Hogar

¿Por qué no debemos guardar la leche en la puerta de la nevera?

Para que los alimentos perecederos puedan conservarse mejor y durante más tiempo, debemos guardarlos en el lugar adecuado de la nevera

Una nevera llena de productos
Una nevera llena de productosPixabay

Sin cierta organización, cualquier hogar se convierte en un vórtice de acumulación y anarquía, que más pronto que tarde se convertirá en una fuente de estrés y conflicto entre los miembros de la familia. Pero si hay un espacio al que debemos prestar especial atención en nuestro hogar, ese es la nevera.

El orden y la limpieza son la norma que debe regir siempre en el interior de este electrodoméstico. Una nevera desorganizada no sólo hará que pueda almacenarse una menor cantidad de alimentos… eso es lo de menos. El gran problema del caos y la suciedad en una nevera es un problema de salubridad.

Una lección importante que debemos aprender para que los alimentos perecederos puedan conservarse mejor y durante más tiempo, es que cada parte de la nevera es de una manera y tiene diferentes funciones según el tipo de alimento que quieras depositar. No se trata de colocarlos donde resulte más fácil cogerlos, sino de mantener cada producto a la temperatura ideal para su conservación.

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En un artículo publicado por la revista “Mag”, asociada al periódico peruano “El Comercio”, sostiene que hay un hábito que repetimos en la mayoría de los hogares y que rompe frontalmente con esta norma tan esencial. Al parecer, no deberíamos guardar la leche en la puerta de nevera.

¿Por qué no debemos guardar la leche en la puerta?

La puerta es la zona menos fría de la nevera y es, además, la que está sometida a más cambios de temperatura. El hecho de que estemos abriendo y cerrando continuamente la puerta puede resultar muy perjudicial para productos delicados (como la leche) que no deberían romper la cadena de frío una vez han sido abiertos. El sitio adecuado para los cartones de leche es -en realidad- la parte media o baja de la nevera. Al parecer, este es el espacio donde más frío hace.

En realidad, este espacio estará mejor aprovechado cuando coloquemos productos como el kétchup, la mostaza, las mermeladas o los zumos. Y en las baldas más anchas de la puerta (esas que parecen diseñadas ad hoc para los bricks de leche) deberíamos guardar únicamente el agua, el vino y otras bebidas embotelladas.