Caza
Cartuchos para la media veda
La cercana apertura de la media veda hará que los cazadores disfruten de entretenidas jornadas cinegéticas donde el cartucho a elegir se torna esencial.
La llegada del verano, con la apertura de la media veda para cazar codornices, palomas y conejos supone la antesala de la tan ansiada temporada cinegética y más aún después de un año marcado por la pandemia, los confinamientos y en definitiva la imposibilidad de salir a practicar al caza para muchos aficionados.
La llegada de las codornices africanas a las latitudes peninsulares se repite como cada primavera. Y en este año donde la climatología a priori parece haber sido muy buena para el desarrollo de las especies cinegéticas está contribuyendo con sus últimas lluvias a que las cosechas de cereal sean tardías y por lo tanto están otorgando un buen margen de seguridad a las codornices para sacar adelante sus nidadas. El mayor problema al que se enfrenta la reina de la media veda es a la destrucción de sus nidos por cosechas precoces. La codorniz hace de los campos de trigo su refugio y alimento y este año parece que la agricultura respetará más que otros años a la codorniz.
De igual modo, las palomas cobran su mayor importancia como especie cinegética en al llegar la apertura de la media veda. Tórtolas, torcaces y bravías han hecho durante años las delicias de muchos cazadores. Así mismo, el conejo, especie tan valorada donde las haya dentro de la caza menor, será el objetivo de otros muchos cazadores acompañados de sus perros.
No obstante, cada especie requiere una modalidad de caza, un esfuerzo distinto y por supuesto unos cartuchos específicos. La elección de un buen cartucho puede suponer la diferencia entre capturar una pieza o perderla.
La oferta en cartuchería para escopeta es muy elevada hoy en día y elegir entre uno u otro cartucho puede tornarse aburrido o incluso confuso. Sí que es recomendable hacer uso de los gramajes correctos para cada especie y dentro de ellos usar cartuchos de calidad, de fábricas con experiencia y que supongan un plomeo efectivo y con poco retroceso. Firmas como la española J&G Excopesa que exportan a más de 60 países produciendo más de 50 millones de cartuchos al año hablan por sí solas y demuestran que no hay que salir al extranjero para fabricar cartuchos de primera calidad.
Para la codorniz, plomos del 9 o 10 son los más idóneos. El cazador de codornices no se expondrá a un tiro complicado normalmente; la pequeña gallinácea suele levantar el vuelo muy cerca del cazador haciendo una trayectoria bastante recta que no presenta dificultad en el tiro. Cartuchos de 30 gramos como los son óptimos.
Para el conejo dependerá de la modalidad en que sean cazados, pero normalmente y por su rápido arranque ofrecen un tiro más complicado. El cazador debe hacer gala de sus reflejos y disparar rápido. Cartuchos con plomos del número 7 u 8 son los más indicados. Debido al encare rápido que precisa esta pieza también son recomendables los cartuchos dispersantes. 32 gramos de carga se tornan muy correctos.
Y para las famosas palomas ya dependerá mucho de la cantidad de disparos que se vayan a hacer y sobre todo de la distancia de los mismos. No será igual cazar unas torcaces al salto en una dehesa donde el tiro será más o menos cercano que disparar sobre las palomas en vuelo en un puesto siendo estos tiros muy lejanos. J&G ofrece una gama especial de caza con cartuchos indicados para cada especie y en paloma se muestran óptimos los plomos del 7 y del 6. J&G Especial Caza ofrece cargas de 32,34 y 36 para poder elegir. Las menores cargas ofrecen un menor retroceso, aunque también disponen de esta amplia oferta de cartuchos para el calibre 20. Este calibre, al ser más suave en sus disparos es cada vez más demandado no solo por los más jóvenes y los más veteranos sino también por muchos cazadores que encuentran en él armas más livianas para soportar mejor las jornadas de caza. A cada pieza, su cartucho.
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