Alimentación
Esto es lo que la dieta keto le hace a tus riñones: el experimento alemán con 66 sujetos
Es la primera vez que un ensayo con humanos comprueba los efectos de la dieta cetogénica en la enfermedad renal poliquística, un trastorno en el que se desarrollan quistes que agrandan los riñones
Los milagrosos beneficios de dietas como la keto o cetogénica copan titulares en los medios de comunicación y las revistas de salud. La realidad es que, al margen ayudar a perder peso de forma eficaz, esta dieta acumula cada vez más ventajas comprobadas para la salud, como demuestran varios estudios y análisis de gran calidad.
Para los que no la conozcan, la dieta keto es un plan de alimentación muy bajo en carbohidratos pero con un mayor contenido de grasas saludables y proteínas. Sus resultados a la hora de adelgazar se basan en que la reducción de carbohidratos pone al cuerpo en un estado metabólico llamado "cetosis", en el cual la grasa (de tu cuerpo y de lo que comes) se consume para obtener energía, bajando de peso.
Más allá de que funciona para adelgazar, desde hace tiempo se viene alertando sobre sus riesgo potenciales. El último estudio de rigor, recogido por LA RAZÓN, sugiere que seguir una dieta similar a la keto puede estar asociado con mayores niveles de colesterol "malo" y duplica el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como angina de pecho o ictus.
Ahora, un nuevo estudio ha querido conocer lo que la dieta keto le hace a los riñones. Sus resultados son relevantes, dado que es la primera vez que un ensayo clínico controlado y aleatorizado con humanos comprueba los efectos de la dieta cetogénica en la enfermedad renal poliquística, un trastorno en el que se desarrollan quistes principalmente en los riñones. Esta afección causa dolor y, a menudo, resulta en la necesidad de diálisis y trasplante de riñón.
"Si se padece enfermedad renal poliquística, el dogma es que se trata de una enfermedad genética y no importa lo que hagas", afirma el biólogo Thomas Weimbs, de la Universidad de California en Santa Bárbara, cuyo laboratorio formó parte de esta colaboración internacional para investigar el efecto de la cetosis (la respuesta al ayuno) sobre los quistes que caracterizan a la enfermedad.
"Se cree -añade-, que progresas hacia la insuficiencia renal y la dieta no marca ninguna diferencia, lo que desgraciadamente se les dice a la mayoría de los pacientes hasta el día de hoy". Para demostrar si es realmente cierto que "no se puede hacer nada", el laboratorio Weimbs y varias instituciones de investigación de Alemania se propusieron ver si la dieta cetogénica tenía algún tipo de impacto en personas con enfermedad renal poliquística.
El equipo de investigación alemán, dirigido por el Dr. Roman Müller, médico investigador de la Universidad de Colonia, reclutó a 66 pacientes con esta patología. Los dividió aleatoriamente en tres grupos: uno de control que recibió asesoramiento rutinario sobre la enfermedad, otro grupo que realizó un ayuno de agua de tres días al mes y un tercer grupo que siguió una dieta cetogénica baja en carbohidratos y alta en grasas.
Los resultados, publicados en la revista Cell Reports Medicine, fueron sorprendentes: la dieta cetogénica demostró ser eficaz en el control de la poliquistosis renal (PKD). "Estoy muy contento con los resultados de este ensayo clínico", dice Weimbs. "Ahora tenemos la primera prueba en humanos de que a los quistes realmente no les gusta estar en cetosis y de que no parecen crecer".
Al final del periodo de prueba de tres meses, los investigadores descubrieron que los riñones del grupo de control experimentaban el crecimiento esperado, pero los riñones de los pacientes sometidos a dieta cetogénica dejaban de crecer y parecían mostrar una tendencia a encogerse un poco.
Aunque los investigadores señalaron que el encogimiento durante el periodo de prueba de 90 días no alcanzó significación estadística. La prueba más sorprendente fue la mejora apreciable de la función renal en los pacientes sometidos a dieta cetogénica, que fue estadísticamente significativa. Esto representa una oportunidad para que los pacientes con enfermedad renal poliquística puedan controlar esta afección genética que roba tanta calidad de vida.
"Para sorpresa de todos, la función renal mejoró con la dieta cetogénica", apunta Wiembs. No es algo que uno esperaría, añadió, si la enfermedad renal poliquística fuera realmente algo que sólo puede empeorar con el tiempo.
Además, los pacientes del estudio calificaron la dieta cetogénica de "muy factible", lo que indica una gran motivación y capacidad para controlar su enfermedad únicamente con la dieta. "Los médicos a menudo asumen que sus pacientes no pueden adherirse a una dieta de todos modos, por lo que ni siquiera lo intentan. Está claro que esto no es cierto. Las personas con PKD están muy motivadas para hacer algo con respecto a su enfermedad", afirma.
Diferentes tipos de dieta keto o cetogénica
Sin embargo, según Weimbs, no existe una dieta cetogénica que sirva para todos. Para sacar el máximo partido de su dieta, los pacientes con PKD deben consultar a sus médicos y nutricionistas para alejarse de las dietas estándar habituales cargadas de carbohidratos y azúcares que predominan en las sociedades industrializadas.
"Una dieta ceto sólo significa muy baja en carbohidratos", señaló. Existen muchas aplicaciones convencionales de esta dieta, muy popular para perder peso. Aunque una versión popular de la dieta cetogénica es rica en carne, puede que no sea la mejor opción para todas las personas con enfermedad renal. También existen dietas cetogénicas más centradas en las plantas, como la dieta Ren.Nu, desarrollada por Weimbs en colaboración con dietistas renales específicamente para personas con PKD y disponible al público desde hace dos años.
Estos resultados representan un hito importante para el laboratorio Weimbs, que lleva más de dos décadas investigando los mecanismos celulares que subyacen a la PKD y otras enfermedades renales. Un descubrimiento casual de los investigadores del laboratorio (los quistes renales se habían reducido drásticamente en modelos de ratón sometidos a restricción calórica) les llevó a plantearse la idea de que la respuesta al ayuno conocida como cetosis podría tener algún impacto en el crecimiento de los quistes, aparentemente dependientes de la glucosa.
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