Salud
¿El antibiótico sirve para curar un resfriado en niños? ¿Y si hay moco verde?
Las enfermedades infecciosas son causadas por diferentes tipos de gérmenes como las bacterias, los hongos, los virus, o los parásitos, entre otros
Una infección puede estar causada por diferentes gérmenes, y no ser sinónimo exclusivo de que haya un origen bacteriano y que por tanto sea necesario iniciar un tratamiento con un antibiótico. Estos fármacos están indicados cuando la infección es de origen bacteriano y no sirve de nada para tratar virus, no debemos olvidarlo.
“Las enfermedades infecciosas (entre ellas los resfriados) son causadas por diferentes tipos de gérmenes como las bacterias, los hongos, los virus, o los parásitos, entre otros. Cada tipo de germen precisa de un tratamiento concreto para poder erradicar la infección o controlarla y algunos ni siquiera tienen un tratamiento específico y efectivo actualmente, como en el caso de los virus. De entre todos los tratamientos, los antibióticos son aquellos fármacos que sirven para tratar las infecciones bacterianas”, concreta la doctora Clara Requena, peditatra del Hospital Quirónsalud Valencia.
Así, si los resfriados son causados por virus y los antibióticos tratan las bacterias, no sirve de nada tomarlo para tratar el resfriado, según insiste la especialista. “Es como matar moscas a cañonazos, vamos. Administrar un antibiótico a una enfermedad vírica ni la cura, ni acorta el proceso, ni tampoco previene la aparición de futuras complicaciones. El tratamiento de estos procesos es sintomático, de forma que solo podremos tomar analgésico y antitérmicos para el malestar y la fiebre, antihistamínicos para la congestión, entre otros, y sobre todo, tener paciencia, dejando que la enfermedad siga su curso natural”, aclara.
Entonces, ¿por qué el médico tras un resfriado largo o fuerte nos manda antibiótico? Esto se debe, según justifica Requena, a que en el curso natural de cualquier resfriado puede haber dos caminos: El primero hacia la resolución de la enfermedad por sí misma; y el segundo, hacia una complicación o sobreinfección bacteriana (aparición de una otitis, o de una neumonía, o bien que el proceso durara mucho más de lo esperado).
“En estos casos, y siempre bajo valoración médica, sí estaría indicada la pauta de un antibiótico. La toma de antibióticos de forma errónea y su abuso puede producir resistencias a los mismos por las bacterias que viven en nuestro organismo de forma habitual. Esto generaría que cuando de verdad nos hagan falta no hicieran el efecto pleno esperado”, advierte la experta de Quirónsalud Valencia.
Por tanto, según destaca, los antibióticos sólo deben tomarse bajo prescripción médica, y sólo cuando de verdad estén indicados, bien porque la patología sea de origen bacteriano, o bien porque haya aparecido algún tipo de complicación o sobreinfección bacteriana.
La razón del moco verde
Por otro lado, una creencia errónea que debemos desterrar, a su juicio, es que el antibiótico está indicado cuando aparece el moco verde durante un resfriado. “El color de la mucosidad se relaciona más con la evolución y la duración de las infecciones respiratorias, que con la causa en sí misma. Si es transparente y acuoso esto significa que el catarro se encuentra en fase inicial; después suelen ser blanquecinos y un poco más espesos; para después ser amarillentos, cada vez más oscuros, debido a que la inflamación de la mucosa por parte de la infección continúa. El color verde se identificaría así con la fase final del resfriado, aunque sea la que más nos agobia a todos”, reconoce.
Y es que, según explica, este cambio de color en la mucosidad se debe a la lucha que se libra en nuestro moco entre los neutrófilos (un tipo de células de defensa) y los virus: “Durante esta batalla, los neutrófilos segregan peroxidasa, que es una enzima muy rica en hierro, la que da esa tonalidad verdosa a los mocos. Contra más dura la batalla, más cantidad de neutrófilos y peroxidasa hay en el moco”.
Cuándo está indicado el antibiótico
Por eso, y para saber en qué momento está indicado el tratamiento con antibiótico de una infección, la pediatra de Quirónsalud ve oportuno diferenciar cuál es la causa del mismo, y para ello ve fundamental en este contexto de pandemia el distinguir un cuadro de COVID, de una gripe, de un resfriado.
“La duración, por lo general, de los resfriados es de unos días, mientras que la gripe semanas; la fiebre es leve o ausente en resfriados, y moderada o alta en las gripes; los síntomas no respiratorios son mucho más frecuentes, y algunos exclusivos de los procesos gripales, como el cansancio, la debilidad, los dolores musculares, la cefalea, o la diarrea; predominan los síntomas respiratorios (congestión, tos, mucosidad, estornudos) más intensos en los resfriados; la tos es más seca en la gripe, pero húmeda o de mucosidad en los resfriados; a su vez, el periodo de incubación es más rápido en la gripe (18-36 horas), frente al resfriado (48-72 horas)”, detalla la pediatra.
En cuanto a la infección por SARS-CoV-2, la Asociación Española de Pediatría mantiene que los niños generalmente desarrollan formas de la enfermedad menos graves que las personas adultas, y con mejor pronóstico; aunque reconoce que también pueden tener infecciones asintomáticas. Entre otros síntomas apunta a:
.-Síntomas respiratorios: los más frecuentes son los de una infección de vía respiratoria superior (tipo catarro o resfriado) como tos, fiebre, dolor de garganta, mucosidad. Algunos casos pueden tener dolores musculares, sensación de falta de aire o dolor en el pecho.
.-Síntomas gastrointestinales: en los niños también vemos con frecuencia afectación digestiva con náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, disminución del apetito.
.-Manifestaciones cutáneas: se ha descrito afectación de la piel con manchas rojizas o violáceas, erupciones generalizadas, habones y lesiones tipo sabañones en zonas distales (dedos).
.-Dolor de cabeza, anosmia (pérdida del olfato), ageusia (pérdida del gusto).
.-Síndrome inflamatorio multisistémico: parece tratarse de una respuesta inflamatoria tardía a la infección por SARS-CoV-2. Es una de las formas más graves de la infección en niños. Habitualmente cursa con fiebre alta y síntomas digestivos (sobre todo dolor abdominal intenso).
“Siempre ante la duda, se debe consultar con un especialista, quien previsiblemente nos recomendará acudir a un centro sanitario a realizarse una prueba de COVID, y sin miedo al contagio, puesto que estas instalaciones han diseñado circuitos libres del SARS-CoV-2. Además, muchos centros cuentan con protocolos de desinfección más exigentes de lo habitual, como es el caso del Hospital Quirónsalud Valencia, y por el que ha conseguido el sello ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’.
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