Gastronomía

¿En qué ciudad se come la mejor tortilla y patatas bravas de España?

Su cocina se fundamenta en los platos tradicionales y los asados

Tortillade patatas/C. PAstrano
Tortillade patatas/C. PAstranolarazon

El filósofo Epicuro sería feliz en esta ciudad española. Y es que su principal teoría se basaba en que el placer es principio y fin de la vida feliz, y que mejor placer que una buena comida. Además, los españoles estamos acostumbrados a pasar los mejores momentos alrededor de una mesa junto a maravillosos manjares. Y España sabe mucho de eso. Lo fundamental es la gran variedad de platos y productos de primera calidad con los que cuenta nuestro país. Uno de los más significativos es la patata, que según la inmensa mayoría de fuentes historiográficas llegó a España en el año 1560, cuando el explorador Pedro Cieza de León regresó a casa desde América con este producto que revolucionaría la alimentación en nuestro país.

Son muchos y suculentos los platos que se pueden elaborar con patatas, y además baratos, muy importante en estos momentos que vivimos, pero nos vamos a centrar en dos que son fundamentales en la cocina española, como son la tortilla de patatas y las patatas bravas.

La tortilla de patatas fue inventada en Extremadura en 1798, por años, pero la leyenda del invento estuvo en Navarra, en el año 1835 cuando el general Tomás de Zumalacárregui en Bilbao durante la Primera Guerra Carlista estaba en la búsqueda de un alimento nutritivo y barato para sus tropas. Pero el mérito realmente es para la campesina a la que el militar le hizo el encargo, esto se sabe gracias a la investigación del experto Javier López Linage en el 2008.

Sin embargo, las fuentes documentales encontradas por este experto, ubican el origen conceptual de la tortilla de patatas en Villanueva de la Serena para el siglo XVIII. No obstante, la periodista gastronómica Ana Vega, en 2017, indicó que en España se hace la tortilla de patatas desde 1767, basándose en la documentación’ Agricultura General y Gobierno de la Casa de Campo’, donde se mencionan los «guisados» y las «tortillas».

Este delicioso plato español, se realiza a base de huevos, patatas y cebolla, constituyendo una combinación exquisita e ideal como desayuno o almuerzo, el cual puede comerse tanto frío como caliente. Existen muchas maneras de prepararlas, dependiendo del chef o persona que la realice.

Hay algunos cocineros que señalan que las patatas deben estar más cocidas que fritas sea en aceite de oliva o de girasol, dependiendo de si se quiere hacer notar el sabor del aceite, y estas se deben dejar en el huevo ya batido por un tiempo para que se impregnen bien y tengan la consistencia correcta, además, es recomendable que se escurran bien el aceite de las patatas antes de que se mezclen con el huevo.

En cuanto a las patatas bravas, se trata una tapa típica de todas las regiones de España, aunque los expertos gastronómicos coinciden en que se inventaron en Madrid.

La forma de prepararlas no tiene mucho misterio, tan sólo hay que cortarlas en trozos de bocado y freírlas bien para que queden doradas y crujientes por fuera y tiernas por dentro.

Ingredientes

-1 kilo de patatas

- Aceite de oliva virgen o virgen extra

- Sal

Para la salsa brava

- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

- 5 dientes de ajo

- 1 cucharada de harina

- 1 cucharada de pimentón dulce

- 1 cucharada de pimentón picante

- 250 mililitros de caldo de verduras o pollo

- Sal

Preparación de la salsa brava

Para elaborar la salsa, se pelan los ajos y se cortan; después se fríen en una sartén con el aceite de oliva virgen o virgen extra. Cuando comiencen a dorarse, se incorpora la harina y freímos. Después se añadirán los dos tipos de pimentón y mezclamos rápidamente; enseguida para que no queme el pimentón, se echa el caldo y se mezcla removiendo constantemente hasta que espese. Por último se tritura bien con la batidora para que no quede ningún trozo de ajo.

Freír las patatas

Se pelan las las patatas, las lavamos y las cortamos en trozos de bocado. Se fríen primero con aceite a temperatura media. Cuando las patatas estén hechas, se sube la temperatura y hay que dejarlas que se doren.

Presentación de las patatas bravas

Se escurren las patatas del aceite sobre papel absorbente, para después servirlas con la salsa caliente por encima.

Pues existe la peculiaridad de que dos establecimientos hosteleros de una ciudad elaboran la mejor tortilla y las mejores patatas bravas de España.

Esa capital de provincia es Palencia, una ciudad de Castilla y León, que cuenta con una serie de peculiaridades como son: - Ser sede de la primera universidad de España.

- Contar con la tercera catedral más grande de España, “La Bella Desconocida”.

- Tener el quinto Cristo más grande del mundo, el Cristo del Otero.

- Ser la segunda capital de España más verde, solo superada por Vitoria.

- Contar con una de las mejores fiestas universitarias de nuestro país, la ITA.

- Disponer de un gran patrimonio Románico.

En cuanto a la gastronomía, su cocina que reúne los saberes culinarios y las tradiciones de la cocina castellana. Tierra donde la preparación básica es el asado (horno de leña) de las abundantes carnes que ofrece la tradicional ganadería ovina que recorre sus paisajes. Principalmente de su lechazo churro. Es una cocina labradora y pastoril de preparaciones sencillas, que emplean los ingredientes que se cultivan naturalmente en la provincia. Caso de las humildes sopas de rastrojo y las castellanas y el cocido castellano.

Pues en esta pequeña ciudad, hay dos establecimientos hosteleros que elaboran la mejor tortilla y las mejores patatas bravas.

El primero de ellos se trata de “La Encina”, situado en la Calle Casañé, número 2 de la capital, fue reconocido cuatro años con el premio a la mejor tortilla de España en el congreso "Lo mejor de la Gastronomía" durante el 2000, 2002, 2008 y 2021.

Su secreto es que lleva un poco de cebolla de Palenzuela, aceite de oliva virgen extra, huevos en abundancia, una pizca de sal y se colocan en la sartén de hierro para que reparta bien el calor. Además, aseguran que se debe freír bien la patata, agregar cebolla picada, batir los huevos y mezclarlos con las patatas fritas escurridas, calentar el aceite y verter la mezcla.

En cuanto a las patatas bravas, el que mejor las elabora es el “Maño” de José Gregorio Figueredo y de Alberto Beltrán, ubicado en la Calle La Cestilla, número 5. Un plato que destaca por su sabor redondo en su conjunto, muy sabroso y su respeto a los valores tradicionales.

Así que anímense y vayan a Palencia a “¡Por una de Bravas!” o “a por ese sabroso pincho de tortilla”.