Inteligencia Artificial
Primer brazo robótico para cirugía de columna y craneoencefálica
Libera las manos del neurocirujano, elimina el error humano y aporta mejores soluciones para la cirugía
Los robots se están haciendo un hueco irreemplazable en algunos quirófanos. Los avances tecnológicos van ganando terreno en medicina y cada vez adquieren más relevancia en las intervenciones más delicadas. Sin ir más lejos, acaba de llegar a España Cirq, un avanzado sistema robotizado para quirófano pionero en el mundo. Inspirado en el brazo humano, esta tecnología simplifica las intervenciones, libera ambas manos del neurocirujano, elimina el error humano y alcanza un grado de exactitud asombroso, proporcionando las mejores soluciones tanto en cirugía de columna como en cirugía craneoencefálicas.
La Unidad de Neurocirugía de Equipo de la Torre acaba de incorporar esta tecnología -la primera de estas características en nuestro país- que permite abordar de una forma distinta y muy avanzada este tipo de cirugías y sus múltiples aplicaciones, tales como tumores, biopsias, hidrocefalias y la denominada cirugía funcional, que engloba la epilepsia y el párkinson. «En lo que respecta a la cirugía de columna, el sistema permite elegir la mejor trayectoria para el tornillo, que planifica el software analizando la imagen de cada paciente. Asimismo, permite realizar imágenes automatizadas y planificar la fijación de tornillos antes o durante la intervención de columna con un ajuste exacto de su alineación», explica el doctor Manuel de la Torre Gutiérrez.
Se trata de un brazo robótico muy flexible que se instala de forma sencilla en la mesa de operaciones y trabaja de manera integrada con el navegador Curve y el robot de adquisición de imágenes Loop-X, formando así la primera «Brainlab Robotic Suite» disponible en nuestro país.
Mediante una mínima incisión, se coloca una referencia fija en la apófisis espinosa del paciente y el sistema registra y adquiere imágenes intraoperatorias que permiten la navegación en tiempo real. A continuación, planifica la mejor y más exacta trayectoria, se alinea con la misma, y mantiene su posición de forma que el cirujano puede centrarse en la anatomía de la intervención con ambas manos liberadas.
Se espera que la cirugía robótica de columna cobre un papel importante en los próximos años debido a que esta tecnología puede repetir pasos y adecuar cada cirugía de forma más precisa que el ser humano. «Al reducir el movimiento de la anatomía del paciente, podemos mejorar la precisión de la intervención en todas sus fases», explica el neurocirujano. «Asimismo, una vez que hemos colocado los tornillos, el sistema nos permite realizar un escáner intraoperatorio en el mismo quirófano para asegurarnos de la exacta y precisa colocación de cada tornillo en su lugar».
IA y Neurocirugía
La simbiosis entre Inteligencia Artificial (IA) y Neurocirugía se inició allá por el año 1985 en Estados Unidos. Desde entonces, ambos ámbitos de conocimiento se han ido dando la mano hasta la actualidad y cada vez proporciona mejores soluciones. El doctor de la Torre apuesta por la tecnología más puntera porque «sin obviar la necesidad de las manos expertas, consigue que el diagnóstico, la intervención y el abordaje de la patología sean más certeros, minimizando los riesgos hasta prácticamente cero. Además, los tiempos de recuperación disminuyen de forma muy considerable debido a que permite prácticas mucho menos invasivas». No obstante, tiene claro que la IA jamás podrá sustituir al profesional. «Los sistemas denominados inteligentes, como el brazo robótico que acabamos de implantar, nos hace mejores y nos permite ofrecer a nuestros pacientes una garantía de éxito inédita hasta hace pocos años. Sin embargo, la toma de decisiones y la experiencia humanas son y seguirán siendo imprescindibles. Es como si tuviésemos cada vez mejores ayudantes, pero la mente directriz es la del neurocirujano debidamente preparado».
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