Lenguaje
¿Cuál es el origen de la expresión “estar de rodríguez”?
Esta frase hecha es una excepción a la regla, porque a diferencia de lo que ocurre con otras expresiones; en este caso, sí sabemos exactamente cuándo y cómo surgió
Una frase hecha es una expresión que tiene una forma fija, que tiene un sentido figurado y que es de uso común para los hablantes de una misma comunidad lingüística. Locuciones como “la ocasión la pintan calva”, “estar en Babia” o “ser más feo que Picio” se utilizan constantemente y en todos los niveles socioculturales de nuestro país y del mundo hispánico. Y sin embargo, pocas veces sabemos por qué las decimos.Sabemos cuál su significado, pero no sabemos por quéesas expresiones tan extrañas tienen esos significados tan concretos.
Por ejemplo, no sabemos quién era Picio y por qué su nombre se ha convertido en un sinónimo de algo o alguien feo o antiestético. Pero cuando la decimos, todo el mundo sabe que estamos hablando de que algo o alguien ha alcanzado unos niveles de fealdad sobresalientes. Otro buen ejemplo es la locución “por si las moscas”.... ¿por si las moscas qué?. Son muy pocos los que saben que esta expresión surgió -en realidad- de la costumbre de cubrir los alimentos con un paño para impedir que las moscas se posaran sobre ellos.
Pocas veces nos paramos a pensar en estas cosa. Seguimos utilizando estas frases hechas sin que eso nos suponga mayor problema. Ahora bien, las palabras son una de las herramientas más poderosas que tenemos los seres humanos para interactuar con el mundo que nos rodea. Por eso, convendría que -de vez en cuando- nos parasemos a pensar detenidamente en las palabras que salen de nuestra boca.
Hoy nos vamos a centrar en el caso de la expresión “estar de rodríguez”, que es un rara avis entre las expresiones populares de nuestro país. Porque a diferencia de lo que suele ocurrir con otras frases hechas... en este caso, sí sabemos exactamente cuándo y cómo surgió:
¿De dónde viene la expresión “estar de rodríguez”?
Concretamente, esta expresión nació en los años 60 del siglo pasado y quedó registrada en el diccionario de la RAE en el año 1975. El boom del sector turístico español democratizó la compra de viviendas vacacionales en la plata. Y era común que las familias fuesen allí de vez en cuando a pasar unos días y descansar. Bueno, en realidad, era un privilegio del que no podían disfrutar todos los miembros de la familia. Era común que los hombres se quedasen trabajando durante estos días, porque en aquella época no se disfrutaba de tantos días de vacaciones como ahora.
Mientras tanto, la madre de la familia (que solía ser ama de casa) y los niños, se iban unos días a la playa. Esta circunstancia colocaba al hombre en la situación engorrosa de ocuparse él mismo de las tareas del hogar, mientras que el resto de su familia estaba fuera. Como contraparte, esta situación también permitía que, al no tener a nadie en casa esperándole, podía quedarse más tiempo en el bar con sus amigos y podía aprovechar la situación para ser infiel.
En algún momento de esta década se popularizó tanto esto de llamar “rodríguez” a ese hombre que se quedaba sólo en la ciudad mientras su familia se iba de vacaciones, que en el año 1965, el director Pedro Lazaga estrenó “El cálido verano del Sr. Rodríguez”; una película donde se narra la historia de Pepe Rodríguez (José Luis López Vázquez), un hombre casado que aprovechó la ausencia de su familia para entablar una relación extramatrimonial. Más tarde se estrenó también “Tres suecas para tres rodríguez”, del mismo director, que ahondaba en la figura de estos hombres de mediana edad que se quedaban solos en casa.
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