Salud prostática
Dr. Justo: «AquaBeam revoluciona el tratamiento quirúrgico de la próstata»
Entrevista al Dr. Juan Justo, urólogo y subdirector médico de ROC Clinic, pionero en el empleo de esta tecnología robótica mínimamente invasiva de alta precisión que preserva la función sexual
La salud de los varones tiene un punto débil y suele ser, casi siempre, la próstata. Por ello, cada 15 de septiembre se conmemora el Día Europeo de la Salud Prostática, una fecha clave para recordar al varón la importancia de las revisiones anuales y ponerse en manos de verdaderos especialistas. Es el caso del doctor Juan Justo, subdirector médico de ROC Clinic y urólogo experto en cáncer de próstata e hiperplasia benigna de próstata (HBP).
¿En qué consiste la HBP y qué cifras se manejan?
Se trata del agrandamiento de la glándula prostática que produce una obstrucción a la salida de la orina desde la vejiga, ocasionando síntomas molestos. Es tremendamente prevalente, siendo la enfermedad benigna más frecuente del varón y aumentando su incidencia con cada década de la vida. Se manifiesta en la mitad a partir de los 50 años, cifra que aumenta hasta el 70% en la década de los 70, haciendo que la práctica totalidad de varones de más de 80 años tenga algún síntoma urinario.
¿Afecta a la calidad de vida?
La afectación es variable en función del estadio de la enfermedad, siendo en ocasiones muy limitante por síntomas asociados como pueden ser la nicturia (levantarse por la noche a orinar) que dificulta el descanso, los escapes o incontinencia urinaria o por ejemplo la necesidad imperiosa de orinar cuando no disponemos de un baño cerca.
¿Qué síntomas deben hacer consultar con un especialista?
La aparición de esa obstrucción va a dar lugar a síntomas como el chorro de orina flojo, entrecortado, la sensación de vaciado incompleto, sensación muy frecuente de ganas de orinar durante el día y la noche o la incontinencia. En estadios más avanzados puede dar lugar a hematuria (sangre en la orina) o infecciones de orina. Si aparecen estos síntomas, hay que consultar con un especialista para establecer la severidad de la hiperplasia e instaurar el tratamiento más apropiado de manera precoz.
¿Las revisiones son claves?
Sin duda, porque un simple análisis del PSA nos puede poner en la pista de un cáncer de próstata, que diagnosticado en fases iniciales es curable. Y en esas revisiones, si detectamos signos de HBP es posible solucionarlo gracias a diferentes tratamientos muy efectivos que tenemos a nuestra disposición, lo que evita el daño a largo plazo de la vejiga.
¿Qué tratamientos más novedosos existen para la HBP?
La cirugía de la HBP ha evolucionado mucho en los últimos años y hoy los urólogos disponemos de un arsenal terapéutico muy amplio para nuestros pacientes. En este sentido es fundamental ponerse en manos de un especialista en patología prostática para que evalúe el que mejor se adapta a cada paciente. Debemos destacar que el paradigma de tratamiento está cambiando porque, si bien la mayoría de las intervenciones de HBP tienen un impacto en la esfera sexual y eyaculatoria del paciente (con el consecuente impacto en su calidad de vida), en la actualidad existen tratamientos novedosos que buscan aliviar los síntomas de la HBP preservando la función sexual. Uno de los más innovadores y consolidados es el sistema AquaBeam, una tecnología robotizada mínimamente invasiva que permite la ablación del tejido prostático mediante un jet o chorro de suero fisiológico, previa planificación personalizada con las indicaciones que le proporciona el cirujano.
¿Por qué es tan revolucionario?
Porque es el primer tratamiento robótico específico para HBP. Es un sistema de altísima precisión, permitiéndonos tratar la próstata de forma totalmente personalizada para cada paciente, ya que yo le digo al robot cuál es la zona que quiero tratar y, en función de eso, este, realiza un tratamiento a la carta sin compromiso de las funciones sexuales ni de continencia urinaria con excelentes resultados en la mejoría de sus síntomas urinarios.
¿Qué ventajas aporta?
Lo cierto es que muchas, siendo un tratamiento muy atractivo y válido para la mayoría de varones, pues permite tratar, a diferencia de otras opciones quirúrgicas, todas las formas y tamaños prostáticos. Además, tiene muy bajas (prácticamente inexistentes) tasas de incontinencia urinaria y tasas de en torno al 90% de preservación de la función eyaculatoria. Y la recuperación es muy rápida, ya que, al no haber incisión, no hay herida, lo que requiere menor tiempo de estancia hospitalaria (24-48 horas) recibiendo el alta médica sin sonda vesical. Aproximadamente en una semana se recupera la actividad diaria normal.
¿Es apta para cualquier varón?
Realmente es válida para todos los pacientes, ya que podemos tratar próstatas de cualquier tamaño, mejorando rápidamente la sintomatología y preservando la esfera sexual. El arsenal quirúrgico actual es muy amplio y la clave está en hacer una selección correcta del paciente según sus necesidades.
En ROC Clinic han sido pioneros en su uso en nuestro país. ¿Qué cifras manejan?
La técnica AquaBeam se usa a nivel mundial y cuenta con resultados de seguimiento excelentes desde hace años. En ROC Clinic incorporamos este programa en el año 2021 y desde entonces ya son muchísimos los pacientes tratados con unas tasas de preservación de la eyaculación del 90% y con muy buenos resultados funcionales y de satisfacción. Además, tengo el honor de ser proctor internacional de la técnica, siendo centro docente al que vienen a formarse numerosos urólogos europeos, más de 40 este año, lo cual siempre es enriquecedor y una satisfacción personal.
¿Hacia dónde va el futuro de la HBP?
El mayor desarrollo llegará a través de tratamientos guiados por imagen y la implementación de la Inteligencia Artificial a los sistemas robóticos.
¿Una recomendación final para los varones?
Sigue siendo necesario concienciar sobre la importancia de que los varones nos preocupemos por nuestra salud. La enfermedad prostática es la más común, pero con una revisión anual muy simple a partir de los 50 años, o de los 45 si se tienen antecedentes, es posible ponerle solución de manera precoz minimizando el impacto en la calidad de vida.
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