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Salud

¿Cuántas veces es normal ir al baño por la noche? Los expertos aclaran cuándo debemos preocuparnos

La nicturia aparece por dos motivos: el cuerpo produce demasiada orina durante la noche o la vejiga ha perdido capacidad para retenerla

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Levantarse por la noche para ir al baño es una experiencia común: alrededor de un tercio de los adultos mayores de 30 años y la mitad de quienes superan los 65 lo hacen con regularidad. Sin embargo, los especialistas señalan que este hábito —conocido como nicturia— solo se considera un problema médico cuando ocurre más de dos veces por noche o cuando dificulta volver a dormir.

“Es un síntoma, no una enfermedad”, explica el Dr. Jeffrey Weiss, presidente de urología en SUNY Downstate Health Sciences University. Aunque puede deberse a infecciones urinarias o a una vejiga hiperactiva, también puede ser una señal de afecciones más serias, como diabetes, enfermedades cardíacas o apnea del sueño.

Por qué ocurre la nicturia

A grandes rasgos, la nicturia aparece por dos motivos: el cuerpo produce demasiada orina durante la noche o la vejiga ha perdido capacidad para retenerla. Ambas situaciones se vuelven más frecuentes con la edad. Según Donald Bliwise, especialista en sueño del Emory University Medical Center, los cambios hormonales y la disminución de la función renal hacen que la producción de orina se desplace del día a la noche con el paso del tiempo.

A ello se suman otros factores del envejecimiento, como vejigas menos elásticas, músculos pélvicos debilitados y próstatas agrandadas, según destaca la Dra. Alayne Markland, jefa de geriatría en University of Utah Health. Pero la nicturia también puede afectar a personas más jóvenes: la diabetes y la hipertensión fuerzan a los riñones a producir más orina; durante el embarazo, el útero ejerce presión sobre la vejiga; y la acumulación de líquidos en piernas y tobillos —ya sea por problemas venosos o insuficiencia cardíaca— se desplaza al recostarse, aumentando la frecuencia urinaria nocturna.

La apnea del sueño es otro desencadenante. Bliwise señala que los episodios de respiración interrumpida estimulan al cuerpo a generar más orina, y que los dispositivos CPAP pueden reducir significativamente estos despertares.

Cuándo consultar al médico

Los expertos recomiendan no pasar por alto la nicturia, ya que puede ocultar un trastorno del sueño o agravar la falta de descanso. “En el fondo, la nicturia es realmente un problema del sueño”, afirma la Dra. Alison Huang, médica de atención primaria en University of California San Francisco Health. Una vez despiertas, muchas personas comienzan a pensar en preocupaciones del día, lo que dificulta volver a relajarse.

Además, levantarse varias veces por la noche aumenta el riesgo de accidentes: un análisis de 2019 relacionó la nicturia con un 20 % más de caídas y un 32 % más de fracturas. Por ello, se recomienda mantener un camino despejado hacia el baño, usar luces nocturnas y calzado adecuado.

Weiss señala que siempre es razonable comentarlo con un médico, especialmente si el sueño se ve afectado, aparecen episodios de incontinencia o el número de despertares aumenta de forma repentina.

Cómo reducir los despertares nocturnos

Aunque el envejecimiento no se puede revertir, sí existen medidas prácticas para disminuir las interrupciones nocturnas:

  • Mejorar la higiene del sueño, evitando café, té y alcohol por la noche, ya que interfieren con el descanso y aumentan la producción de orina.
  • Limitar la ingesta de líquidos entre dos y cuatro horas antes de acostarse.
  • Modera el consumo de alimentos con alto contenido de agua —como sandía, uvas, espárragos o apio— y reduce la sal, que favorece la retención de líquidos.
  • En caso de hinchazón en piernas o tobillos, usar medias de compresión y elevar las extremidades.
  • Para la vejiga hiperactiva, la Dra. Markland recomienda ejercicios del suelo pélvico.

El tratamiento de enfermedades subyacentes y la revisión de medicamentos pueden ser claves. Aunque existen fármacos para regular la función de la vejiga y los riñones, no funcionan en todos los pacientes y algunos pueden tener efectos adversos, advierte la Dra. Huang.

En la mayoría de los casos, la solución requiere combinar varias estrategias. “La nicturia no se presta a una única solución mágica”, concluye Huang.