Entrevista

José Mª Fernández Sousa-Faro: «La EMA tiene una cruzada contra PharmaMar»

Tras 7 años de litigio contra la Agencia Europea del Medicamento por la aprobación de su fármaco Aplidin, denuncia presiones, interferencias y opacidad en la toma de decisiones de este organismo

José María Fernández Sousa-Faro, presidente de Pharma Mar
José María Fernández Sousa-Faro, presidente de Pharma MarGONZALO PÉREZ MATALA RAZÓN

Esta semana se ha sabido que la Comisión Europea (CE) hacía dar marcha atrás a la Agencia Europea del Medicamento (EMA), a la que anula su decisión de negar la comercialización del fármaco Aplidin (plitidepsina, desarrollado por la farmacéutica PharmaMar) para un tipo de cáncer incurable, el mieloma múltiple (MM) por «conflicto de interés». Con esta importante victoria, y tras siete largos años de litigio, la compañía española denuncia la falta de transparencia de este organismo regulador y del poder que en él ejercen los lobbies para interferir en sus decisiones, así como la persecución de la que, dicen, están siendo objeto sus fármacos antes incluso de Aplidin – el caso de Yondelis, frente al sarcoma– y también después –con Zepzelca para cáncer de pulmón–.

¿Qué sienten con la decisión?

Que finalmente se demuestra que teníamos razón al haber puesto esta demanda ante el Tribunal General de la Unión Europea. Desde el primer momento vimos que era inexplicable la negativa.

¿Cómo suceden los hechos?

La EMA es un organismo bastante político y, como tiene que contemplar a todos los países de la UE, le pide a cada uno un representante o dos. Pero puede suceder que, como ocurrió con Aplidin, solo haya un especialista en el tema entre todos los países. Lo que hace en esos casos es nombrar un relator y un co-relator (a los que les paga 250.000 o 300.000 euros a sus agencias) para que durante un año estudien a fondo el dossier que se presenta a evaluación. Lo que sorprende en este caso, que creo es único, es que relator y co-relator recomendaron su aprobación. Además, los datos de Aplidin eran idénticos a los de otro producto que acababan de aprobar, pomalidomida. Por eso fue totalmente inexplicable que nos la negarán, además de que es una enfermedad incurable, de manera que no sobran medicamentos. Esta decisión de la EMA es muy opaca y realmente lo dábamos por aprobado, pero nos encontramos con que el presidente del grupo que lo evalúa, el sueco Tomas Salmonson, decide que hay que ir a una vista oral (que se tienen que convocar con un mínimo de una semana y lo hizo de un día para otro; alteró la fecha de la convocatoria...) y nuestra gente se encontró con que les preguntaban cosas que no tenían que ver con el tema. Llevamos a especialistas en MM y todos daban por hecho que se iba a aprobar, pero salen y te dicen que no. Eso fue una sorpresa porque, a diferencia de la FDA, que quienes votan deben argumentar su voto, aquí no, y no sabes qué ha pasado en esa reunión. De manera que decidimos recurrir al Tribunal General de la Unión Europea. Y es que creo que la EMA tiene algo contra Pharmamar.

"Llueve sobre mojado porque en 2003 ya nos tumbaron Yondelis, que hoy es referente contra el sarcoma"

¿Por qué cree eso?

Te lo detallo: a nosotros ya en 2003 nos tumbaron el Yondelis para sarcoma de tejido blando en una decisión que fue muy controvertida y por un solo voto la votación salió negativa. En aquel momento tuvimos que prescindir de cien personas. Casi acaban con la compañía, una compañía muy tierna. Era nuestra primera oportunidad. El poco dinero que nos quedaba lo tuvimos que dedicar a hacer un estudio nuevo que duró cuatro años, y finalmente se aprobó. Prueba de que estaban equivocados es que hoy Yondelis tiene una cuota de marcado del 33% y está aprobado en 80 países. La decisión fue de este mismo sueco, Salmonson, era entonces el relator y fue el que de alguna manera condicionó el voto negativo; el CEO era otro sueco, Thomas Lönngren. Y todo este grupo de suecos ha condicionado también ahora la negativa a Aplidin, porque el presidente de la CHMP es el mismo Salmonson, el representante sueco es Filip Josephson, el jefe del grupo científico es otro sueco, Jonas Bergh, y el que trabajaba para otra empresa farmacéutica sueca que estaba desarrollando un fármaco también para MM es otro sueco, Hareth Nahi. O sea, que se cargaron Aplidin entre este grupo de suecos. Entonces llueve sobre mojado, porque en 2003 casi matan a la empresa. Supuso que tuviéramos que abandonar fármacos que estábamos desarrollando. Hicieron un daño tremendo. Ahora también, pero es que el tema sigue, porque ahora mismo tenemos un producto muy bueno, lurbinectedina (Zepzelca), contra un tipo de cáncer de pulmón muy difícil – el microcítico– que está siendo aprobado en todo el mundo menos por la EMA. Y es curioso, porque en Europa Suiza lo ha aprobado; también la FDA en EE UU, que es la agencia reguladora número uno por transparencia y por conocimiento. Y resulta que aquí los pacientes con este tumor no pueden usarlo porque todavía no está aprobado, salvo en Francia, que lleva tratados unos 3.000 con ella. También está aprobado en Canadá, México, Australia, Corea, este año se aprobarán en China... En fin, en todo el mundo menos en el territorio EMA, de manera que hemos llegado a pensar que la EMA tiene una cruzada contra PharmaMar.

