Entrevista

Manuel Romero: «Diagnóstico significa tratamiento, y este la curación de la hepatitis C»

«Tenemos que seguir buscando a los pocos pacientes que quedan con VHC con todas las estrategias posibles pues, donde menos lo esperemos, allí van a estar», asegura el presidente de la Asociación Española de Estudio del Hígado (AEEH)

Manuel Romero
Manuel RomeroARCHIVOLA RAZÓN

España ha sido un referente en la eliminación de la hepatitis C (VHC). Sin embargo, entre un 30-50% de los pacientes diagnosticados presentan enfermedad hepática avanzada. ¿Es suficiente lo que se está haciendo?

La sensación que tenemos es que como la mayoría de los pacientes, por no decir todos los que teníamos en los hospitales, están curados, los que quedan por curar pensábamos que tendrían enfermedades más leves y que por eso no contactan con el sistema. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando nos ponemos a buscarlos debajo de las piedras (usando IA, cribado, o acercándonos a grupos de población vulnerables), encontramos que un tercio tiene fibrosis avanzada.

¿Cuáles son los retos que aún quedan para lograr la eliminación? ¿Qué estrategias están funcionando mejor aquí para encontrar a esos pacientes?

Desde mi punto de vista, lo más importante es la educación, la formación y que seamos capaces de colaborar con todas las instituciones. Por ejemplo, desde el punto de vista del acceso a las poblaciones vulnerables, desde un hospital nunca vamos a tener acceso y tenemos que trabajar con las ONGs que cuidan directamente a esas personas. Por otro lado, hay colectivos con patologías, como la salud mental, que tienen aumentado el riesgo de tener VHC; y también es muy importante crear los grupos multidisciplinares dentro de los hospitales para concienciar a los profesionales que tienen más posibilidades de encontrar a un paciente positivo; que, por otro lado, son situaciones poco frecuentes. Por tanto, tenemos que seguir buscando los pocos pacientes que nos quedan y desarrollar todas las estrategias posibles pues, donde menos lo esperemos, allí van a estar.

Pese a que hace más de 10 años que hay antivirales de acción directa, más del 30% de los pacientes tratados presenta enfermedad hepática avanzada. ¿Cómo podemos mejorar estos datos?

Cuando buscamos pacientes y los encontramos vemos que un tercio tiene fibrosis avanzada. Esa es la situación, tenemos que diagnosticarlos a tiempo y ponerles tratamiento, porque diagnóstico significa tratamiento, y tratamiento significa curación. Ese mensaje tiene que quedar claro. ¿Cuál es nuestra gran tarea? Encontrar a los que quedan por detectar para tratarlos, porque desde el punto de vista de salud pública y epidemiológico es lo importante. Y para ello tenemos que conformar estos grupos multidisciplinares, con profesionales del hospital y de fuera de él que atienden a poblaciones vulnerables.

La hepatitis D (VHD) es una de las infecciones hepáticas más agresivas. ¿En qué punto nos encontramos en esta enfermedad?

Es una enfermedad poco frecuente a la que le hemos prestado poca atención porque no teníamos tratamientos eficaces. Pero todo paciente que tiene hepatitis B está en riesgo de contraer VHD, y las personas que tienen VHD tiene mucho más riesgo que quienes tienen una VHC o VHB de progresar y hacer una fibrosis avanzada. Ahora lo más importante es detectarlos, que a todo paciente con hepatitis B se le haga un análisis de sangre para saber si tiene VHD y, si es así, demostrar que la hepatitis está activa, y por último, ponerle un tratamiento. Y estamos de enhorabuena porque desde hace un año tenemos un tratamiento muy eficaz para prevenir el VHD.

"Desde hace un año tenemos un tratamiento muy eficaz para prevenir la hepatitis D"

La colangitis biliar primaria tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. ¿Cuáles son los avances más recientes en el diagnóstico y seguimiento?

En esta enfermedad también tenemos la suerte de que tiene un biomarcador que nos permite el diagnóstico con cierta facilidad, que es la detección de anticuerpos antimitocondriales en el análisis de sangre o en su caso, si los anticuerpos mitocondriales son negativos, los anticuerpos antinucleares tipo colangitis biliar primaria en el laboratorio del hospital es fácil hacer este diagnóstico, y cuando una persona es portadora tiene anticuerpos positivos tenemos la posibilidad de hacer el diagnóstico. Y no sería necesario hacer una biopsia hepática u otras determinaciones. Es una enfermedad que es muy importante detectarla cuanto antes. Cuanto antes se detecta más fácil es tratarla.

¿Se están desarrollando nuevas estrategias terapéuticas para mejorar su manejo?

Cuando la cogemos en fases muy iniciales tenemos un tratamiento maravilloso, bueno, bonito y barato, que es el ácido ursodeoxicólico. Pero, aunque son muy pocos, algunos pacientes no lo toleran y un porcentaje no despreciable no responde. Ahí tenemos que empezar con fármacos de segunda línea. Y para eso, en este momento tenemos fármacos agonistas de los receptores PPAR de los peroxisomas, que son capaces de promover esta respuesta y se dan junto con el ácido ursodeoxicólico.

Las Becas Gilead-AEEH son un referente en la promoción de la investigación en patologías hepáticas. ¿Qué impacto han tenido en este área en España?

Ha sido una idea maravillosa, primero porque ha habido un esfuerzo económico muy importante por parte de Gilead, y además se ha dirigido muy bien a esas gemas, a gente joven. Para mí ha sido una de las vivencias más enriquecedoras como presidente de la AEEH, que la asociación haya sido capaz de crear esas becas junto a Gilead. Esta inversión creo que ha sido muy fructífera para todos. Ha sido un win-win y estando muy orgullosos.