Juan Carlos Gil: «Tenemos muchas esperanzas en conseguir la vacuna del VIH»

Han pasado de ser un laboratorio desconocido al «estrellato» en apenas un año. ¿Qué ha supuesto este cambio tan radical?

Moderna ha pasado de ser una empresa de investigación, implantación y desarrollo local a una global con una marca bien conocida y reconocida y una estructura de comercialización y, entre medias, ha pasado ni mas ni menos que una pandemia.

Su relación con España es buena y van a construir un laboratorio de pruebas en Madrid, que estará operativo el año que viene. ¿Qué trabajos desarrollarán allí?

Es un laboratorio de «testing». Las vacunas, del 80% del tiempo de manufactura, prácticamente se dedica a calidad antes de hacer test de calidad para chequear que llega en las condiciones óptimas e idóneas a las personas. Y este laboratorio va a ser básicamente para chequear esa calidad. No deja de ser también un laboratorio en el que se van a desarrollar y mejorar los métodos, también tiene algo de investigación y desarrollo. Producimos muchas vacunas en España y vamos a testarlas también en España. Se produce la completa integración vertical de todo el proceso.

También el vínculo con el laboratorio español Rovi se ha reafirmado...

Con Rovi, lo que hemos hecho es reforzar nuestra colaboración y hemos firmado un contrato a largo plazo, a 10 años. Rovi no deja de ser una de las mayores empresas a nivel mundial en la capacidad de producir vacunas y estamos muy contentos en esta relación, es realmente muy positiva y queremos mantenerla y sostenerla en el tiempo.

¿Cuáles son sus cifras de en España?

Son muy variables, como todo Moderna. Hemos pasado de ser una empresa de unos cuántos cientos de empleados a una de unos cuántos miles en un año. A lo mejor somos ahora, 3.500 o 4.000 en todo el mundo, estamos creciendo y en España no deja de ser así también, porque este reforzamiento de la colaboración con Rovi va a traer también nuevos puestos de trabajo en la implantación del laboratorio, el «footprint» comercial también trae nuevos puestos. Es posible que, a pleno rendimiento, con el laboratorio de «testing» hablemos de 150-200 personas. En cuanto a la inversión en España, Moderna tiene el objetivo este año de 500 millones de euros aproximadamente.

Están investigando con la tecnología de ARNm en muchas patologías que carecen de vacuna a día de hoy. ¿Cuál será, la próxima de Moderna?

La próxima vacuna en aprobarse, crucemos los dedos, es la nueva bivariante para seguir luchando contra la pandemia de forma efectiva. Va a tener la variante original, la de Wuhan, y también una específica para la de Ómicron que es la predominante ahora en España. Hemos tenido datos preliminares muy positivos publicados hace dos semanas y esperamos tener aprobación finales del verano. Lo perfecto sería que estuviera disponible para la población para la campaña de otoño.

¿Y cuál, a lo mejor no tan cercana, cree que va a ser más impactante?

A medio y largo plazo estamos investigando en muchas áreas distinta. La que a mí me provoca más más ilusión es la vacuna de gripe y covid, que va a ser la primera de las combinadas que vamos a sacar, y que nos va a permitir avanzar en el objetivo que nos hemos impuesto como compañía de una vacuna panrespiratoria a medio y largo plazo que cubra no solo la gripe o la covid, sino otras patologías respiratorias como catarros comunes y otras.

¿Más que la del VIH ?

La del VIH ya está en ensayo clínico. Llegamos a un acuerdo con la OMS de trabajar en las 15 enfermedades que producen más riesgo para la población y nuestro compromiso era tenerlas todas en ensayo clínico al menos en 2025. Ahí se incluye el VIH, y la verdad es que somos optimistas en tener algo, es un virus muy complicado, lleva 20 años buscándose una vacuna y está resistiéndose pero tenemos muchas esperanzas de que podamos hacerlo.