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Así es la Siberia española que muy pocos conocen: temperaturas extremas y aislada del resto de la Península
Además de poseer un distintivo de la UNESCO, sus similitudes con la peculiar región de Rusia, incluso por la baja densidad de población, le hacen ganarse ese apodo
España es una nación que no tiene nada que envidiar al resto del mundo, y es que sus paisajes, historia, monumentos, territorios y demás suscitan un increíble interés entre el turismo internacional, lo que hace que sea el segundo país más visitado del planeta. No solo las personas de a pie, sino también organismos o prensa internacional muestran su enorme admiración hacia territorio español y hasta bautizan nuestros pueblos y ciudades con algún símil de otro lugar de la Tierra. Así, en la Península Ibérica se encuentra la conocida como "Siberia española", con temperaturas extremas, aislada y muy pocos habitantes.
Un lugar lejos de aquellos que todos los años se encuentran entre los pueblos más fríos de España. Ni en Castilla y León, ni en Aragón, ni cerca de los Pirineos en el norte peninsular, sino en Extremadura. Una comarca española con siglos de historia, aunque fue a partir del siglo XIX cuando recibió el sobrenombre de "Siberia española" por sus similitudes con la estepa rusa. También existen teorías que cuentan que este lugar se usaba como una zona de destierro al tratarse de un territorio recóndito.
No precisamente por sus temperaturas, que por supuesto no están cerca de los más de cincuenta grados bajo cero que la gélida región del noreste asiático registra anualmente. Ni siquiera su extensión, pero lo cierto es que el Embalse de La Serena, situado sobre el cauce del río Zújar, en la cuenca del Guadiana, al nordeste de la provincia de Badajoz (y en los límites con las de Cáceres, Toledo y Ciudad Real) sí puede recordar en ciertos sentidos a la región rusa.
Por qué a este lugar de España se le conoce como la "Siberia extremeña" y en qué se parece a la región de Rusia
Cuenta con una capacidad de 3.219hm3 y una superficie de 13.949 hectáreas, que se traduce en unos 530 kilómetros de costa, lo que permite a Extremadura presumir de ser la Comunidad Autónoma con más kilómetros de costa interior en toda España. El Embalse de La Serena es la extensión de costa de agua dulce más grande de toda España, y el tercero de Europa, solo por detrás del Embalse de Alqueva, en Portugal, y el de Kremasta, en Grecia.
Su apelativo de "Siberia" se popularizó hace ya más de un siglo, cuando se empezaron a proyectar infraestructuras como la creación del actual pantano y se vieron diversos rasgos que recordaban a estepa de Rusia. En primer lugar, el tratarse de una zona aislada, pues históricamente, la zona ha estado alejada de las capitales de provincia.
Por ende, las comunicaciones siempre han sido deficientes. Y además, una baja densidad de población, la cual está muy dispersa, una situación similar a la percepción que antiguamente se tenía de la Siberia del noreste asiático.
El Embalse de la Serena fue inaugurado en 1990 y sus usos principales son la regulación de caudal, el riego de alrededor de 14.000 hectáreas, el abastecimiento de agua a poblaciones y la generación de energía hidroeléctrica.
Lo cierto es que la "Siberia" de Extremadura, al contrario de la de Rusia, no registra temperaturas bajo cero, sino todo lo contrario. Es un lugar árido, que con la aparición del embalse pasó de ser un terreno seco a todo un "mar de interior" con extensos pastizales. La zona se caracteriza por uno veranos calurosos y secos, en una región que rozan temperaturas muy altas.
Este verano, Extremadura registró más de 45ºC en algunos puntos de la comunidad, lo que daba lugar a batir récords históricos en el territorio. Sin embargo, las temperaturas bajan drásticamente en invierno, en especial la del embalse, considerablemente más frescas que la del aire y que también dependen de las precipitaciones y la demanda del agua.
Qué ver en la Siberia Extremeña: una Reserva de la Biosfera de la UNESCO que muy pocos conocen en España
En definitiva, conviven cinco ecosistemas y la naturaleza del territorio le ha permitido tener el reconocimiento de Reserva de la Biosfera, un distintivo de la UNESCO otorgado gracias al valor de su biodiversidad. Asimismo, cuenta con hasta nueve playas de interior, de las cuales algunas tienen bandera azul, como Peloche, Los Calicantos o Puerto Peña.
A lo largo de la "Siberia extremeña", se pueden visitar una gran cantidad de pueblos como Herrera del Duque, Helechosa de los Montes, Bohonal o Fuenlabrada de los Montes. También Puebla de Alcocer y su castillo, una antigua fortificación árabe que hoy en día es punto de interés histórico y que todavía conserva gran parte de sus altísimos muros de piedra, además de la Torre del Homenaje.
Quizás, el lugar más emblemático sea el Cerro Masatrigo, una montaña totalmente rodeada por las aguas del embalse y Moumento Natural de Extremadura. Otros lugares de interés son la Fortaleza de Lares, la Reserva Natural del Cíjara o el yacimiento del Dolmen de Valdecaballeros.