“Trabajo multidisciplinar” ante los crecientes casos de enfermedades atópicas

Bajo el lema “Más allá de la piel: del síntoma visible a la inflamación invisible” ha tenido lugar en la sede del diario LA RAZÓN la celebración del Foro Dermatología organizado junto a la compañía Viatris, donde cuatro expertos dermatólogos y alergólogos han debatido sobre la marcha atópica, su impacto en la infancia y el rol que desempeña el médico y los especialistas.

Los doctores en la materia, con el patrocinio de Viatris, han generado una conversación multidisciplinar sobre el abordaje clínico, emocional y social de los pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas, partiendo del modelo “El Médico de la Puerta de al Lado”, como ejemplo de cómo el conocimiento compartido, la empatía y la colaboración interprofesional pueden mejorar significativamente el recorrido del paciente pediátrico.

La mesa, moderada por la periodista de la casa Belén Tobalina, de ATuSalud, ha contado con la presencia de los siguientes ponentes: el doctor Raúl de Lucas, jefe de sección de Dermatología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz; la Dra. Ángela Hernández, dermatóloga adjunta del Hospital Infantil Niño Jesús; el Dr. Pablo Rodríguez del Río, adjunto en el Servicio de Alergia del Hospital Infantil Niño Jesús y tutor de residentes; y el Dr. Pedro Herranz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz.

Como paso previo al debate, Paulo Borges, director de la Unidad de Negocio de Prescripción en Viatris España ha agradecido la participación de los doctores, afirmando que “su trabajo y dedicación transforman vidas más allá de la piel, recordando siempre la importancia del enfoque humano en la medicina y la empatía con el paciente”. El directivo ha subrayado que detrás de cada síntoma de la piel existe una enfermedad compleja que merece una atención integral. “Nos sentimos especialmente vinculados al cuidado dermatológico, porque sabemos que los cuidados cutáneos tienen un impacto clínico, emocional, social y psicológico muy relevante en las personas”. Concluía Borges su intervención con una cita del doctor Olavide, padre de la dermatología española: “La piel es el reflejo fiel de las dolencias internas. Es el primer libro en el que el médico puede leer los secretos del organismo”.

Retos de la dermatitis atópica y de enfermedades alérgicas

Raúl de Lucas inició su intervención en la mesa coloquio afirmando que a pesar de que hoy en día los dermatólogos cuentan con muchos recursos para tratar a los pacientes con dermatitis atópica, estos no son ilimitados. Por este motivo ve necesario valorar y cuantificar la gravedad de cada patología para elegir el mejor tratamiento. “Es un verdadero puzle lo que hacemos cada día en la consulta”. El especialista ha añadido que la mayoría de los pacientes vienen contaminados de información y éstos deben tener en cuenta que cada caso requiere de su tratamiento en función de la gravedad de su patología.

En la misma dirección opina Pedro Herranz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz, que ha puesto en valor el desarrollo y los avances alcanzados en capacidad terapéutica. Afirma que el mayor reto es que cada vez existen pacientes demandantes más complejos, y tenemos que gestionarlos a diario. La psoriasis, la dermatitis atópica, en el pasado eran enfermedades tratadas de una forma muy empírica. Ahora, fruto del desarrollo de la industria es posible dar a cada paciente el fármaco que necesita. En cualquier caso afirma que “los medios no son infinitos y los doctores nos ponemos el reto de conceder los tratamientos que realmente funcionan”.

Para Pablo Rodríguez, el mayor desafío sigue siendo la capacidad de administrar el tratamiento a los pacientes. “La media de tiempo de atención en el servicio sanitario es de 20 minutos para pacientes nuevos, y de 15 minutos para revisiones. Es un problema de tiempo” afirma, ya que tenemos los conocimientos y recursos materiales, que en ocasiones son caros, pero hay que saber jugar con ellos, aludiendo a la falta de personal.

El doctor atribuye el incremento de casos dentro de la sociedad al estilo de vida occidental que llevamos, a la exposición a la contaminación y los micro plásticos, y al tipo de alimentación, lo que ha contribuido a dañar la barrera epitelial.