¿Y tiene alguna sospecha de por qué?

La EMA está financiada en un 80% por multinacionales farmacéuticas. El conflicto de 2003 con Yondelis fue porque una multinacional farmacéutica tenía un producto competidor que estaba desarrollándose para lo mismo, sarcomas de tejidos blandos y cáncer de ovarios, pero no logró obtener datos positivos. Voy a que hubo una interferencia. Y ahora con Aplidin ha pasado lo mismo. Hay muchos tratamientos para MM y había una multinacional, al margen de la sueca, que probablemente movió ficha contra Aplidin. Eso te lleva a pensar que este grupo sueco es el que ha controlado la mayoría de las decisiones de la EMA. Para que te hagas una idea, en el 36% de los dossieres que ha evaluado la agencia en los últimos años el relator y el co-relator han sido de Suecia. Algunos medios europeos están tras esto. Una publicación reciente sospecha de que la EMA puede estar actuando de esta manera, y eso perjudica a las empresas pequeñas de biotecnología.

José María Fernández Sousa-Faro, presidente de Pharma Mar
José María Fernández Sousa-Faro, presidente de Pharma MarGONZALO PÉREZ MATALA RAZÓN

¿Y qué dice la EMA en cuanto a estas prácticas?

El comportamiento de la EMA es totalmente impresentable: toda esta opacidad, falta de transparencia... Además, discrepan de lo que hace la FDA. De hecho, en el último congreso americano de Oncología hubo una sesión de reguladores, y el jefe de los reguladores americanos puso en un brete al de la EMA diciéndole que no eran transparentes y que tenían que hacer las cosas de otra manera. La FDA tiene Departamento de Compliance, de buenas prácticas, porque allí todas estas irregularidades se persiguen. Aquí no hay departamento de «compliance».

¿Se puede decir que esta revocación es una decisión histórica?

Cuando lo hicimos fue la primera vez que una empresa pleiteó contra la EMA por conflicto de interés. Hoy ya hay más. En cuanto a la revocación, nosotros no hemos encontrado precedente y lo que nos han dicho los abogados es que es excepcional.

Es una gran victoria para ustedes. Sin embargo, eso no quiere decir que se vaya a aprobar tras ser reevaluado nuevamente...

Tienes razón. Ahora nos devuelven otra vez a la EMA para que nos reevalúe de nuevo contra MM. No sabemos qué va a pasar, pero nosotros ya hemos aprendido la lección y esta vez vamos a reforzar mucho el tema jurídico para que no empiece a darle la vuelta como la otra vez.

"El grupo sueco que tumbó Yondelis ahora también ha condicionado la negativa a Aplidin"

De seguir todo el curso positivo, ¿cuánto llevará este proceso?

Pues estamos otra vez en «terra ignota» porque es la primera vez que va a pasar. No debería tardar mucho. Creo que de aquí al final de año debería haber sido reevaluado.

El retraso producido por todo lo pasado ha tenido un coste económico. ¿Lo han calculado? Porque afectó también a otros estudios frente a la Covid-19...

Mucho. Además, hay muchos países que son seguidores de la EMA, como Israel, Turquía, Rusia, Corea, etc. y, al no estar aprobado en Europa ya no han procedido a su aprobación. Respecto a la Covid iniciamos un estudio, el Nereida, en pacientes con SARS-CoV2 inmuno comprometidos, pero a principio de año consideramos si merecía la pena seguir. Llevábamos ahí invertidos 55 millones de euros y decidimos que no, y lo hemos parado, lo que es una pena porque es el fármaco más potente contra la covid.

¿Cómo va la aprobación de lurbinectedina en la EMA? Porque también está costando...

Está aprobado ya en 16 países y esperamos que se apruebe en China a fin de año. En la Unión Europea no lo está. El estudio que sirvió para que se aprobaran en EE UU por revisión prioritaria, y a otros muchos países también, no ha servido para que lo haga aquí la EMA. Entonces, estamos haciendo dos estudios, el Inforte y el Lagoon, que esperamos que sean positivos y entonces sirvan para que se apruebe.

¿Qué planes de futuro tienen?

Seguimos muy centrados en nuestra actividad. Somos una empresa única del mundo en el desarrollo e investigación de fármacos marinos. De hecho, seguimos haciendo expediciones para recolectar muestras. Los dos últimos fármacos que han entrado en clínica, el PM54 y el PM534, en fase 1 están dando ya respuestas, y estamos muy ilusionados. Viene a confirmar que son totalmente novedosos, con mecanismos diferentes a lo que hay y que están dando muy buenos resultados. El tema no se acaba con lurbinectedina. Nunca, ninguno de nuestros fármacos había dado las respuestas que están dando estos dos ahora en fase 1. Es muy pronto aún pero estamos muy contentos.