Europa obliga a sus sanitarios a ponerse la vacuna

Ante lo que se ha calificado como «pandemia de los no vacunados», cada vez hay más países europeos que están poniendo contra las cuerdas a los que se resisten a ser inmunizados. Según han informado los medios del país, el Gobierno de Bélgica ha iniciado los trámites para retirar la licencia a aquellos miembros del personal sanitario que no hayan recibido la vacuna contra el coronavirus antes del próximo 1 de abril. El proyecto de ley ha sido presentado por el ministro federal de sanidad Fran Vandenbrocke y ha recibido el respaldo del comité de consulta sobre la pandemia. Está previsto que la ley sea refrendada antes de finales de este año.

Esta nueva legislación afectaría a médicos y enfermeros pero también a otros profesionales como socorristas o farmacéuticos. El país pionero en exigir la vacunación para poder seguir atendiendo a los pacientes fue Francia. En el caso de Italia, el gobierno presidido por Mario Draghiha ido más allá, ya que ha obligado a recibir los antídotos contra el coronavirus a todos los trabajadores desde el pasado 15 de octubre, independientemente del sector al que se dediquen, ya sea en el ámbito público o en empresas privadas. El incumplimiento acarrea multas de hasta 1.000 euros y suspensión de empleo y sueldo, aunque no el despido.

En realidad, a los trabajadores, ya sea por cuenta propia o ajena, se les obliga a tener a punto su certificado covid, que también incluye, si no se ha recibido la vacuna, una prueba PCR negativa. Pero la imposibilidad de llevar a cabo test de manera continua cada dos días hace que de facto se haya obligado a los empleados a ser inoculados. Tan sólo quedan exentos de esta norma los trabajadores autónomos que proveen de sus servicios desde sus domicilios y no necesitan relacionarse con otros empleados.

En cuanto a Bélgica, los últimos datos fechados el 2 de noviembre aseguran que el 75% de los adultos han recibido al menos una dosis y el 74,4% la pauta completa. A pesar de esto, destacan las diferencias regionales con la capital como punto negro. El 80% de vacunados en Flandes contrasta con el 69,2% en Valonia y el 55,2% en Bruselas.

De hecho, se ha vuelto habitual en los últimos meses en la capital comunitaria que furgonetas con lossueros monodosis Janssense trasladen a los barrios con mayor número de indecisos para convencerles de la necesidad de recibir la vacuna. A menudo estas zonas coinciden con una alta presencia de inmigrantes y población más joven. En el caso del barrio de Molenbeek , tristemente conocido por sus conexiones con el yihadismo, tan sólo se ha inmunizado al 43% de los residentes.

Como modo de promover la vacunación, el país implantó en el mes de octubre la obligatoriedad de utilizar el covid safe ticket, la versión belga del certificado covid europeo, para poder acceder al interior de la hostelería, centros deportivos y espectáculos culturales.

Ante la laxitud de la aplicación en una primera fase, las autoridades han estrechado en celo en las últimas semanas, al poner en marcha sanciones más duras para aquellos que no respeten la nueva normativa y controles policiales aleatorios. Además, se ha vuelto a endurecer la legislación sobre el uso de mascarillas en los interiores y las autoridad también ha defendido la necesidad de volver al teletrabajo.

Otro caso similar es Inglaterra. Sus sanitarios del sector público estarán obligados a recibir la pauta completa de vacunación contra la Covid-19, según anunció ayer el Gobierno británico. Se espera que se establezca una fecha límite para el 1 de abril del próximo año para que el personal no vacunado tenga tiempo para recibir ambas dosis inmunizadoras.

En el NHS (Sistema Nacional de Salud), más del 92% del personal de primera línea ha recibido ya su primera dosis y el 89% está completamente vacunado, una estadística que supera a la de la población en edad laboral general, donde alrededor del 81% ha recibido ambas dosis. No obstante, aún quedan más de 100.000 sanitarios que, por distintas razones, ha optado por no vacunarse.

Hasta la fecha, las vacunas solo eran obligatorias para los cuidadores que trabajan en residencias de ancianos. Pero ahora la medida también se aplicará a los que están en hospitales. En un principio se barajó la posibilidad de obligar también a ponerse la vacuna contra la gripe. Pero finalmente esta no será necesaria a menos que el sanitario la demande. Para las dosis de covid habrá exenciones para aquellos que justifiquen razones médicas y los que no están en contacto cara a cara con los pacientes en su trabajo.

En una declaración en la Cámara de los Comunes, el ministro de Sanidad, Sajid Javid, que hay preocupación de que algunas personas pudieran optar ahora por dejar sus trabajos. No obstante, recalcó que después de considerar las respuestas, así como los consejos de los directivos del NHS, se ha concluido que todos los que trabajan en el NHS y la atención social tendrían que vacunarse. «Debemos evitar daños prevenibles y proteger a los pacientes, proteger a los colegas en el NHS y, por supuesto, proteger al propio NHS», matizó. No obstante, recalcó que «ningún trabajador no vacunado debería ser considerado un chivo expiatorio o avergonzado. Todo el mundo debería recibir apoyo para que haga una elección positiva», añadió.

La medida, de momento, sólo se aplicará en Inglaterra. Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen sus propias competencias y aún no han tomado una decisión al respecto.

El número de casos diarios confirmados sigue siendo alto, pero este martes fue el sexto día consecutivo en que la cifra llegó a menos de 40.000, con 33.559 casos reportados. Se informaron otras 262 muertes, frente a las 293 del mismo día de la semana pasada.