Cargando...

Artrosis

¿Dolor en el empeine? Cinco pistas para descartar la artrosis

Conviene descartarla porque es una enfermedad degenerativa que puede llegar a requerir cirugía

El colesterol puede provocar problemas circulatorios que se manifiestan en los pies, por ser las zonas más alejadas del corazón Frédéric Cirou©GTRESONLINE

La artrosis en el empeine es una afección común en los pies, aunque hay veces que cuesta de diagnosticar porque, por la particularidad de la molestia, se tarda en acudir al podólogo para consultarlo. Sin embargo, conviene descartarla porque es un tipo de enfermedad degenerativa que lesiona el cartílago articular y provoca dolor y rigidez en la zona afectada.

El problema para diagnosticarla es que el dolor aparece y desaparece indistintamente de la época del año. Esto ya es una pista para sospechar que pueda ser artrosis.

“Es común encontrarnos en consulta con pacientes que tienen una molestia ‘rara’ en el empeine desde hace bastante tiempo, que no entienden muy bien de dónde surge porque no pueden relacionarla con ninguna actividad en particular ni cambio de calzado, por ejemplo", afirma el podólogo y miembro de la junta directiva del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), Jorge Escoto.

Estos son los cinco síntomas que pueden indicar que se trata de artrosis en el dorso del pie:

  • 1 Aparece un dolor en la cara interna y dorsal del pie.
  • 2 Esta molestia puede ir acompañada de un abultamiento en la zona afectada.
  • 3 El dolor es intermitente. De esta forma, se pueden alternar etapas con ausencia total del mismo y otras con aparición de dolor, calor, rubor e impotencia funcional.
  • 4 Hay mayor rigidez en la zona.
  • 5Disminuye la fuerza del pie a la hora de realizar el movimiento articular.

Esta patología es más común en personas en las que el primer dedo del pie es más corto que el segundo. También influyen otras alteraciones biomecánicas que provoquen una mayor movilidad. Asimismo. los deportistas deben prestar especial atención a estas molestias, por la hiperactividad en la zona.

“Según el grado de gravedad de la artrosis, la solución puede ir desde utilizar soportes plantares realizados a medida por el podólogo a tener que optar por la cirugía”, asegura Escoto.

Desde el ICOPCV recuerdan que siempre que se acuda a un podólogo es imprescindible comprobar que la clínica cuenta con el oportuno registro sanitario y el podólogo con su número de colegiación, para evitar caer en manos de personal no cualificado que esté incurriendo en un delito de fraude por intrusismo profesional.

Cargando...