota?

Cuando una persona modifica su alimentación, haciéndola más saludable y mediterránea, bacterias que en exceso resultan perjudiciales se van a reducir en número, como las Butyricicoccus, Haemophilus, Ruminiclostridium 5, Eubacterium hallii y Coprococcus 3. La reducción deseable de estas bacterias se vincula con las dietas bajas en calorías y bajas en alimentos de origen animal. En cambio, la dieta mediterránea incrementa la bacterias intestinales beneficiosas de las especies Ruminococcacea NK4A214, Lachnospiraceae NK4A136, Alistipes y Coprobacter. Estudios anteriores habían informado que también aumentan las poblaciones de las bacterias positivas Dorea y Roseburia.

-¿Podríamos decir que según todos los estudios la dieta mediterránea es la más saludable de todas las existentes?

La dieta mediterránea es una valiosa herencia cultural que representa mucho más que una simple pauta nutricional, rica y saludable. Es un estilo de vida equilibrado que recoge recetas, formas de cocinar, celebraciones, costumbres, productos típicos y actividades humanas diversas. Entre las muchas propiedades beneficiosas para la salud de este patrón alimentario se puede destacar el tipo de grasa que lo caracteriza (aceite de oliva, pescado y frutos secos), las proporciones en los nutrientes principales que guardan sus recetas (cereales y vegetales como base de los platos y carnes o similares como “guarnición”) y la riqueza en micronutrientes que contiene, fruto de la utilización de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos. Así lo reconoció y celebró la UNESCO inscribiendo la Dieta Mediterránea como uno de los elementos de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La alimentación saludable que nos proporciona la Dieta Mediterránea es perfectamente compatible con el placer de degustar sabrosos platos.

-¿Es adecuada para cualquier edad?

Es adecuada para cualquier persona de cualquier edad. La pirámide de la Dieta Mediterránea sigue sitúa en la base los alimentos que deben sustentar la dieta, y relega a los estratos superiores, gráficamente más estrechos, aquellos que se deben consumir con moderación. Pero además se añaden indicaciones de orden cultural y social íntimamente ligados al estilo de vida mediterráneo, desde un concepto de la dieta entendida en un sentido amplio. No se trata tan sólo de dar prioridad a un determinado tipo de alimentos, sino a la manera de seleccionarlos, de cocinarlos y de consumirlos. También refleja la composición y número de raciones de las comidas principales.

-¿Y realmente es capaz de prevenir enfermedades?

Disponemos de resultados de estudios científicos que aportan suficiente evidencia científica para asegurar que una dieta como la dieta mediterránea previene las enfermedades cardiovasculares, primera causa de morbilidad y mortalidad en el siglo xxi.