Terapias
¿Puede el mindfulness ayudar a las personas a dejar de fumar?
Una revisión de 21 estudios publicada en Cochrane Library determina que no existen pruebas claras de que las intervenciones basadas en la atención plena puedan ayudar al abandono del hábito
En las últimas décadas, la atención plena se ha reconocido cada vez más como una actividad con influencia positiva en el estado de ánimo y el comportamiento. Aunque no existe aún un consenso "global" sobre como definir este concepto, la más aceptada es la que la explica como el proceso psicológico de prestar atención sin juzgar las experiencias que ocurren en el momento presente. Se trata de una forma de entrenamiento mental que implica prestar atención sostenida a los pensamientos y sentimientos sin juzgarlos ni evaluarlos. Aunque a veces se confunda, no son técnicas de relajación o de control del estado de ánimo.
Con frecuencia, el mindfulness se combina con otras técnicas como la meditación, el Hatha yoga o la terapia cognitivo conductual para conseguir reducir los síntomas en procesos emocionales como el estrés, la depresión y la ansiedad. La ciencia ha avalado recientemente algunos beneficios de estas intervenciones. El más reciente es un estudio, publicado en enero de este año, que demostró que meditar cada día, durante ocho semanas, cambia la composición de nuestro cerebro. En concreto, los resultados mostraron que la parte del cerebro que se encarga de la memoria- el hipocampo-, no sólo se puso más fuerte, sino que, en ciertas zonas, la materia gris aumentó. Los participantes pudieron permanecer más tranquilos por situaciones estresantes, tomaron decisiones más racionales y se trataron a sí mismo y a los demás con más empatía, conciencia y comprensión.
Esta capacidad de la atención plena y de la meditación para amortiguar las emociones y reducir el estrés han hecho que se analice su efecto sobre la abstinencia asociada a de dejar de fumar, que se sabe que está asociada a niveles elevados de estrés agudo en etapa temprana. Estos niveles, mantenidos en el tiempo, son un marcador fiable de recaída.
"Otras investigaciones ha sugerido que los tratamientos basados en la atención plena pueden tener la ventaja relativa de conducir a la amortiguación y eventual desmantelamiento de los complejos procesos asociativos interrelacionados del tabaquismo, en lugar de simplemente eliminar los estímulos que podrían propagarlos. Si se determina que son efectivas, las intervenciones basadas en la atención plena podrían agregar una opción de intervención innovadora a la variedad de tratamientos para el abandono del hábito de fumar", explica Francisco J. Roig, neumólogo del hospital HM Montepríncipe, de Madrid.
Una reciente revisión sistemática publicada en Cochrane Library evaluó la eficacia de tres intervenciones basadas en la atención plena- la terapia de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés), el entrenamiento de la tolerancia al malestar psicológico, o el Hatha yoga- para el abandono del hábito de fumar y si estas tenían o no un efecto sobre los resultados de salud mental. "Los 21 estudios de esta revisión no detectaron un beneficio claro a largo plazo de las intervenciones para dejar de fumar basadas en la atención plena en comparación con otras intervenciones, o con ninguna intervención. No hubo, por tanto, pruebas claras de un efecto positivo de los tratamientos basados en la atención plena sobre la salud mental y el bienestar del paciente que quiere dejar de fumar", añade.
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