Caza

¿Qué enfermedades están sufriendo los conejos?

Durante las últimas décadas su población se ha visto muy mermada por dos enfermedades: la mixomatosis y la enfermedad vírica hemorrágica

Conejo de monte
Conejo de monteSergio GómezLa Razón

El conejo de monte es un animal tan característico de la Península Ibérica que incluso el nombre de España proviene de este animal. Hispania proviene del fenicio i-spn-ya, un término cuyo uso está documentado desde el segundo milenio antes de Cristo. Los fenicios al llegar a las costas de nuestra península bautizaron la región como i-shepham-im, que se podría traducir como costa o isla de conejos. Es más, una de las primeras monedas que acuñaron llevaba grabada la imagen de un conejo. Posteriormente los romanos tomaron la denominación de los vencidos cartagineses, y le dieron aHispania el significado de tierra abundante en conejos.

Así pues, históricamente nuestro país ha estado poblado por conejos desde hace milenios, pero en las últimas décadas su población se ha visto muy mermada y mucha culpa de esta situación la tienen la aparición de dos enfermedades: la mixomatosis en 1954 y la enfermedad vírica hemorrágica (NHV) en 1987.

La mixomatosis

La mixomatosis es una enfermedad infecciosa, contagiosa y vírica que afecta a los lepóridos exclusivamente y principalmente al conejo de monte.

Esta enfermedad se descubrió en Sudamérica a finales del siglo XIX y se extendió por las poblaciones de conejos silvestres de todo el continente. No obstante, esta cepa original no era tan dañina como la que hemos conocido en Europa posteriormente. La expansión de la mixomatosis en Europa la debemos a la intervención del hombre. En la década de los 50 un médico bacteriólogo francés llamado Paul-Félix Armand-Delille decidió introducir el virus inoculándolo en su finca privada para comprobar la efectividad de la transmisión del virus y reducir así la población de conejos que se había convertido en un problema en Francia para la agricultura debido a la gran prolificidad del conejo. Sin embargo, el experimento que supuso un éxito en cuanto a que puedo ver reducida la población de este animal hasta en más de un 90% se descontroló totalmente al transmitirse el virus a otros animales fuera de la finca. La rapidísima transmisión del virus hizo que en poco tiempo el sur de Europa se viera afectado por esta rápida extensión y las poblaciones de conejo se redujeran enormemente.

En España, esta enfermedad afectó a depredadores dependientes de los conejos, como las rapaces y en particular el lince ibérico, un animal cuya dieta se basa en el conejo y cuyas especiales características hacen que no sea capaz de adaptarse a un cambio de la misma. La aparición y extensión de esta enfermedad produce un problema en el equilibrio de las poblaciones y altera gravemente el ecosistema.

La enfermedad se propaga principalmente por medio de las pulgas y mosquitos que toman el virus al picar a los animales infectados y posteriormente transmiten la enfermedad a otros conejos. También puede difundirse directamente de animal a animal o por contacto con objetos contaminados.

La mixomatosis es una enfermedad estacional produciéndose su mayor incidencia en primavera y verano mientras que en otoño e invierno prácticamente desaparece. Afecta por igual a todos los conejos si bien en los gazapos de menos de un mes de vida la enfermedad parce encontrar una mayor resistencia. Los síntomas de la mixomatosis son muy evidentes y podemos ver como el conejo sufre una conjuntivitis progresiva y muy agresiva que acaba por manifestarse en unos ojos muy hinchados. El animal sufre de altas temperaturas de hasta 42 grados y en los casos más graves el conejo muere antes de las 48 horas.

En la imagen, un conejo afectado de mixomatosis. El animal sufre una conjuntivitis progresiva y muy agresiva que acaba por manifestarse en unos ojos muy hinchados | Fuente: fotografía de archivo
En la imagen, un conejo afectado de mixomatosis. El animal sufre una conjuntivitis progresiva y muy agresiva que acaba por manifestarse en unos ojos muy hinchados | Fuente: fotografía de archivolarazon

La enfermedad hemorrágica vírica

La enfermedad hemorrágica vírica o neumonía hemorrágica vírica (NHV) es una enfermedad infecciosa, extremadamente contagiosa y de origen vírico.

La NHV fue vista por primera vez en los años 80 y aunque no se conocen con rigurosidad los orígenes de esta enfermedad, el primer brote conocido ocurrió en China en 1984 y fue propagado por conejos que habían sido importados desde Europa. En menos de un año esta enfermedad había matado 14 millones de conejos domésticos en China y para finales de 1990, se registraron brotes en 40 países. La NHV es causada por un virus del que parece que circulan diferentes cepas.

La NHV se transmite por contacto directo con animales infectados o a través de cualquier objeto contaminado. Los conejos pueden adquirir esta enfermedad por vía oral, nasal o conjuntival lo que hace que su transmisión sea muy fácil.

Es una enfermedad que aparece repentinamente en los cotos de caza y diezma las poblaciones de conejos. Los gazapos normalmente son resistentes a ella, pero los ejemplares adultos son los que la sufren. Los reproductores mueren repentinamente y a veces sin sintomatología evidente. En caso de presentar síntomas éstos son la expulsión de sangre con espuma a través de los orificios nasales y síntomas nerviosos. La muerte es debida al fallo simultáneo de distintos órganos vitales; disfuncionan pulmones, riñones, bazo y sobre todo el hígado.

Soluciones

Para combatir contra estas enfermedades disponemos hoy en día de vacunas. Del mismo modo y para prevenir la mixomatosis una buena desinfección y desparasitación del animal hará que no contraiga la enfermedad. Sin embargo, los animales objetos de caza son conejos de monte silvestres, es decir, no podemos tener un control sobre ellos tan exhaustivo por lo que estas enfermedades cuando aparecen siguen haciendo mella en los cotos de toda España. En el caso de una explotación o criadero de conejos podemos disponer de una buena higiene, desinfección y vacunación. De hecho, en aquellos cotos de caza donde las poblaciones han desaparecido o están cerca de hacerlo la repoblación con conejos criados en granjas cinegéticas son una buena solución para mantener sana la población de conejos y mantener el equilibrio del medio. Recordemos que el conejo es un eslabón fundamental en la cadena trófica de nuestro ecosistema.