Ríos
España, a la cabeza de Europa en contaminación farmacológica
Una cuarta parte de los ríos del mundo está contaminado por residuos de medicamentos. Las muestras de agua tomadas en nuestro país revelan una elevada presencia de antiepilépticos y antidepresivos, entre otros
Una cuarta parte de los ríos del mundo contiene unas concentraciones de productos farmacéuticos que exceden los niveles considerados seguros. Esta es una de las conclusiones principales de una investigación publicada ayer en la revista científica «Proceedings of the National Academy of Sciences» («PNAS») en la que se han analizado las muestras tomadas en 258 ríos de todo el mundo, incluido el Támesis, el Amazonas o el Mekong, para medir la presencia de 61 principios activos.
La contaminación farmacéutica se detectó en el agua de todos los continentes tanto en aldeas como en grandes ciudades, lo que demuestra que la gestión de este tipo de residuos no se está haciendo debidamente.
Los sitios con mayor concentración de estos productos químicos se encontraban en países de ingresos bajos a medianos en áreas asociadas a una infraestructura deficiente de gestión y tratamiento de aguas residuales y desechos.
Así, los enclaves con los niveles de principios activos farmacéuticos más altos se observaron en países africanos, asiáticos y en Latinoamérica. En concreto, los niveles medios más altos se registraron en Lahore (Pakistán), La Paz (Bolivia) y Addis Abeba (Etiopía).
En Europa, las muestras de agua con mayor presencia de productos farmacéuticos se tomaron en Madrid, única comunidad española que participó en el estudio (en Francia, por ejemplo, fue París). En concreto, según los datos de la investigación, España tiene la mayor presencia de anticonvulsivos o antiepilépticos del continente: 8.160 nanogramos por litro (ng/l). Le sigue, aunque de lejos, Bélgica, con 3.550. Es decir, España tiene más del doble de presencia de este tipo de fármaco que los belgas.
A su vez, somos el segundo país europeo con mayor concentración de antidepresivos en el agua (1.570 ng/l frente a los 1.760 de Alemania). Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que España encabeza el consumo mundial de tranquilizantes. Mismo lugar ocupa España en el ranking europeo en cuanto a la presencia de los antihiperglucémicos, los betabloqueantes y los estimulantes no farmacéuticos.
En cuanto a la concentración de analgésicos en el agua, en Madrid se tiene el tercer nivel más alto, tras Luxemburgo y Glasgow. Respecto a los antibióticos, España también ocupa la tercera posición tras Alemania y Austria, así como también en el apartado de otros medicamentos farmacéuticos.
Es decir, España tiene una concentración elevada de principios activos farmacéuticos en el agua en comparación con los países vecinos. De hecho, en el único producto farmacéutico en el que España no destaca son los antihistamínicos: somos, con 299 ng/l, los décimos con mayor presencia en el agua de este tipo de fármaco que ayuda a frenar y a reducir los efectos de la alergia, muy lejos de los belgas que ocupan la primera posición con una concentración de este tipo de medicamento que asciende a 2.410 ng/l.
Las actividades asociadas con los niveles más altos de contaminación farmacéutica incluyeron el vertido de residuos a lo largo de las riberas de los ríos, una infraestructura inadecuada de gestión y tratamiento de aguas residuales y la fabricación de fármacos, así como el vertido del contenido de las fosas sépticas residuales en los ríos.
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