A Tu Salud

La otra pandemia

La obesidad aumenta el riesgo de padecer ansiedad y depresión

Se asocia con afectación de la función cognitiva e, incluso, con el desarrollo de importantes trastornos mentales

Madrid no sale mal parada en un estudio sobre los hábitos de alimentación
Madrid no sale mal parada en un estudio sobre los hábitos de alimentaciónSandra R. PovedaSandra R. Poveda

Tradicionalmente, estamos acostumbrados a escuchar acerca de los efectos de la obesidad en el organismo, con foco en las complicaciones relacionadas con la acumulación de tejido adiposo a nivel abdominal, como el hígado graso o la diabetes. Pero, cada vez más, los expertos alertan de que se trata de una “enfermedad global”, que afecta a todos los órganos.

Lo útimo en hacerse manifiesto es su vinculación con el sistema nervioso central, afectando negativamente a la función cognitiva y llegando a estar directamente implicada en el desarollo de importantes trastornos mentales, como depresión, ansiedad, baja autoestima, fobias, personalidad antisocial y estrés, entre otros .

“Afecta a toda la economía de nuestro organismo, incluyendo al sistema nervioso central”, destaca el vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) Albert Lecube, que recuerda que “a estas complicaciones no se les suele prestar al debida atención pero condicionan extremadamente la calidad de vida de los pacientes y sus relaciones”.

Así lo ha puesto de manifiesto este lunes la tras el congreso que ha reunido a más de trescientos expertos en Málaga. En este encuentro, los expertos que han intervenido en diferentes sesiones se han centrado en desvelar las complejas y crecientes evidencias que asocian la presencia de obesidad con una afectación de la función cognitiva y la salud mental.

Según el presidente de la SEEDO, Francisco Tinahones, “hay más porcentaje de depresión y ansiedad” en los pacientes con obesidad y parece existir también un mayor riesgo de deterioro cognitivo en estas personas, que no obstante es modulable y potencialmente recuperable.

Uno de los expertos que ha contribuido a conocer de primera mano los nuevos factores implicados en la cognición en estos pacientes es José Manuel Fernández, del Hospital Universitario Josep Trueta (Girona) e investigador del CIBERobn.

Sus estudios han conseguido cambiar rasgos de memoria en ratones mediante el trasplante de microbiota procedente de pacientes, lo que pone de manifiesto el potencial interés de modificar la microbiota con finalidades terapéuticas en pacientes obesos con alteraciones cognitivas.

Estos trabajos son importantes para comprender “por qué las personas con obesidad podrían tener un peor rendimiento en las funciones ejecutivas”, más allá de las complicaciones asociadas a la obesidad, al incorporar la microbiota intestinal como “diana de posibles tratamientos en el futuro”, apunta la presidenta electa de la SEEDO, María del Mar Malagón.

Un trabajo de septiembre de 2021, realizado con 46 niños, 16 chicos y 30 chicas entre 8 y 12 años mostró que la inflamación crónica inducida por el exceso de peso corporal tiene una gran influencia sobre el deterioro cognitivo. l. La mayoría de los niños con obesidad presentaron deterioro cognitivo, con mayor grado de deterioro en comparación con el observado en los demás grupos- niños con sobrepeso o normopeso. Por otro lado se observó que los niños con sobrepeso aún tienen posibilidad de evitar el desarrollo del padecimiento si corrigen sus hábitos, ya que los resultados de este grupo fueron similares a los del grupo con normopeso.

En el congreso se ha puesto el acento en que la obesidad “sigue estando infravalorada y maltratada” y que los pacientes “siguen siendo culpabilizados, estigmatizados e incomprendidos”, además de carecer la financiación de los fármacos que “han demostrado eficacia y seguridad”, señala Tinahones.

También se ha incidido en el impacto negativo que ha tenido la pandemia de coronavirus en las cirugías bariátricas, pues las listas de espera se han incrementado y en muchos territorios son “de años”, ha denunciado.