Salud

El aviso de Sanidad tras el brote por intoxicación con vitamina D en España: más sol y menos suplementos sin indicación

El Ministerio lanza una advertencia sobre los riesgos para la salud del consumo «sin control» de complementos y los médicos internistas matizan que el tratamiento prescrito por profesionales es seguro

suplemento setas vitamina D
Suplementos de vitamina DFreepik

Un brote de intoxicación por sobredosis de vitamina D en las Islas Baleares ha llevado al Ministerio de Sanidad y a la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) a emitir un aviso urgente sobre el uso racional de esta sustancia, cada vez más popular entre quienes buscan reforzar su salud sin pasar por la supervisión médica.

Con el objetivo de aclarar lo ocurrido y evitar malentendidos que puedan alarmar a la población o inducir a errores en el tratamiento de esta vitamina esencial, ambas instituciones han coincidido en advertir esta mañana cuáles son los riesgos para la salud del consumo inadecuado de vitamina D. Sin embargo, de sus enfoques destacan matices diferentes (e importantes) que conviene comprender.

Fricciones entre los puntos de vista de Sanidad y SEMI

El Ministerio de Sanidad se dirige tanto a la ciudadanía como a los profesionales sanitarios y hace hincapié en que «la principal fuente de vitamina D en el organismo es la síntesis cutánea a partir de la exposición solar». Además, advierte de que el uso de suplementación de vitamina D «debe basarse en la evidencia científica, tanto en lo relativo a la solicitud de análisis diagnósticos como a la indicación de suplementación».

Es decir, por comunicación oficial, advierte a los médicos de que «aunque la vitamina D cumple una función esencial en el metabolismo óseo y en la regulación del calcio, su uso debe ajustarse a criterios clínicos bien fundamentados, con el fin de evitar intervenciones ineficaces o potencialmente perjudiciales».

Además, dice «no al cribado generalizado ni a la suplementación indiscriminada» porque «la suplementación innecesaria puede conllevar efectos adversos, especialmente cuando se exceden las dosis recomendadas».

Por su parte, el Grupo de Trabajo de Osteoporosis y Metabolismo Mineral (GTOPMM) de la SEMI ha querido realizar varias aclaraciones en torno a la vitamina D. La primera es que los casos de Baleares no corresponden a pacientes que estuvieran en tratamiento médico prescrito con vitamina D.

Lo segundo, es que el suplemento que adquirieron estaba defectuoso, como señaló la AESAN. El producto defectuoso (vendido online bajo el nombre Advanced Vitamin X) contenía dosis desorbitadas de colecalciferol.

Con respecto a esto, la sociedad científica matiza que «las personas afectadas eran individuos sanos que consumieron suplementos dietéticos adquiridos en tiendas no farmacéuticas, sin indicación ni control sanitario y en niveles supra terapéuticos».

Por lo tanto, lo hicieron por iniciativa propia y sin supervisión, algo que el organismo condena, ya que «el tratamiento con vitamina D debe ser prescrito por un profesional médico que realice el control pertinente y ajuste de dosis para obtener niveles adecuados».

Tranquilidad para los consumidores

La SEMI insiste en transmitir un mensaje de tranquilidad a los pacientes que sí reciben vitamina D prescrita «para el tratamiento o prevención de enfermedades como la osteoporosis, la osteopenia y fracturas por fragilidad». En estos casos, explican, «la dosis prescrita siempre se ajusta individualmente tras una valoración clínica completa y con seguimiento periódico», como indican las recomendaciones de las guías clínicas.

Asimismo, recalcan que la vitamina D es segura cuando está indicada por profesionales médicos, y alertan de que el problema no reside en la vitamina en sí, sino en su uso inadecuado fuera del sistema sanitario. Por eso, hacen un llamamiento explícito a evitar la compra de suplementos por «vías no reguladas, como internet o comercios» no farmacéuticos, «ya que pueden comprometer la salud».

En este contexto, los casos registrados en Baleares se presentan como un ejemplo paradigmático de los peligros de la automedicación: personas sin diagnóstico médico adquirieron por su cuenta un suplemento defectuoso a través de canales no regulados, sufrieron intoxicaciones graves debido a una dosis muy superior a la declarada en el etiquetado. Al menos 16 personas fueron hospitalizadas.

Riesgos de tomar suplementos sin control y quién sí puede ingerir vitamina D

Hombre tomando suplementos dietéticos de vitaminas
Hombre tomando suplementos dietéticos de vitaminasFreepik

La consecuencia inmediata para los consumidores que sufrieron esta «sobredosis» de vitamina D ha sido una hipervitaminosis D. En algunos casos, esta toxicidad ha desembocado en hipercalcemia (niveles muy altos de calcio en sangre), insuficiencia renal y trastornos del ritmo cardíaco. La AESAN ya ha emitido una alerta específica y ha retirado el lote del mercado.

Eso no quita que, como indica la SEMI, la vitamina D sea esencial para la salud ósea y el metabolismo del calcio. De hecho, su deficiencia puede tener consecuencias importantes, sobre todo en personas mayores o con patologías específicas.

Para Sanidad, las «situaciones en las que sí se justifica la medición de vitamina D» incluyen:

  • Pacientes con sintomatología compatible con déficit de vitamina D o con trastornos del metabolismo óseo, como la osteomalacia, entre otros.
  • Personas mayores institucionalizadas (con riesgo de caída y fractura).
  • Personas con enfermedades crónicas que interfieren en su metabolismo (insuficiencia renal o hepática grave, enfermedad inflamatoria intestinal, cirugía bariátrica o malabsorciones).
  • Tratamiento con medicamentos que interfieren en su absorción o activación (glucocorticoides, anticonvulsivantes).
  • Sospecha de intoxicación por hipervitaminosis D.

El Ministerio se basa en las recomendaciones de la Academia Nacional de Medicina de EEUU para subrayar que «niveles de 25-OH-D entre 12 y 20 ng/ml son suficientes para cubrir las necesidades del 97,5% de la población». Y que solo «por debajo de estos umbrales, especialmente en personas mayores, institucionalizadas o con osteoporosis, puede estar justificada la suplementación, con dosis que oscilan entre 400 y 2.000 UI/día».

A pesar de ello, un estudio reciente publicado en la revista Nature reveló que el 75% de la población española sufre de deficiencia de vitamina D. Un fenómeno que se podría atribuir, según los autores, a los nuevos hábitos de vida marcados por el sedentarismo y un aumento del tiempo que pasamos en interiores frente a dispositivos electrónicos como ordenadores y móviles.

En conclusión, y aunque las declaraciones de Sanidad y la SEMI responden a enfoques distintos (el primero más orientado a la salud pública y la regulación, y el segundo centrado en la defensa del uso clínico seguro), ambas instituciones coinciden en un punto clave: la vitamina D solo debe consumirse con indicación médica.