Salud

La dolorosa y costosa razón por la que no se debe masticar el hielo

Esta mala costumbre, que puede síntoma de algún problema de salud, puede provocar daños irreparables en la dentadura

Pasar cubitos de hielo por el cuello y las muñecas también sirve para refrescarse rápidamente
Pasar cubitos de hielo por el cuello y las muñecas también sirve para refrescarse rápidamenteLa Razón

Tener una boca y una dentadura bonita requiere tenacidad, dedicación, cuidados... y dinero. Con el paso de los años, los dientes se van deteriorando y las visitas al dentista se hacen inevitables. En el caso de que no se tenga unahigiene bucal adecuada,pueden aparecer numerosos problemas que en la mayoría de las ocasiones pueden ser solucionados.

Por eso es importante, además de lavarse los dientes después de cada comida, evitar una serie de hábitos muy perjudiciales para la dentadura: fumar, además de que puede provocar cáncer, oscurece el esmalte y mancha los dientes; mordisquearlo todo también es dañino porque puede desgastar y hasta fracturar las piezas dentales; comerse las uñas favorece la aparición de caries provocadas por las bacterias existentes en las uñas y además puede provocar bruxismo.

Utilizar los dientes como herramientas tampoco es una buena idea, así como abusar de bebidas como el café o té, que hace que la dentadura sea más vulnerable a las manchas. El deporte de contacto sin llevar protector, los piercings linguales o los cepillos de cerdas duras puede hacer que acabemos en el dentista antes de la revisión periódica. También hay que intentar no picar entre horas para evitar que los alimentos pasen mucho tiempo entre los dientes hasta que los lavemos tras alguna de las grandes comidas.

Es mejor dejar que los cubitos se deshagan en la boca que masticarlos, aunque al estar congelados también pueden provocar sensibilidad en los dientes
Es mejor dejar que los cubitos se deshagan en la boca que masticarlos, aunque al estar congelados también pueden provocar sensibilidad en los dienteslarazon

Uno de los hábitos que, sobre todo tienen los niños, y que puede ser más perjudicial y doloroso es masticar hielo. Con la llegada el buen tiempo, la utilización de hielo en las bebidas se convierte en algo habitual y a mucha gente les gusta metérselos en la boca para refrescarse. Hasta ahí, todo bien.

El problema es que no sólo nos conformamos con tener el hielo en la boca sino que lo mordemos para deshacerlo y tener una mayor sensación de frescor. Esta práctica puede tener consecuencias que no son graves pero sí dolorosas y costosas. Al masticar el hielo se pueden dañar los dientes, abrir grietas en el esmalte, provocar sensibilidad e incluso partir las piezas dentales.

Par concienciar a la gente, el usuario de TikTok @the.teeth.docha publicado una serie de vídeos de personas que han acudido a la consulta del dentista después de haber masticado hielo y se puede ver cómo en varios de los casos el diente se ha partido por la mitad. Y parece que ha causado sensación porque han recibido más de 20 millones de visitas, a pesar de ser un poco (o muy) desagradables.

¿Hay alguna manera de dejar de comer hielo?

En el caso de que se trate sólo de un mal hábito, es más sencillo. Basta con un poco de fuerza de voluntad. Pero hay ocasiones que el tener ganas de masticar hielo puede ser indicativo de que la persona tiene algún tipo de problema de salud.

Tras ver la imagen de los dientes de este paciente seguro que te habrá impactado y no volverás a masticar cubitos de hielo, pero si eres una persona que no puede evitar hacerlo que sepas que no estás sólo. De hecho, son muchas las personas que tienen esta costumbre cuya motivación, según la ciencia parece esconder el alivio de varios síntomas.

De hecho, el deseo intenso de comer y masticar hielo y otras sustancias sin valor nutricional como arcilla, tierra o papel se conoce como síndrome de pica. Otra hipótesis para explicar la pica sería la falta del neurotransmisor serotonina o de su precursor, el triptofano.

El tener ganas de masticar las piezas de hielo se denomina pagofagia y puede ser una consecuencia de tener déficit de zinc o de hierro (con o sin anemia), por lo que muchas veces se asocia al embarazo. También puede ser un indicativo de que la persona tiene problemas emocionales como el estrés, un trastorno obsesivo-compulsivo o un trastorno del desarrollo.

La obsesión por masticar hielo está considerado como un trastorno de alimentación derivado de enfermedades mentales y desequilibrios neurológicos como el estrés o la depresión, ya que no aporta nutrientes al cuerpo necesarios para su funcionamiento.