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Un equipo mentor y un comité de ética, gran valor añadido del SAD de Clece

El Servicio de Asistencia a Domicilio de Clece ha incorporado recientemente dos nuevas herramientas para asistir el trabajo de calidad de sus auxiliares: por un lado, el equipo mentor, diseñado para ofrecer asesoramiento y herramientas en el caso de detectar situaciones especiales en los hogares a los que acuden, y por otro, el comité de ética, cuyo objetivo es resolver cualquier problemática que pueda surgir en el plano ético y establecer protocolos de actuación, con aspectos tan actuales como la vacunación frente a la COVID-19

Clece puso en marcha hace unos meses dos iniciativas para mantener la calidad de de su Servicio de Asistencia a Domicilio.
Clece puso en marcha hace unos meses dos iniciativas para mantener la calidad de de su Servicio de Asistencia a Domicilio.Diego SánchezLa Razón

Siempre con la mirada en la mejor atención final al usuario, Clece puso en marcha hace unos meses dos iniciativas para mantener la calidad de de su Servicio de Asistencia a Domicilio y mejorar en aquellas situaciones que requieran una actuación especial. Y es que este, el SAD, es uno de los recursos más importantes y utilizados en el cuidado a los mayores, ya que presta una atención personalizada y directa y permite que estas personas puedan seguir viviendo cómodamente en sus casas.

Estas dos iniciativas son la formación de un equipo mentor al que los auxiliares pueden acudir en caso de duda o de necesidad que hayan podido identificar en algunos de sus turnos, y la constitución de un comité de ética que permita el consejo y decisión de especialistas en casos de consultas, elaboración de protocolos, etc. Ambas están concebidas no solo para asistir a los trabajadores, sino también para mejorar la calidad del trabajo que se presta y repercutir así en la atención que se da a los usuarios.

“Todo lo que podamos hacer por mejorar la atención a domicilio es muy importante”

El equipo mentor nace para ayudar a las auxiliares a contar con las herramientas necesarias para el desempeño de sus tareas de una forma eficiente y que resulta beneficioso, no solo para ellos, sino también para el usuario.

Está formado por un grupo de 8 coordinadoras de Clece que trabajan todas las mañanas y, una vez por semana, hacen guardia por las tardes y están accesibles a través del email, el teléfono o incluso con cita previa. Estas profesionales tienen un perfil multidisciplinar y cuentan con la experiencia y actitud necesarias para resolver aquellas situaciones que requieran de un complemento extra a la formación de los auxiliares.

Iratxe Lindosa, supervisora de enlace SAD, cuenta que el origen de este equipo se debe a la “experiencia de varios años de los auxiliares, cuyo servicio es fundamental”. Su trabajo es el de acudir a los domicilios de los mayores que lo solicitan y ayudarles en tareas cotidianas como la compra, el aseo o la cocina y darles compañía y escucharles cuando lo necesitan.

Pero no solo eso. “Muchos mayores viven en situaciones de soledad no deseada y se sienten muy vulnerables”, cuenta Lindosa. El Servicio de Asistencia a Domicilio es, en algunos casos, el único contacto humano que tienen. En el caso de que un auxiliar detecte esto, puede acudir al equipo mentor para recibir información y asistencia sobre cómo proceder y mejorar la situación del usuario. Como siempre trabajan de la mano de Servicios Sociales, la coordinación del equipo mentor podría derivar el caso a las autoridades, si lo considerase conveniente.

“Los auxiliares son, en muchas ocasiones, sus pies y sus manos”, apunta Lindosa, “y, por ello, todo lo que podamos hacer por mejorar la atención a domicilio es muy importante”. La supervisora pone el énfasis en la importancia de este servicio, ya que es uno de los recursos más utilizados por los usuarios. También, porque es muy valioso para ellos, puesto que les permite seguir viviendo en sus hogares, con sus cosas, cerca de sus amigos y vecinos. “De esta forma, no se institucionaliza a la persona hasta que no es absolutamente necesario”, concluye.

La situación de pandemia también propició la creación de este equipo mentor, ya que disparó las dudas entre los trabajadores. Aunque desde el primer día se adoptaron medidas de seguridad y protocolos nuevos de actuación que se implantaron de forma inmediata, existía cierta incertidumbre. “Como era normal, tenían miedo, porque al final están trabajando de forma muy directa con un grupo de alto riesgo”, explica esta empleada de Clece. Gracias a este equipo mentor, se han elaborado vídeos tutoriales y se han preparado infografías y trípticos con rutas de reparto de material, temas burocráticos, protocolos...

Para Lindosa, el beneficio es general: “No solo ha sido muy bien acogido por los auxiliares, sino que además los usuarios y sus familias están mucho más tranquilos sabiendo que se les está dando un servicio de mayor calidad”.

“Creamos un entorno mucho más humano”

El Servicio de Asistencia a Domicilio desempeña una labor diaria para la que es crucial, además del trabajo del auxiliar, la disponibilidad de unos protocolos actualizados, claros y accesibles. Precisamente, para evitar una concentración de responsabilidad de los empleados en determinados casos especiales y dar apoyo en la toma de decisiones con conocimiento y experiencia, nace el comité de ética del SAD de Clece.

Este comité tiene por función velar por los derechos de las personas usuarias de nuestro servicio a domicilio y resolver los conflictos éticos o bioéticos que puedan surgir en un momento dado. A través de su constitución, diferentes expertos estudian los casos y ofrecen recomendaciones para situaciones concretas de algún usuario o para establecer prácticas generales para varias personas si es necesario.

Así lo explica Nashira López, que trabaja en el departamento de gestión de calidad del SAD y es miembro actual de este comité: “Damos apoyo a todas esas personas que trabajan en coordinación y a las auxiliares que se encuentren con un conflicto ético y no sepan cómo abordar”. De esta forma, indica López, “no tienen que decidir en solitario, sino que se ponen en contacto con el comité y este toma una decisión basada en el análisis crítico, siempre velando por los derechos de los usuarios del SAD”.

Algunos de los asuntos de los que se ocupa este comité, han sido cómo organizar la vacunación de los usuarios a petición de las autoridades sanitarias o el desarrollo de protocolos de administración de medicaciones o tratamientos de personas con necesidades específicas. “En el caso de que falten indicaciones, estudiamos todas las perspectivas y damos una respuesta basada en la especialidad que proceda, ya sea bioética, jurídica…”, comenta Nashira López.

Por todo esto, este comité de ética está formado por personal del SAD de muy diferentes disciplinas: trabajadores sociales, psicólogos, responsables, jefes de servicio… Y en caso de ser procedente, también están a su disposición otros departamentos, como algunos técnicos o el equipo jurídico de la empresa. Juntos, se reúnen de forma ordinaria, aunque también están sujetos a convocatorias extraordinarias, si alguna situación urgente lo requiere.

Para López, este comité de ética es muy positivo, además de “porque se pueden tratar, aislados del murmullo social, algunos temas de manera interdisciplinar y evita tomar decisiones a corto plazo”, por su carácter prudente. Y es que, en sus propias palabras, “El comité de ética siempre garantiza que se van a preservar los derechos de todas las personas implicadas y, por ello, contribuye a construir un trato mejor y un entorno mucho más humano”.