Congreso Nacional

Nuevos modelos de dispensación farmacéutica para mejorar la asistencia y hacer más sostenible el sistema sanitario

La dispensación colaborativa de medicamentos hospitalarios en farmacias comunitarias impuesto en la pandemia en algunas comunidades es un ejemplo del gran potencial de las boticas

Farmacéuticos comunitarios, hospitalarios, gestores y pacientes durante el debate sobre los nuevos modelos de continuidad entre niveles asistenciales
Farmacéuticos comunitarios, hospitalarios, gestores y pacientes durante el debate sobre los nuevos modelos de continuidad entre niveles asistencialesMAURICIO SKRYCKYArchivo

En el marco del XXII Congreso Nacional Farmacéutico que se celebra esta semana en Sevilla, los profesionales de la botica han puesto sobre la mesa algunos de los desafíos que tienen ante sí a corto y medio plazo. Bajo el lema de “Somos Farmacéuticos: Asistenciales, Sociales y Digitales”, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof) hace hincapié en la nueva estrategia de la profesión farmacéutica “que definimos en septiembre de 2019 y que fue reveladora del papel que hemos desempeñado durante esta crisis sanitaria”, tal y como argumentó Jesús Aguilar, presidente del Cgcof, durante la inauguración de esta cita, que coincide además con la celebración del 80 Congreso Mundial de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas, convirtiendo a Sevilla en la capital farmacéutica del mundo.

La pandemia de la Covid-19 trastocó todo el escenario sanitario y la farmacia también sufrió las consecuencias de ese tsunami. Sin embargo, a pesar de las dificultades vividas, las lecciones aprendidas pueden resultar muy positivas para el futuro de la profesión, siempre marcado por la vocación de servicio al paciente y con la intención de que se aprovechen al máximo todas sus capacidades. En este contexto cobra especial relevancia la mesa redonda titulada “Nuevos modelos de continuidad entre niveles asistenciales”, celebrada el martes día 20 con la intervención de farmacéuticos comunitarios, hospitalarios, gestores y pacientes bajo la moderación de Ana Herranz, vocal nacional de Farmacéuticos de Hospital del Consejo General de Farmacéuticos.

“El paciente ha cambiado y ahora estamos ante un perfil de paciente complejo, crónico, mayor y con comorbilidades. Pero ellos no entienden de nuestras diferencias entre niveles asistenciales, ni de transiciones, por lo que debemos adaptarnos a sus necesidades de una manera constructiva, aprovechando las nuevas tecnologías cuando es necesario”, argumentó María Sanjurjo, jefa de servicio de Farmacia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, quien destacó que “todos los profesionales farmacéuticos hacen falta: desde los comunitarios, hasta los hospitalarios o de atención primaria; y cada uno tiene su papel. Lo importante ahora, como se ha demostrado en la pandemia, es que debemos consolidar ese trabajo conjunto y remar en la misma dirección”.

Por su parte, el director general de Farmacia de la Comunidad Foral de Navarra, Antonio López, aprovechó su intervención para explicar la manera de potenciar la coordinación entre niveles asistenciales: “Hay que mejorar los sistemas de información y que sean interoperables entre ellos, para que puedan ser efectivos, pero además hace falta más decisión política y también creo que una mayor voluntad de los farmacéuticos para no quedarnos atrás en todos estos cambios”. En el primer punto destacó la necesidad de conocer toda la medicación del paciente; en segundo lugar, abordó la oportunidad de aprovechar el potencial de la profesión farmacéutica y, por último, insistió en la implicación de todos los farmacéuticos en esta coordinación entre ellos y con el resto de los profesionales sanitarios con el fin de aprovechar el gran potencial que supone la red de farmacias.

En esta misma línea, Ernesto Cervilla, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz, destacó “la necesidad de disponer de más información y de que esta sea común; una información que debe ser rápida, veraz y bidireccional”. Buena prueba de que todo esto se puede llevar a la práctica es la experiencia de dispensación colaborativa de medicamentos hospitalarios en farmacias comunitarias, un servicio impulsado en la pandemia y que se ha consolidado en comunidades como Andalucía, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra. Tal y como relató Cervilla, “en la actualidad este servicio está permitiendo a miles de pacientes de estas autonomías retirar medicamentos hospitalarios de su farmacia más cercana, gracias al trabajo y la coordinación de los farmacéuticos que desarrollan su labor asistencial en 69 servicios de farmacia hospitalaria, 6.059 farmacias comunitarias y 19 almacenes de distribución farmacéutica. Todo ello facilita mucho la vida del paciente, pero también corrobora la vocación de servicio de la profesión farmacéutica”.

Y precisamente esos beneficios para el paciente son los que defendió Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Pacientes, quien aludió a “la importancia de disponer de una información común en todos los niveles para favorecer la continuidad asistencial, ya que es imposible conciliar si no existe una información única”. Y para que todo el engranaje asistencial funcione, Escobar insistió en la necesidad de contar con los pacientes en la toma de decisiones y en la creación de nuevas regulaciones, ya que eso permitirá anticiparse a las nuevas demandas y mejorar la concienciación sanitaria de la sociedad”.