Alimentación

La fruta rica en vitamina C que no debes mezclar con medicamentos

Las interacciones entre fármacos y alimentos puede afectar a pacientes ancianos o con insuficiencia hepática.

Frutas en un supermercado
El pomelo es utilizado en numerosas dietas de adelgazamientoCAPRABOCAPRABO

El pomelo, toronjo, toronja o pamplemusa es un cítrico que pertenece a la familia de las rutáceas, cuyo nombre depende del lugar de procedencia, tamaño y color.

Los pomelos florecen durante la primavera y sus frutos maduran según las variedades entre los meses de otoño e invierno, por lo que su mejor época de consumo es entre octubre y marzo.

El agua es el principal componente de este cítrico, por lo que el pomelo posee un escaso valor calórico. La cantidad de fibra tampoco es representativa y ésta se encuentra sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza.

El pomelo destaca entre las frutas por su riqueza en vitamina C. Uno solo de estos frutos supera en 30 mg la ingesta diario recomendada de este nutriente. Además, aporta ácido fólico, potasio y magnesio.

Además, los zumos de este cítrico y el de la naranja son fuentes importantes de flavonoides y folatos, por lo que diversos estudios han considerado su papel en la salud cardiovascular.

Su contenido en carotenoides, pigmentos que confieren a los vegetales el color anaranjado-rojizo, sólo es significativo en las variedades que tienen la pulpa de color oscuro, independientemente del color de la piel.

Por su escaso valor calórico, el pomelo es utilizado en numerosas dietas de adelgazamiento alentadas por las influencers en las redes sociales. Sin embargo, estas recomendaciones sin ningún tipo de consejo profesional no tienen en cuenta las posibles interacciones de los alimentos con los medicamentos.

La combinación de fármacos y algunas comidas pueden dar lugar a efectos secundarios inesperados, como desajustes en la posología del medicamento utilizado.

El caso del pomelo es uno de los ejemplo más significativos de las interacciones entre alimentos y fármacos que se producen en el metabolismo.

El colegio de Farmacéuticos de Valladolid avisa de que el zumo del pomelo puede aumentar en un grado la biodisponibilidad oral de determinados medicamentos. Es decir, puede hacer que exista más medicamento disponible en el torrente circulatorio y, por tanto, puede dar problemas de sobredosificación.

La magnitud de la interacción, en ocasiones, es tan grande que puede alcanzarse un aumento de 5 veces en la absorción oral de un fármaco.

La lista de medicamento que no se deben mezclar con pomelo por posible sobredosificación es muy extensa y en ella destacan: medicinas para la depresión, arritmias, hipertensión o gota, antivirales, antihelmínticso, antihistamínicos, medicamentos para combatir la disfunción eréctil, fentanilo, ciclosporina, hipolipemiantes como simvastatina o atorvastatina.

No se conoce exactamente el mecanismo de acción por el cual se produce esta interacción del zumo de pomelo con determinados fármacos. Generalmente se debe a la inhibición de la isoenzima CYP3A4 del citocromo P450, lo que hace que nuestro hígado elimine menos medicamento.

En sentido contrario, medicamentos como el clopidogrel (utilizado para evitar la formación de coágulos en la enfermedad arterial coronaria, enfermedad vascular periférica, y enfermedad cerebrovascular) o un antihistamínico como la fexofenadina ven disminuido su efecto farmacológico cuando se administran conjuntamente con zumo de pomelo debido a que necesitan transformarse en el hígado para ejercer su acción.

Los farmacéuticos explican que cuando en nuestra dieta diaria incluimos jugo de pomelo, la recomendación general sería la de administrarlo en ayunas para prevenir posibles interacciones con los medicamentos que se consumen. No obstante, en algún caso y dependiendo del tipo de medicación, sería incluso aconsejable no consumir zumo de pomelo durante el tratamiento.

Estos desajustes en la medicación pueden afectar especialmente a pacientes ancianos o con insuficiencia hepática.