Entrevista
«Calculo que puede haber miles de afectados por el Depakine en España»
El doctor Juan Antonio Ortega, director de la Unidad de Salud Medioambiental de Pediatría del Virgen de la Arrixaca reclama que el fallo contra el fabricante «impulse la seguridad química en el embarazo», ya que «los pacientes no están así por no haber ido al médico precisamente»
El director de la Unidad de Salud Medioambiental de Pediatría del Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia ha logrado, entre otros, sentar en el banquillo a Sanofi por los efectos del Depakine en el embarazo. Eso no lo pueden decir muchas personas, y menos, a falta de sentencia definitiva, lograr un fallo en contra de una farmacéutica.
¿Cuándo empezó su unidad a investigar la relación entre el fármaco y los trastornos?
Vimos al primer paciente en 2013. Nació con una malformación. Los afectados por el valproato tienen derecho a una cuidadosa historia clínica ambiental que lo que hace es buscar factores de riesgo asociados a la enfermedad que presenta. Por ejemplo, si hallas uno asociado a un fármaco, hay que sospechar. En el futuro habrá que incorporar esta historia clínica ambiental a los sistemas de salud porque hoy solo se hace en la unidad de Murcia y en una que se está creando en Olot. Hay que hacer un juicio crítico sobre las causas. Cuando uno llega a exposiciones intrauterinas si dice causa desconocida o multifactorial está dando carpetazo a las familias y al conocimiento. Se necesita formar y capacitar profesionales de la salud con el fin de eliminar los riesgos medioambientales y químicos. Los pacientes de Depakine no están así por no haber ido a médicos precisamente. Hay que mejorar la seguridad química del embarazo.
¿Cuántos afectados podría haber en España?
Calculo que serán miles.
¿Cuántas familias han pasado por su consulta con dudas y cuántos tenían razón en dudar?
Unas 30-35 y el valproato ha podido ser relevante en más de 20; es decir, en más de dos tercios.
Tras el fallo, ¿más familias piden ser atendidos en su unidad?
Sí y esa preocupación será creciente. Muchas de estas mujeres, a diferencia de la talidomida, están aquí (vivas). ¿Por qué le pasa esto a su hijo? Es lo primero que les pregunto y dejo que hablen. Los médicos debemos preguntar más. Es muy importante escucharles. Llevan años atormentándose con la idea de si fue por algo que tomaron.
¿Acuden de todo el país?
Sí. Y eso se debe a la falta de unidades de Salud Medioambiental. En la Estrategia de Salud y Medio ambiente ya solicitamos a Teresa Ribera la creación de estas unidades frente al valproato, los químicos, la contaminación... Las necesitamos. En Europa habla de empleos verdes, y en el sistema de salud yo digo que hay que incorporar nuevos perfiles profesionales que den respuesta a estos problemas.
Se lo comento porque me dicen desde la Asociación de Víctimas de Síndrome del Ácido Valproico que algunos neurólogos siguen diciendo que esto del Depakine y el autismo es una tontería...
Por falta de evidencias no es, desde la década de los 80 hay estudios científicos que alertan de ello. La soberbia es muy atrevida. Hay que ser un poco más humilde. Uno puede no saber y derivar por si le ayudan al paciente. En el futuro habrá una unidad de este tipo en cada autonomía para Depakine, seguridad química, cáncer, malformaciones, problemas reproductivos...
¿Cómo calificaría el papel de Sanofi durante estos años?
Pues teniendo tantas evidencias... pero pondría el foco en el sistema de farmacovigilancia nacional. Es francamente mejorable. Esta sentencia debe dar un impulso a la farmacovigilancia y la seguridad química específica durante el embarazo porque está el futuro del país. Y con ello me refiero a la agencia del medicamento. Más que el alarmismo social de las familias, me preocupa el tranquilismo institucional que espero y confío que acabe creando unidades en todas las autonomías.
¿Qué tienen que hacer los padres para lograr que su hijo sea diagnosticado?
Estoy encantado de recibirles. Tienen derecho a saber la causa.
Pero para ser transferidos a Murcia dependen de la voluntad de su médico. ¿Qué pueden hacer?
Tienen que hacer valer sus derechos y reclamar en atención al paciente hasta que lo logren.
Por cierto, ¿qué enfermedades se pueden prevenir?
Muchas. Las enfermedades crónicas tienen relación con la salud de los ecosistemas. Hay que ir a la causa antes de que la persona se ponga enferma con un objetivo: eliminar riesgos inductores. Está demostrado que ponerse menos química, dejar de fumar, incluso en personas que han pasado un cáncer, mejora sus indicadores de salud e incluso la supervivencia.
Con la covid se habló del papel de la Naturaleza en la salud, pero...
La covid es una poderosa llamada de atención de la Naturaleza, pero sin duda necesitaremos un SARCoV-3. Ya hay cambios, pero la inercia es la inercia. Aún hoy, los gestores sanitarios de las autonomías dicen que hay que humanizar los sistemas de salud, cuando lo que hay que hacer es naturalizar los Sistemas de Salud. El desafío al que se va a enfrentar el sistema de salud es ese. Hemos comprobado que el 15% de los cánceres infantiles son atribuibles a factores ambientales, así como el 35% de las enfermedades neurodegenerativas y hasta un 40% de asma. Y son datos conservadores. Por eso, por cada euro que se destine a la Medicina Ambiental el retorno será enorme.
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