Astenia en primavera y cansancio: qué es, síntomas y qué comer para reducirla

¿Sientes cansancio físico e intelectual? En esta época del año, es natural. Experimentar síntomas como falta de energía y tristeza o hastío durante la primavera puede ser desconcertante, pero es una realidad que afecta a muchas personas. Se llama astenia primaveral. No estás solo o sola, lo cierto es que al llegar la primavera más de la mitad de la población presenta alguno de los signos que se asocian con la astenia, según informa Sanitas en su biblioteca de salud. Pero ¿cuál es la causa de la astenia? ¿Por qué sucede?

Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos, explica que esta sensación de cansancio persistente, mal humor y dificultad para concentrarse está vinculada a la necesidad de adaptación de nuestro cuerpo ante un cambio de estación. Al llegar la primavera, varía la temperatura y la presión atmosférica. También aumentan las horas de luz diurna y la humedad ambiental. Además, se cambia la hora.

Todo ello impacta en nuestra rutina diaria, nuestras horas de sueño y comidas. Al final, modifica nuestro ritmo circadiano y esto tiene su efecto en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina, que son esenciales para regular el estado de ánimo y la concentración.

Síntomas de la astenia de primavera

Los síntomas de la astenia primaveral pueden incluir cansancio y somnolencia durante el día; hastío, falta de energía y empuje para realizar las tareas cotidianas; dificultad para dormir o alteraciones del sueño; irritabilidad y mal humor; ansiedad; falta de hambre; cefaleas o dolor de cabeza; reducción de la libido; problemas para concentrarse y falta de motivación.

Cómo tratar o qué comer en una astenia primaveral

Las voces expertas aún no se han puesto de acuerdo en si la denominada astenia primaveral debe ser considerada o no como un cuadro patológico que necesite un tratamiento. Sea cual sea la respuesta –la tendencia es a considerarla un trastorno adaptativo–, hay algunas soluciones para paliar sus efectos. Parece crucial adoptar hábitos de vida saludables, especialmente en la alimentación.

«Cabría recomendar una adecuada hidratación, mantener un consumo adecuado de frutas y verduras, a ser posible de temporada, y quizás recurrir a preparaciones culinarias más ligeras, asumiendo el incremento de la temperatura», recomienda la doctora Samara Palma, especialista en Endocrinología y Nutrición y coordinadora de la Unidad de Nutrición Clínica del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Paz de Madrid.

Según Jaume Giménez, nutricionista y Director de Nutritional Coaching, consumir ciertos nutrientes y vitaminas puede ayudar a combatir la astenia primaveral:

• Vitaminas del complejo B: se encuentran en alimentos como carne magra, pescado, lácteos y vegetales de hoja verde. Influyen en la producción de energía y el funcionamiento del sistema nervioso.
• Vitamina C: con propiedades antioxidantes, están presentes en frutas cítricas, kiwi, fresas y pimientos, ayudando a reducir la fatiga.
• Hierro: crucial para el transporte de oxígeno y disponible en carnes magras, aves, pescado y verduras de hoja verde.
• Magnesio: contribuye a la función muscular y nerviosa, presente en frutos secos, semillas y vegetales de hoja verde.
• Ácidos grasos omega-3: mejoran el funcionamiento cerebral y se encuentran en pescados grasos, semillas y nueces.

En primavera, verduras como el brócoli, la calabaza y las frutas como las fresas y el melón están en su mejor momento. Estos alimentos ofrecen beneficios nutricionales que ayudan a combatir la fatiga. Otras verduras recomendables son los guisantes, las habas, las judías verdes, las alcachofas, el puerro, los espárragos, el apio, el rábano o los cogollos.

Del lado de las frutas para combatir la astenia, se recomienda ampliar el consumo de nísperos, cerezas, ciruelas, albaricoques, frambuesas y aguacates. Por su alto contenido en antioxidantes, vitaminas y ácidos, estas frutas pueden ayudar a reducir el cansancio y mejorar nuestro estado de ánimo.

Sin embargo, aunque la alimentación desempeña un papel crucial, también es importante recordar que no existe una solución única para la astenia de todo el mundo. Cada persona es única y puede experimentarla de manera diferente. Por lo tanto, es importante escuchar a nuestro cuerpo, experimentar con diferentes alimentos y hábitos, y encontrar lo que funciona mejor para nosotros.

Además, es importante priorizar un sueño regular y gestionar el estrés emocional. Asimismo, para minimizar el impacto psicológico de la astenia primaveral, también se recomienda disfrutar del aire libre y el sol. En concreto, es posible que minimizar los síntomas físicos que se atribuyen a la tristeza saliendo a caminar o haciendo ejercicio físico.

Con una combinación de hábitos saludables y una actitud positiva, es posible superar este período de transición estacional con vitalidad y bienestar. Aunque la astenia primaveral puede ser desafiante, adoptar un enfoque holístico hacia la salud y el bienestar puede marcar una gran diferencia en cómo nos sentimos durante esta temporada de transición.