Covid
Variante Ómicron: qué es la epistasis y como va a cambiar al virus
Las mutaciones pueden provocar cambios en el comportamiento de los virus
La pandemia provocada por el Covid-19 estalló el pasado mes de marzo de 2020. Desde entonces, el mundo ha vivido unos meses frenéticos donde la crisis sanitaria sufrida a raíz del coronavirus ha cambiado la vida de todos los habitantes del planeta.
Las vacunas dieron una tregua de contagios tras su administración a gran parte de la población aunque esta tendencia se haya revertido en las últimas semanas. La relajación de ciertas medidas junto a la llegada del frío han provocado un aumento en los contagios que ha vuelto a hacer subir todos los indicadores.
Además, la aparición de una nueva variante del coronavirus Ómicron ha vuelto a encender las alarmas. Esta fue detectada por primera vez en Sudáfrica aunque se ha extendido rápidamente alrededor del mundo.
Los virus se caracterizan por evolucionar y adaptarse, algo que el Covid también ha realizado desde su aparición. Las sucesivas variantes han provocado dudas en los científicos llevando a estos a luchar contrarreloj.
Esta nueva variante cuenta con unas características especiales que la hacen única y, además, más peligrosa. Todo ello reside en un concepto que consigue que Ómicron se diferencie en gran medida de otras variantes como Delta, la más abundante en los últimos meses.
Qué es la epistasis
Ómicron es la variante del virus que más mutaciones ha conseguido tener. Este hecho ha conseguido despertar las alarmas de la comunidad científica y empezar a trabajar en nuevos avances de la lucha contra el coronavirus.
Con alrededor de 50 mutaciones en comparación con el virus original, Ómicron cuenta con 26 únicas. Tras su aparición el 24 de noviembre en Sudáfrica los científicos han empezado a investigar acerca de esta variante para saber sus características y como enfrentarse a ella.
Aún así, no son las mutaciones lo que provoca su peligrosidad. Según los expertos la clave reside en entender como sus mutaciones interactúan entre si, un concepto llamado epistasis.
Este proceso supone los mayores problemas para los investigadores. Aunque puedan establecer como son las mutaciones de la variante, la interacción entre esas genera los problemas y los cambios.
Algunas variantes, como es el caso de Ómicron, son consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como alteraciones de “preocupación”. Sus mutaciones le dan el potencial de ser llegar a ser más contagiosas que las demás y provocar que la enfermedad más grave.
Además, este concepto también puede conseguir reducir el efecto de las vacunas. Esto lastraría por completo el proceso actual y los avances conseguidos en contagios y presión hospitalaria.
Aunque cada combinación pueda provocar diferentes efectos como por ejemplo ser más contagiosa, es la unión de varias de estas lo que provoca problemas. La variante Delta aunque no contaba con una mutación muy contagiosa si aumentó este riesgo debido a otras que fortalecían su transmisibilidad.
Así las cosas, la epistasis es muy impredecible y hacen falta semanas de estudio para saber más acerca de la variante. La clave para los investigadores reside en entender como las mutaciones interactúan entre ellas y poder saber las consecuencias.
Llegados a este punto, Ómicron parece tener una mayor carga de contagio aunque todavía es pronto para sacar conclusiones. Aun así, los investigadores luchan contrarreloj para saber como interactúan las más de 50 mutaciones que esta variante tiene.
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