Entrevista

Reyes Monforte: «El peligro es que por una mala visión dejemos de darnos el gusto de leer»

Disfrutar de una buena lectura es un placer para el que se necesita poco: un buen libro, tiempo y ganas. Pero, una mala vista puede interponerse en este saludable hábito, como cuenta la escritora

Reyes Monforte
Reyes MonforteARCHIVOLA RAZÓN

Según el estudio «La visión en España 2025», realizado por Clínica Baviera, el 35% de los españoles ha tenido dificultades de visión al leer en el último año. ¿Cree que eso puede llevar a abandonar este hábito?

Sin duda alguna. Ese es el gran peligro, que por una mala visión dejemos de darnos el gusto de leer y perdamos la oportunidad de disfrutar de una de las experiencias más gratificantes que existen. Nuestra visión es nuestro visado a la vida, a los amigos, a nuestros hobbies, a nuestros placeres y si no está bien cuidada y atendida, puede arruinarnos grandes momentos. Es como si dejáramos de mirar por la ventana porque el cristal está roto, agrietado o sucio y eso nos impide ver y disfrutar de lo que hay en el exterior. Nuestros ojos son la ventana al mundo y deben estar en forma. Si es importante cuidar nuestra salud, incluida la mental, es igual de importante prestar atención a la salud ocular.

Escritora de renombre, ¿es también una gran lectora?

Sobre todo, soy una gran lectora. Me apasiona la lectura. De hecho, creo que es imposible ser escritor si no eres un lector empedernido. Desde que tengo uso de razón, me recuerdo leyendo un libro. Mis veranos eran momentos de lectura por la mañana antes de ir a la piscina, por la tarde, esperando a hacer la digestión para meterme en el mar o por la noche, en la cama, momentos antes de dormir, hasta que los ojos se me cerraban de sueño. Recuerdo perfectamente esas lecturas: la saga de «Los cinco», los libros de Agatha Christie y el primero de todos, «Momo», gracias al cual me enganché a la lectura.

¿Qué lecturas son sus preferidas?

Me gusta leer de todo, especialmente, novela histórica. Pero devoro novelas, ensayos, biografías, relatos cortos, cuentos... Quizá lo que menos me atrapa es la novela negra; puede que hayamos abusado demasiado de ella. ¿Quién no conoce a alguien que tiene escrito un «true crime»? Pero tampoco me privo de leer alguno. Hay tanto por leer… Los últimos que me he leído son «Cartas de una vida», de Irène Némirovsky autora de «Suite Francesa», «Los seductores» de James Ellroy y «Fortuna» de Hernán Díaz, el Pulitzer de 2023. Muy variado, creo que esa una buena fórmula para zambullirse en la lectura y disfrutar de ella.

"Muchos me dicen que han leído el libro electrónico y, como les ha gustado tanto, lo han comprado en papel"

¿Cómo prefiere leer, en papel o pantalla?

Siempre en papel. Y cuando la lectura es por placer, con más motivo. Leo libros electrónicos principalmente cuando son parte de la documentación de mis novelas. Pero oler las páginas de un libro, tocar su papel, subrayar frases, señalar párrafos… como el papel, nada. Pero cada uno tiene sus preferencias y sus necesidades; lo importante es perderse en los libros, el soporte es lo de menos. Lo que me resulta curioso y me hace mucha ilusión es cuando los lectores me dicen que se han leído el libro electrónico y como les ha gustado tanto la novela, se lo han comprado también en papel. Eso es muy revelador.

Presbicia y fatiga ocular son patologías que aparecen con la edad y el uso y abuso de pantallas. ¿En algún momento los problema de visión le ha condicionado el leer o el escribir?

No lo he permitido porque es un riesgo que no merece la pena correr. Desde que hace dos años noté que la visión se volvía nublosa al leer, que las letras empezaban a bailar, especialmente cuando no había mucha luz y que la presbicia llegaba a mi vida, puse remedio. Leer es un placer, escribir un lujo, y nada puede arrebatarte ese regalo, sobre todo si la solución es fácil y sencilla.

Sus libros son éxito de ventas. ¿Se editan también en audiolibro o braille?

Todos mis libros están en soporte de audiolibro y me sorprende el alto número de personas que se han aficionado a él. Personalmente, me encanta la actriz que últimamente se encarga de poner voz a mis novelas, Beatriz Melgares. Hace un trabajo espectacular. Y algunas de mis novelas también están en braille. He hecho varios clubes de lectura con personas ciegas o con miopía magna y es cierto lo que ellos mismos dicen de que ven más allá de lo escrito. Es una experiencia que recomiendo a todos los escritores si tienen la oportunidad de hacerlo.