Opinión
A Trump le estorba la OMS
Quien manda en la OMS no es Trump sino Bill Gates
Trump se ha salido de la OMS porque es consciente de que, pagando una millonada por sostener esta institución, le estorba más que ayuda en su política sanitaria. Además de que no manda en ella, siendo ese el auténtico problema de fondo.
La Organización Mundialista, controlada por Bill Gates a través de los patrocinios de dos de sus fundaciones, es la punta de lanza de los partidarios del Gobierno Mundial. Biden, Macron, Trudeau y hasta Sánchez se han posicionado a favor de delegar en la OMS la soberanía sanitaria del mundo.
El argumento esgrimido es que la Covid-19 fue una pandemia global y que, dado el actual estilo de vida, cada vez vamos a tener más enfermedades que surgirán simultáneamente, se llamen covid, viruela del mono o gripe aviar. De ahí que diferentes estados postulen esa gobernanza, que coordinará y dictará toda la normativa a cumplir en materia de mascarillas, vacunas, restricciones de viaje, confinamientos y vigilancia digital. Lo que haya que hacer se dictará desde la OMS, no desde los gobiernos nacionales. Y quien manda en la OMS no es Trump sino Bill Gates, motivo por el que ha surgido también un movimiento de colegiados médicos críticos, que estima que la gestión de la pandemia por parte de la OMS fue errática, amén de entender que es una organización de carácter político no elegida por nadie y controlada por instituciones privadas que, bajo la pantalla del altruismo, esconden intereses particulares.
De modo que resulta fácil entender por qué Trump no quiere saber nada de la OMS, al menos mientras funcione como ahora. Durante la pandemia se quejó de la pinza que le estaban haciendo Bill Gates y Anthony Fauci, uno desde la OMS y el otro de la Niaid, imponiendo medidas equivocadas con las que no estaba de acuerdo.