Trucos de cocina

¿La carne de tus guisos siempre queda demasiado dura? Utiliza estos 8 sencillos trucos para ablandarla

Son muchas las posibles soluciones a que la textura de la carne haya quedado demasiado recia

El ablandador es un mazo diseñado -específicamente- para esta función| Fuente: Webandi / Pixabay
El ablandador es un mazo diseñado -específicamente- para esta función| Fuente: Webandi / PixabayLa Razón

Cuando empezamos a interesarnos por la cocina, uno de los problemas con los que nos topamos con más frecuencia es con que la carne nos haya quedado demasiado dura. Hay varios motivos por los que ha podido suceder:

El primero es que no se haya escogido un buen corte o que la pieza escogido no sea de buena calidad… o que el tipo de carne y el corte no le vaya bien a la receta que estamos preparando. El modo de cortar la carne también influye en su textura final. Si se ha cortado en contra de las fibras, seguramente nos encontraremos con una carne mucho más recia de lo que debería.

Otro motivo para que la carne quede dura puede ser la sal. Si la agregas al principio de la cocción, esto puede provocar que la carne pierda el líquido y se seque rápidamente. Es mejor añadir la sal al final para que la preparación quede bien sazonada. Por el mismo motivo, es importante sellar bien la carne antes de cocinarla para que conserve todos sus jugos.

Carne roja trinchada en un tenedor | Fuente: Dreamstime
Carne roja trinchada en un tenedor | Fuente: Dreamstimedreamstimedreamstime

Y por último, hay que tener en cuenta que a mayor tiempo de cocción, menor será la dureza de las carnes. Por lo mismo, debemos dejar reposar la preparación para que acabe de absorber bien todos los sabores del guiso. Esto ayuda a que la carne quede tierna y jugosa. Ahora bien, si lo que quieres es asegurarte de que la carne no va a quedar como una piedra una vez cocinada, puedes remediar la situación antes de meter la carne a la olla o antes de ponerla a la plancha con estos consejos:

1. Golpea la carne

Esta es la respuesta clásica al problema de la carne dura… y los clásicos son clásicos por algo. Así que, si te encuentras frente a este problema… esta debería ser la primera en tu lista de posibles soluciones. Lo mejor es utilizar un ablandador, que es un mazo diseñado a romper las fibras y los tejidos conectivos de la carne; pero si no tienes esta herramienta, siempre puedes utilizar el borde de un plato pequeño o un rodillo.

2. Un chorrito de vino, brandy o coñac

Cuando te enfrentes a un guiso potencialmente complicado, agrega un chorrito de algún alcohol cuyo sabor acompañe a la receta. Los guisos con carne suelen pedir un poquito de vino, de brandy o de coñac… pero siempre puedes echarle un poquito de creatividad.

3. Un corcho en la cazuela

Este es un truco que, a pesar de ser “muy de abuela”, funciona de maravilla (o quizás funciona porque es un truco muy de abuela). Cuando incorporamos el corcho de una botella de vino y lo dejamos cocinarse con el resto del guiso, podemos apreciar una sustancial mejora en lo que a la textura de la carne se refiere. Recuerda que esta misma estrategia se puede utilizar también con otros ingredientes como el pulpo, la sepia o los calamares.

Hay que tener mucho cuidado con la sal, porque con solo echar una pizca de más podemos arruinar un plato por completo | Fuente: Shutterstock
Hay que tener mucho cuidado con la sal, porque con solo echar una pizca de más podemos arruinar un plato por completo | Fuente: ShutterstockShutterstockShutterstock

4. Corta la carne en cuadrículas

Hay situaciones en las que la receta exige que el tamaño de la pieza de carne sea lo más grande posible y -por lo tanto- no deberíamos cortarla a la ligera. En estos casos, una buena alternativa para que la carne quede un poco más cocinada en su interior (que es la parte que suele quedar más dura), puede ser dibujar una cuadrícula con elcuchillo... haciendo cortes superficiales sobre la carne. De esta forma se acelera la cocción y conseguimos que los sabores penetren en la carne.

5. Introduce la carne en leche

Este también es un método tradicional y por lo tanto, ya ha probado su eficacia. Realiza pequeños cortes superficiales en la carne y sumérgelo en leche o yogur durante un mínimo de 2 horas. Antes de cocinarla, deja la carne sobre un colador para que todo el líquido se acabe drenando y desprendiendo de la carne. Una vez esté relativamente seca, mete la carne en la cazuela o ponla en la plancha... tal y como exija la receta.

6. Marinados y salmuera

Los ácidos del vinagre, del zumo de limón, del zumo de tomate, (…) son de gran ayuda a la hora de ablandar la carne. Basta con dejar la carne marinando -al menos- media hora y un máximo de 12 horas para notar el resultado. El mismo efecto tiene la mezcla de sal y agua (salmuera).

7. Bicarbonato de sodio

Este elemento parece ser la solución para todo en el hogar. El bicarbonato descompone las proteínas de la carne, haciéndola más suave y más tierna. Espolvoréalo por toda la pieza y déjala reposar en el frigorífico durante varias horas y después cocínala con normalidad.

Imagen de carne de stock
Imagen de carne de stockShutterbug7Creative Commons

8. Ablandador

Existen otras soluciones más imperfectas que las anteriormente mencionadas, como añadir azúcar, zumo de piña o de papaya, etc. Lo malo de estos ingredientes es que -si bien su efecto ablandador es enorme- dejan tras de sí un sabor y un aroma muy potente. Afortunadamente, existe una solución química que no sólo es perfectamente segura y efectiva, sino que también es absolutamente insípida: el ablandador de carne en polvo.

Lo único que debemos hacer para ablandar la carne es espolvorearla con el producto, mezclar bien y dejar actuar durante 1 o 2 horas. Después podremos cocinarlo con normalidad. Eso sí, recuerda consultar las instrucciones del fabricante, porquees posible que incluya algo de sal.