
Pacientes
Vivir esclavizados por el síndrome de Südeck sin tenerlo
Un 90% de los pacientes recupera la función de sus extremidades tras pasar por quirófano

Dolor muy intenso, hinchazón, rigidez y cambios en la temperatura y color de la piel son algunos de los síntomas más frecuentes del síndrome de Südeck, también conocido como distrofia simpática refleja o Síndrome de Dolor Regional Complejo.
Es un trastorno crónico muy doloroso que afecta a las extremidades y que puede ocasionar consecuencias muy graves en quien lo sufre. Generalmente ocurre después de un traumatismo, como una fractura o cirugía. De ahí que el cirujano Paul Südeck describiera en el año 1900 esta enfermedad como una «inflamación de curación trastornada». Pero también puede darse tras haber sufrido alguna patología infecciosa, así como aparecer sin una causa aparente.
Y no solo. También podría deberse a una comprensión del nervio, es decir, no ser una patología en sí. O no al menos en todos los casos diagnosticados.
Es lo que sostiene el doctor Francisco Piñal, jefe de Servicio de Cirugía de Mano y Muñeca del Hospital Universitario La Luz de Madrid. Fruto de su trabajo de investigación durante más de 25 años, considera que tras los diagnósticos de distrofia simpática refleja se encuentran a veces patologías no identificadas.
«En un estudio reciente hemos comprobado que aproximadamente un tercio de los pacientes diagnosticados con síndrome de Südeck presenta en realidad otras patologías de origen mecánico, especialmente secundarias a fracturas de muñeca. En estos casos existen anomalías estructurales que pueden corregirse quirúrgicamente», explica Piñal.
«El resto de los pacientes –prosigue el doctor– sí presentan un cuadro compatible con el auténtico síndrome de Südeck, una entidad que, lejos de ser incurable, puede tratarse con buenos resultados».
Las fracturas intervenidas de forma inadecuada en el área de la muñeca están en el origen de muchos de estos diagnósticos erróneos que en realidad enmascaraban casos de artritis reumatoide, fracturas de metacarpiano, prótesis mal colocadas, dolor continuo en el nervio o cuadros de compresión del nervio mediano.
Cirugía
«Muchas de las confusiones diagnósticas se producen tras fracturas de muñeca, aunque cualquier lesión mal consolidada o con afectación nerviosa puede originar dolor persistente que se confunda con un síndrome de Südeck. Por eso es fundamental realizar un diagnóstico preciso que permita identificar la causa real del dolor o la disfunción. No todos los casos corresponden a un síndrome de Südeck; en ocasiones puede tratarse de una alteración mecánica que requiere un abordaje distinto. Un diagnóstico adecuado es clave para orientar el tratamiento y favorecer la recuperación», detalla.
Mediante un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo, el doctor restaura la funcionalidad de la mano y elimina el dolor. Este especialista ha realizado al menos 225 intervenciones en los últimos tiempos. «Nuestra cirugía actúa sobre los nervios. No se trata tanto de descomprimir, sino de eliminar los focos de irritación nerviosa, que pueden localizarse a distintos niveles: mano, codo, cuello o, en el caso de la extremidad inferior, rodilla o tobillo. El objetivo es restaurar un entorno neural libre de conflicto mecánico», detalla el experto que asegura que gracias a esta técnica «este síndrome ha pasado ser una enfermedad incurable (sobre todo en formas crónicas) a curaciones de más de 90%».
Todo un logro, porque son pacientes que tienen una «vida esclavizada por la enfermedad», pues muchos acaban polimedicados con opiáceos. En cambio, «tras la intervención, los pacientes recuperan la función y dejan de depender de analgésicos o fármacos neuropáticos», asegura el doctor.
Y no son precisamente pocos los afectados. Piñal ha podido establecer que «alrededor del 60–70% de los casos diagnosticados como síndrome de Südeck corresponden a cuadros relacionados con el nervio mediano».
«La confusión se debe a que la neuroestenalgia del mediano tiene un componente de compresión, mientras que el síndrome irritativo del nervio mediano no tiene nada que ver con el túnel carpiano, ya que no se trata de una compresión del nervio. Es decir, su fisiopatología y su mecanismo de desarrollo son distintos», incide.
«Las pruebas actuales no miden el dolor ni localizan la causa última de la irritación, por lo que muchos de estos casos se interpretan erróneamente como un síndrome de Südeck, en el sentido de una enfermedad incurable cuando en realidad tiene cura», añade.
Y el error no se circunscribe a las extremidades superiores. Así, como explica el doctor Piñal, «en las inferiores también vemos cada vez más casos diagnosticados como síndrome de Südeck que en realidad corresponden a irritaciones de nervios periféricos. No es el nervio mediano, naturalmente, sino otros nervios que pueden presentar un mecanismo similar de irritación. Es un fenómeno más frecuente de lo que se pensaba» y que afecta sin haber una explicación clara sobre todo a las mujeres, «en el 90% de los casos».
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