El papel fundamental de la farmacia en la cronicidad

Uno de los principales retos de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) es la detección temprana de la fragilidad, relacionada con la cronicidad compleja y el envejecimiento de la población. El valor de la farmacia comunitaria es indudable y su contribución tanto en la asistencia a la cronicidad, desde el medicamento, como con relación a Salud Pública es fundamental.

Los pacientes crónicos requieren de una atención más local y, por ello es importante conseguir diseñar procesos asistenciales que potencien la comunicación entre la farmacia comunitaria y la atención primaria y hospitalaria.

Sin duda, la farmacia comunitaria facilita a pacientes y cuidadores información clave para la gestión de su enfermedad crónica. En los estudios de la POP destaca un dato: solo el 43% de los pacientes entiende lo que les dice su médico. Los farmacéuticos son esenciales para fomentar el uso seguro de los medicamentos, así como el reporte de efectos adversos y, por supuesto, con todo lo relacionado con adherencia a tratamiento e interacciones. Potenciar la coordinación y profesionales sanitarios tiene que contribuir a tener a pacientes más informados y formados que puedan corresponsabilizarse mejor de su salud.

Además, desde la POP consideramos a la farmacia comunitaria como un punto clave para detección de situaciones de fragilidad, empeoramiento o morbilidades en pacientes crónicos. Por ello, es fundamental que puedan derivar estas situaciones sanitarias y sociales como un agente más de salud.

La POP apoya la puesta en marcha de iniciativas de dispensación colaborativa entre la farmacia comunitaria y la hospitalaria que permitan la dispensación de medicamentos de diagnóstico y uso hospitalario a través de la farmacia comunitaria, necesitamos unos servicios sanitarios que se acerquen a las personas.