Salud
Qué le pasa a Donald Trump en las manos y qué se sabe sobre su salud
Un hematoma en la diestra del presidente generó especulaciones sobre su salud. La Casa Blanca aclara su origen y revela el diagnóstico médico oficial
La salud del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a estar en el centro del debate tras sus últimas apariciones públicas. El mandatario, que cumplió 79 años en junio, ha sido fotografiado en varias ocasiones con una mancha oscura en el dorso de su mano derecha, que en ocasiones ha tratado de ocultar bajo una gruesa capa de maquillaje. Sin embargo, este detalle no pasó desapercibido ante los medios y desató un aluvión de especulaciones sobre un posible problema médico.
La primera vez que se habló de la mancha fue durante la visita del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a la Casa Blanca. Entonces, fotógrafos y periodistas detectaron que Trump llevaba una gruesa capa de maquillaje líquido sobre la mano derecha. El maquillaje se hizo visible ante las cámaras y se rumoreó que lo utilizaba —aparentemente— para ocultar una imperfección cutánea.
Pocos días después, durante un encuentro con el presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, nuevas imágenes revelaron lo que parecía ser un hematoma pronunciado, situado en el centro de la misma mano. La secuencia coincidió con otras fotografías recientes en las que se apreciaba hinchazón en los tobillos, lo que avivó aún más las sospechas sobre el estado de salud de Trump a nivel internacional.
La respuesta de la Casa Blanca
Ante los rumores, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se apresuró a aclarar que la mancha no tenía gravedad. Según explicó, se trataba de una "leve irritación de los tejidos blandos" provocada por los continuos apretones de mano durante los actos públicos, unida al efecto del uso de aspirina preventiva que el presidente toma como parte de su régimen cardiovascular.
Leavitt insistió en que Trump goza de "excelente salud" y que sus últimos chequeos médicos no revelaron signos de insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal ni enfermedades sistémicas.
El diagnóstico: insuficiencia venosa crónica
En julio, la propia Casa Blanca había informado que Trump había sido diagnosticado con insuficiencia venosa crónica, una afección común en personas mayores de 70 años. Esta condición aparece cuando las válvulas de las venas de las piernas no funcionan correctamente y la sangre se acumula en lugar de regresar al corazón, provocando hinchazón y, en ocasiones, moratones.
El examen médico incluyó ecografías Doppler venosas bilaterales, que confirmaron la afección en grado AB 9, descrita como leve y manejable. El doctor Sean Barbarella, médico personal de Trump, recalcó que no se había detectado trombosis venosa profunda ni enfermedad arterial, y que la insuficiencia no representaba un riesgo inmediato.
Qué dicen los médicos
Especialistas consultados por distintos medios coinciden en que la mancha de la mano no reviste gravedad. Apuntan a varias posibles causas: un simple hematoma por microtraumatismos (los apretones de mano) o por la colocación de una vía intravenosa, una mancha propia de la edad o un signo vinculado a problemas vasculares menores.
Si se trata de un hematoma, la marca desaparecerá con el tiempo. Si es una mancha cutánea relacionada con la edad, probablemente se quedará. En ambos casos, subrayan, no constituye un riesgo serio para la salud.
La insuficiencia venosa crónica puede provocar síntomas como dolor, pesadez o calambres en las piernas, así como hinchazón en tobillos. Aunque en la mayoría de los casos se considera un problema estético, si no se controla puede derivar en complicaciones como úlceras venosas o coágulos. Su tratamiento incluye ejercicio regular, uso de medias de compresión o, en casos más graves, cirugía.
Trump se defiende
El propio Trump también quiso zanjar el debate. A través de su red Truth Social escribió en mayúsculas: "NUNCA ME HE SENTIDO MEJOR EN MI VIDA", en un intento por acallar los rumores.
No es la primera vez que el presidente responde de manera directa a las dudas sobre su estado físico. En agosto, cuando se le preguntó a la Casa Blanca por el tratamiento que seguía para la insuficiencia venosa, Leavitt destacó que el presidente es supervisado "las 24 horas del día, los siete días de la semana" y defendió que no hay nada que ocultar sobre su salud.
Comparaciones inevitables con Joe Biden
El debate sobre la salud de los líderes estadounidenses se intensifica en un momento en que su rival político, Joe Biden, de 82 años, ha iniciado un tratamiento contra el cáncer de próstata. El propio Trump insinuó que la anterior administración demócrata "ocultó información" sobre el estado de salud de Biden, lo que añade un matiz político al escrutinio sobre su propia salud.
Por ahora, la evidencia médica apunta a que la mancha en la mano de Donald Trump no es signo de una enfermedad grave, sino una consecuencia de la edad, el sedentarismo, del tratamiento preventivo con aspirina o de pequeños traumatismos. La insuficiencia venosa crónica diagnosticada en julio requiere seguimiento, pero es una condición frecuente y manejable.
Aun así, la imagen de una mancha cubierta con maquillaje en la mano del presidente más mediático del mundo seguirá alimentando titulares y especulaciones, recordando que en política, a veces, hasta un detalle en la piel puede convertirse en noticia global.