Mascotas

Nuestro mejor amigo, preparado para el frío

Los cambios bruscos de temperatura pueden resultar perjudiciales para los perros

Un hombre camina junto a su perro por una calles cubierta de nieve
Un hombre camina junto a su perro por una calles cubierta de nieveEsteban CoboEFE

En las épocas invernales todos los organismos vivos se encuentran más expuestos, las inclemencias del tiempo suelen ser las responsables de peligrosas bajadas de defensas y de sus indeseables consecuencias.

Es por esto por lo que todo propietario responsable debe prevenir e intentar evitar todo aquello que suponga un riesgo sanitario para su mejor amigo; entre las principales actuaciones deberíamos tener muy presentes las siguientes:

-Evitar cambios bruscos de temperatura:

Si nuestro perro lleva horas plácidamente dormido cerca de un radiador, si descansa sobre el calor que fluye de forma continua de nuestro suelo radiante, si de repente le ponemos el collar, la correa y salimos a la calle donde se encontrará con temperaturas realmente extremas, es más que posible que la radical variación térmica llegue a afectar finalmente, en mayor o menor medida, a alguno de sus territorios orgánicos.

Para intentar paliar esta situación deberíamos procurar que el perro tuviera una transición térmica… ¿Cómo? retirándolo de las áreas de calor unos minutos antes de salir, debemos estimular nuestro ingenio y nuestro sentido común para que la variación térmica no sea un problema.

- Evitar el agua:

También es fácil decirlo y difícil conseguirlo; cuando el paseo ha de realizarse bajo un espeso manto de lluvia, lo más lógico, por muchos medios que dispongamos para prevenir, es que el animal llegue más o menos mojado a casa. La humedad residual de un perro que no ha sido correctamente secado podrá afectar a su piel y a su pelo en distintos grados. Pero esa humedad también provoca una predisposición a la alteración de las defensas y a la aparición de las consiguientes patologías.

Antes de salir de casa podemos dotar a nuestro buen amigo de alguno de los distintos accesorios para evitar el agua: abrigos, chubasqueros... seguro que más de uno considera «excesivo» el uso de estos complementos en los animales de compañía... pero si con estos medios a nuestro alcance conseguimos evitar problemas de salud, ¡bienvenidos sean!

No debemos olvidar que, al llegar a casa, si el animal se encuentra mojado, debemos secarlo concienzudamente: primero con toalla y posteriormente, si es necesario, con secador. Ninguna parte del animal debe quedar húmeda. Si tenemos esta actuación presente estaremos evitando muchos problemas de salud.