Investigación

Misterio en torno a los restos del Apóstol Santiago

Un estudio forense señala que el cráneo y algunos huesos de la capilla de las Reliquias pertenecen realmente a Santiago el Mayor, el Patrón de España, y no al Menor, como se cree hasta ahora

Cientos de miles de peregrinos acuden cada año a Compostela, la tumba del apóstol Santiago
Cientos de miles de peregrinos acuden cada año a Compostela, la tumba del apóstol Santiagolarazon

na investigación del antropólogo y forense Fernando Serrulla sobre restos de un cráneo analizado hace tres décadas, y que conserva la catedral de Santiago de Compostela, plantea dudas de que pertenezcan al apóstol Santiago el Menor. Serrulla indica en un artículo publicado por la revista científica «Forensic Antropology», de la Universidad de Florida, que los restos de cráneo y otros huesos hallados en la capilla de las Reliquias de la catedral compostelana corresponden a los de un individuo adulto que sufrió una agresión en la cabeza «producida por un instrumento de corte afilado como una espada», según recoge Efe.

Esos restos eran atribuidos a Santiago Alfeo, uno de los doce apóstoles, aunque hay dudas de que puedan ser también de Santiago Zebedeo, más conocido como Santiago el Mayor, otro apóstol en cuyo honor se erigió el templo que hay en la actual capital de Galicia y Patrón de España, pese a que no hay pruebas documentales de que hubiera salido nunca de su tierra natal, los actuales territorios palestinos.

Serrulla, experto en Antropología Forense, señala que los fragmentos que analizó corresponden a los de «un hombre mayor de 35 años» con una herida en la cabeza «producida antes de una lesión parietal» e indica que se debe «probablemente al resultado de una ejecución» conocida como la de los «tres golpes», practicada por una espada en la época de la invasión romana. Sin embargo, constata que ese tercer golpe de espada, consistente en segmentar la cabeza para separarla del cuerpo, no se dio en este caso, según su análisis.

El «perfil biológico» de los restos «no permite eliminar» la posibilidad de que «sea bien Santiago Alfeo o Santiago el Mayor la persona a la que pertenece ese cráneo», indica en el artículo de la citada revista de la Universidad de Florida.

«Los signos de trauma hallados en los huesos del cráneo muestran signos de decapitación», apunta Serrulla, y concluye que en base al supuesto martirio descrito por algunos historiadores y la Iglesia católica, existe la hipótesis de que bien los restos podrían no pertenecer a Santiago el Menor sino a Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, pese a que supuestamente están contenidos en el féretro sellado hace siglos por decisión papal.

Los restos de Santiago el Mayor no siempre estuvieron bajo el altar mayor de la basílica compostelana –como se creía hasta ayer–. De hecho, el cuerpo del Apóstol vivió una auténtica odisea, que empezó en Palestina, atravesó todo un océano y lo llevó a permanecer oculto durante siglos hasta en dos ocasiones. La primera, cuando sus discípulos le dieron sepultura, por fin, en tierras hispánicas. La segunda, en pleno siglo XVI, cuando se decidió esconder las reliquias del Apóstol ante el temor de un ataque del corsario inglés Drake.

Los restos del Apóstol se guardaron en algún punto de la Catedral. Y allí permanecieron, escondidos, hasta el siglo XIX. No fue hasta el año 1879 cuando el cardenal Payá se propuso localizar no solo las reliquias del Apóstol, sino también verificarlas. El 29 de enero de 1879 aparecieron unos restos en la pequeña capilla que está junto detrás del altar mayor de la Catedral.

Tras el descubrimiento, Payá encargó a varios expertos un informe que demostrase la pertenencia de esos huesos al Apóstol y sus discípulos. El 1 de noviembre de 1884 el Papa León XIII, mediante la bula Deus Omnipotens, confirmó como auténticos los restos encontrados, al tiempo que invitaba a los católicos a volver a peregrinar a Compostela. Y para fomentarlo declaró 1885 como Año Jubilar extraordinario.

Desde el s. IX los reyes de la Reconquista reconocieron al apóstol Santiago como Patrón de España, y establecieron el Voto de Santiago, que consistía en que las tierras conquistadas debían hacer todos los años una ofrenda obligatoria de bienes a la Catedral de Santiago, en agradecimiento por la intercesión del Apóstol. Años antes, en el 1630, el Papa Urbano VIII había declarado al apóstol Santiago único Patrón de España.

Una venganza tras el robo del Códice hace 10 años

El 7 de julio del 2011, hace poco más de 10 años, el templo compostelano sufrió la desaparición del Códice, una joya literaria a la altura en valor artístico del mismísimo pórtico de la Gloria. Los primeros informes policiales hablaban de un posible robo por encargo de un coleccionista multimillonario o de una banda para colocarlo en el mercado negro por unos 10 millones de euros. Pero ni lo uno, ni lo otro. Fue Manuel Fernández Castiñeiras, que había sido electricista de la catedral durante más de dos décadas y que quiso vengarse por su despido.