Dieta
El misterio del verano: por qué engordamos si tenemos menos hambre
A pesar de que el calor suele reducir nuestro apetito, muchas personas notan un aumento de peso durante estos meses
El verano es una época del año que muchos esperan con ansias. Las vacaciones, el sol, la playa y las actividades al aire libre son solo algunos de los atractivos de esta estación. Sin embargo, a pesar de que el calor suele reducir nuestro apetito, muchas personas notan un aumento de peso durante estos meses. Este fenómeno puede parecer contradictorio, pero tiene explicaciones claras y multifactoriales.
Cambios en la rutina y hábitos alimenticios
Durante el verano, las rutinas diarias suelen cambiar drásticamente. Las vacaciones y el tiempo libre pueden llevar a un aumento en el consumo de alimentos y bebidas que normalmente no se ingieren en otras épocas del año. Las reuniones sociales, barbacoas y fiestas son comunes, y a menudo están acompañadas de alimentos ricos en calorías y bebidas alcohólicas.
Además, la tendencia a comer fuera de casa aumenta, lo que puede dificultar el control de las porciones y la calidad de los alimentos consumidos. Por ejemplo, es fácil caer en la tentación de disfrutar de un helado o una bebida refrescante con alto contenido de azúcar en un día caluroso. Estos cambios en los hábitos alimenticios, aunque placenteros, pueden contribuir significativamente al aumento de peso.
Reducción de la actividad física
Aunque el verano ofrece muchas oportunidades para actividades al aire libre, también puede llevar a una reducción en la actividad física regular. El calor extremo puede desmotivar a las personas a realizar ejercicio, especialmente durante las horas pico de sol. Las vacaciones pueden interrumpir las rutinas de ejercicio establecidas, y la relajación puede tomar prioridad sobre la actividad física. Por ejemplo, en lugar de ir al gimnasio, es posible que se prefiera pasar el día descansando en la playa o en la piscina.
Esta disminución en la actividad física, combinada con un aumento en la ingesta calórica, puede resultar en un aumento de peso. Es importante encontrar maneras de mantenerse activo, como realizar caminatas al atardecer, practicar deportes acuáticos o participar en clases de ejercicio en grupo.
El aumento de peso en verano, a pesar de tener menos hambre, se debe principalmente a cambios en la rutina y hábitos alimenticios, así como a una reducción en la actividad física. Para mantener un equilibrio saludable, es recomendable planificar comidas equilibradas, controlar las porciones y buscar formas de mantenerse activo, incluso en los días más calurosos.
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