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Día Mundial: Los farmacéuticos dan 182 millones de consejos sanitarios al año en España

El 74% de los españoles recurre a este profesional sanitario cuando tiene dudas sobre medicamentos. Esto reduce un 56% los problemas de salud sin control

Atención farmaceutica
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Una mañana cualquiera en las calles de Sevilla, María del Carmen, una mujer de 52 años entra en la farmacia que visita cada semana. No lleva una receta en la mano, ni tiene una dolencia específica que mencionar. Busca es algo menos tangible, pero igual de importante: el consejo de su farmacéutico de confianza. Es una estampa habitual en España. Como MªCarmen, el 74% de los ciudadanos españoles recurre a su farmacéutico o farmacéutica cuando surge una duda sobre medicamentos. Así lo revela una encuesta realizada por la compañía farmacéutica Teva, en colaboración con el Instituto de Investigación DYM.

Este dato no sorprende, pero sí ilumina una realidad muchas veces subestimada: la farmacia no es solo un lugar de tránsito para adquirir fármacos, sino un punto de apoyo esencial para millones de personas que dependen de la guía de los farmacéuticos. Es, además, un espacio de consulta regular, especialmente para las mujeres y los pacientes de entre 46 y 65 años, quienes conforman el grueso de esta creciente demanda, según el citado estudio.

En el sur de España, Andalucía se erige como la comunidad autónoma donde más se confía en los farmacéuticos. Casi un 20% de los andaluces consultan siempre a esta figura, incluso cuando no hay dudas inmediatas sobre la medicación. Les siguen la Comunidad Valenciana (16,2%), Cataluña (14%) y Madrid (13,7%). Es un patrón que revela no solo la importancia cultural del farmacéutico en la vida cotidiana, sino también su papel como salvaguarda del buen uso de los medicamentos.

La farmacia como trinchera silenciosa del sistema de salud

Cada día, los farmacéuticos en España atienden a más de dos millones de pacientes. En ese breve intercambio en el mostrador, ofrecen mucho más que medicamentos: brindan aproximadamente 500.000 consejos sanitarios diarios, lo que se traduce en unos 182 millones de consejos al año. De hecho, 1 de cada 3 españoles que entra en una farmacia no adquiere un medicamento y recibe a cambio un consejo sanitario, según el estudio.

Este dato subraya un aspecto clave: el farmacéutico no solo se limita a dispensar fármacos, también previene contra su mal uso. El informe pone de relieve que su labor asistencial ha ganado un lugar central en el sistema de salud, ofreciendo orientación preventiva, monitoreando el uso adecuado de los tratamientos y aliviando la carga de trabajo en los centros sanitarios. Son el puente entre paciente y médico. Por eso, no es casualidad que un seguimiento adecuado por parte de los farmacéuticos pueda reducir hasta en un 56% los problemas de salud sin control.

«La labor asistencial y de consejo de los farmacéuticos es clave para ayudar a garantizar el correcto uso de los medicamentos y ayudar a la mejora de la salud de los pacientes», asegura Rafael Borràs, director de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de Teva España. «Nuestro compromiso con estos profesionales —prosigue— nos lleva a seguir apoyándoles en su día a día, ofreciendo nuevas soluciones y herramientas que mejoren su labor, lo que repercute de manera directa en la salud de los pacientes».

El trabajo del farmacéutico no siempre es visible, pero su impacto sí es observable en cada barrio de España. Son el primer recurso de consulta para muchos, sobre todo en comunidades rurales o en situaciones donde la consulta médica puede tardar en llegar. En un entorno sanitario cada vez más saturado, los farmacéuticos están ahí, disponibles y preparados para ofrecer no su conocimiento y su empatía.

«Todos los días, pero especialmente en el Día Mundial del Farmacéutico, queremos felicitarles y animarlos a que continúen ofreciendo sus servicios, conocimiento, cercanía y empatía a todos los pacientes para conseguir una red asistencial robusta, profesional y humana», añade Borràs. Y es que el farmacéutico no es solo un dispensador de medicamentos, sino un actor vital en la mejora de la salud pública y en la prevención de complicaciones mayores.

En una era donde el acceso a la información sanitaria se ha democratizado, el farmacéutico se mantiene como un faro en una marea de sobreinformación e incertidumbre. Con casi tres cuartas partes de los españoles acudiendo a él en busca de claridad sobre sus tratamientos, su papel en la atención sanitaria sigue siendo tan relevante como discreto.