Salud
Esta vitamina podría reducir el riesgo de morir de cáncer en un 12%
Investigan nuevas formas de prolongar la esperanza de vida de los pacientes oncológicos
Cada año mueren de cáncer unos 10 millones de personas en todo el mundo. Por ello, la ciencia buscan constantemente nuevas formas de prolongar la esperanza de vida de quienes lo padecen. En este sentido, se ha estudiado el consumo de una importante vitamina como una medicina preventiva ante los tumores y como una posible terapia adyuvante para el cáncer. Presente sobre todo en pescado como el atún o el bonito en conserva, esta sustancia orgánica también se obtiene de la exposición a los rayos ultravioleta del sol.
Sus beneficios probados científicamente son varios. Esta vitamina ayuda a la absorción del calcio para mantener unos huesos fuertes, garantiza el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, reduce la inflamación en el organismo, contribuye al crecimiento y rendimiento normal de los músculos y mantiene sano el sistema nervioso. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Alemán de Investigación Oncológica ha descubierto nuevas pruebas de que la ingesta diaria de vitamina D podría ayudar a reducir el riesgo de muerte por cáncer en un 12%.
Además, esta investigación publicada de forma reciente en la revista Ageing Research Reviews halló que las personas de 70 años o más se beneficiaban más de la ingesta diaria de vitamina D que los jóvenes. Las ventajas para la salud también fueron mayores en las personas que empezaron a tomar vitamina D a diario de forma preventiva antes de recibir un diagnóstico de cáncer.
Los alimentos naturalmente ricos en vitamina D incluyen también ciertos tipos de marisco, el salmón, las yemas de huevo, el hígado de ternera, el aceite de hígado de bacalao, en zumos, productos lácteos y productos no lácteos enriquecidos con vitamina D. Pero esta también puede ingerirse a través de suplementos.
En la actualidad, la ingesta diaria media recomendada de vitamina D para la mayoría de las personas oscila entre 400 y 800 UI (de 10 a 20 microgramos). Los síntomas de deficiencia de vitamina D incluyen: fatiga, dolor óseo y/o fragilidad, debilidad muscular, dolor y/o contracciones, rigidez articular, depresión o incapacidad para dormir bien.
Vitamina D y riesgo de cáncer
Según el Dr. Ben Schöttker, epidemiólogo y jefe de grupo de investigación de la División de Epidemiología Clínica e Investigación del Envejecimiento del Centro Alemán de Investigación Oncológica y autor principal de este estudio, él y su equipo decidieron estudiar el impacto de la vitamina D en la mortalidad por cáncer, ya que ensayos anteriores han aportado pruebas de que la mortalidad por cáncer es uno de los resultados de salud que probablemente muestren una respuesta a la administración de suplementos de vitamina D. Además, para este estudio, el Dr. Schöttker y su equipo se centraron específicamente en la vitamina D3.
Además, para este estudio el Dr. Schöttker y su equipo se centraron específicamente en la vitamina D3. Existen dos tipos principales de vitamina D: la vitamina D2 se encuentra principalmente en alimentos de origen vegetal y suplementos. Por su parte, la vitamina D3 se obtiene principalmente a través de la exposición al sol y el consumo de ciertos alimentos cárnicos.
"Una revisión sistemática anterior y metaanálisis no mostró ningún efecto para la vitamina D2 en la mortalidad por cáncer, pero sí sugirió un efecto de la vitamina D3 en la mortalidad por cáncer", explicó el doctor al medio Medical News Today.
¿Cuánta vitamina D3 hay que tomar?
Para este estudio, los investigadores analizaron los datos y hallazgos de 14 estudios para un total de casi 105.000 participantes. Sólo incluyeron estudios en los que los participantes habían sido asignados aleatoriamente a recibir vitamina D3 o un placebo. Tras revisar todos los datos, el equipo de investigación no encontró resultados estadísticamente significativos hasta que tuvieron en cuenta la dosis que recibía cada participante en el estudio.
Cuando los participantes en el estudio recibieron de forma intermitente dosis muy elevadas de vitamina D3, los investigadores no hallaron ningún efecto sobre la mortalidad por cáncer. Sin embargo, cuando los participantes tomaban vitamina D3 a diario, el equipo de investigación descubrió que reducían su tasa de mortalidad por cáncer en un 12%.
Además, el Dr. Schöttker y su equipo descubrieron que las personas de 70 años o más que tomaban vitamina D3 a diario eran las que más se beneficiaban de la terapia. "Cuanto mayor se es, mayor es el riesgo de cáncer", explicó el Dr. Schöttker. "Así pues, las acciones preventivas contra la mortalidad por cáncer son más eficaces cuanto mayor es la edad de los pacientes. Como el riesgo de cáncer ya empieza a aumentar a partir de los 50 años, yo personalmente ya revisaría a los pacientes para una posible suplementación con vitamina D a partir de los 50 años y no sólo a partir de los 70", dijo a MNT.
Además, el efecto beneficioso era más evidente cuando la vitamina D3 se tomaba de forma preventiva antes de que el participante en el estudio recibiera un diagnóstico de cáncer. "Esto implica que básicamente todos los mayores de 50 años, incluidas las personas que nunca han tenido cáncer, podrían beneficiarse de la suplementación con vitamina D si tienen insuficiencia de vitamina D", concluye el doctor.
"Los médicos no pueden saber quién podría desarrollar cáncer más adelante. Sin embargo, en Alemania, el riesgo [de desarrollar] cáncer una vez en la vida es muy alto -43% para las mujeres y 51% para los hombres- y, por tanto, la posibilidad de tratar a alguien que podría beneficiarse de ello en el futuro es bastante alta. Supongo que el riesgo de desarrollar cáncer a lo largo de la vida es comparable en la mayoría de los demás países industrializados", añadió.
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