La Dra. Ángela Hernández, nombrada recientemente presidenta de la Sociedad Europea de Dermatología Pediátrica (ESPD), destaca que “los pediatras tienen un papel muy importante que desempeñar hasta que el paciente pueda ver al especialista”. Aboga por potenciar la formación a los pediatras para que puedan abordar las patologías desde los instantes iniciales en que se producen los primeros síntomas. “La dermatitis atópica no es una alergia y es algo que debemos hacer entender a la sociedad”, afirma.

Cabe recordar que la marcha atópica, también conocida como marcha alérgica, describe la progresión de las enfermedades alérgicas en una persona a lo largo del tiempo. Comienza a menudo con dermatitis atópica y alergia alimentaria en la infancia, para evolucionar hacia otras patologías como rinitis alérgica, asma en la edad escolar y la adolescencia, así como síntomas más graves como anafilaxia. La moderadora lanzó la pregunta sobre por qué los inyectores no están recogidos por el Ministerio de Sanidad como medicamento estratégico, a lo que Pablo Rodríguez contestó que la anafilaxia es un elemento potencialmente mortal y precisa de un tratamiento que te puede salvar como es la adrenalina. Así, “yo tampoco entiendo que no esté incluido como medicamento clave. Habrá que preguntárselo al regulador”, contestó.

Conocimiento compartido y trabajo multidisciplinar

Como destaca Pedro Herranz, “sabemos que después de la pandemia no hemos sido capaces de recuperar la normalidad y entendemos que los plazos son inadmisibles”, haciendo referencia a que la lista de espera en hospitales públicos es de casi un año en revisiones, y de cuatro a seis meses en primeras consultas, lo cual no tiene ningún sentido. “Llegamos tarde, mal y a destiempo, con un gasto mayor por ineficiencia en pacientes en los que la enfermedad ya ha avanzado”.

Para el dermatólogo del Hospital Universitario La Paz es necesario trabajar con conocimiento compartido junto con atención primaria y pediatría para priorizar y recuperar la equidad y darle al paciente lo que necesita en tiempo y forma. “No tenemos la culpa de que se nos llenen las listas de espera de casos menos importantes, lo que implica que hace falta sentido común” puntualiza. Raúl de Lucas señala que “a día de hoy, tenemos toda la presión en los hospitales”. Los doctores coinciden en afirmar que los problemas de coordinación en la anulación de citas no dependen tanto del paciente, ni de los médicos, sino más bien del sistema. En pacientes adultos o mayores es complicado forzarles a usar la tecnología para citaciones electrónicas. Lo ideal es poder uniformar la forma de trabajar y no emular lo que ocurre con el uso de la tecnología en sectores como la banca online.

Para poder iniciar el tratamiento en el momento adecuado es necesario el trabajo en equipo. “Con el trabajo multidisciplinar ganamos todos” afirma Raúl de Lucas, secundado por el resto de doctores que participaron en la mesa debate. Ángela Hernández afirma que “con el trabajo multidisciplinar el paciente es el primer beneficiado”, añadiendo que “los que participamos podemos tener una visión más global de lo que le sucede al paciente”. La doctora afirma que en España hay un esfuerzo para crear centros de referencia nacional donde la experiencia de todos los médicos es altísima. “Buscamos la excelencia en los tratamientos, aunando la experiencia clínica, con la captación de talento y redes colaborativas para que todo el mundo participe. La dermatitis atópica es una red de trabajo que nos necesita mucho” concluye Ángela Hernández.

También fueron abordados muchos otros temas igual de relevantes sobre cómo mejorar la marcha atópica. La teleasistencia, por ejemplo, es algo que está funcionando en determinadas comunidades autónomas donde los pacientes no tienen cerca ni disponen de medios para visitar al especialista. Como conclusión, el conocimiento compartido, la empatía y la colaboración interprofesional son elementos clave para mejorar significativamente el recorrido del paciente pediátrico, especialmente en casos como el abordado en el Foro Dermatología sobre marcha atópica.