OCDE
La brecha educativa: la mitad norte de España, con casi el doble de nivel formativo que el sur
Si en el País Vasco el 55,7% tienen educación superior, en Ceuta solo el 21%. Se dispara la escolarización de niños de 0 a 3 años, que alcanza tasas del 41%. Aumenta el gasto en Educación, pero no se corresponde con los resultados académicos
Conseguir un alto nivel educativo supone un mayor desarrollo para los países y fortalece las sociedades y economías en su conjunto. Por eso todos trabajan desarrollando políticas para alcanzar ese objetivo. En España, el último estudio de la OCDE, presentado hoy, sobre el panorama de la educación, constata una circunstancia relevante: la amplia brecha educativa autonómica que persiste a nivel de formación de los ciudadanos españoles entre el norte y el sur de España en la población de 25 a 65 años. Si observamos los datos de punta a punta del país, en comunidades autónomas como el País Vasco, el 55,7% de sus ciudadanos tienen educación superior o universitaria (justamente una de las Comunidades autónomas que saca mejores resultados en PISA), casi el doble que otras comunidades autónomas ya que, si bajamos la mirada al sur, en Ceuta solo representan el 21,2%; si bien esta es una ciudad autónoma con características singulares. Madrid se sitúa como la segunda autonomía donde el porcentaje de ciudadanos con una formación más alta es mayor (50,5%), mientras que en el grupo de “los mejores” también figuran Cantabria (49,4%), Navarra (48,3%), Cataluña (44,8%), Aragón (42,9%) o Castilla y León (40,8%).
En la mitad sur de España el porcentaje de titulados superiores oscila entre el 21,2% de Ceuta y el 35,8% de Andalucía, el 38,6% de la Comunidad Valenciana o el 34,5% de Extremadura.
La OCDE detalla en su informe que esta circunstancia de País Vasco y Madrid, que los sitúa en el número uno del podio en la educación superior (FP de grado superior y formación universitaria) y con un porcentaje menor de personas con niveles educativos más bajos, en parte, con que hay un elevado número de personas empleadas en la Administración regional que tienen formación universitaria. Además, las ciudades son más propensas a albergar universidades.
Sin embargo, también detalla que parte del logro educativo tiene también importantes implicaciones políticas. Así, “algunas regiones dentro de un país pueden enfrentar escasez de trabajadores cualificados mientras que, en otras, los trabajadores con las mismas calificaciones están desempleados. Por tanto, es importante ir más allá de las medidas nacionales y desarrollar políticas que puedan adaptarse a los contextos regionales”, detalla el informe.
Ismael Sanz, profesor de la URJC/Funcas puntualiza que estas diferencias norte-sur “provienen ya del pasado, por el mayor nivel de alfabetización que tradicionalmente ha habido en las regiones del norte de España y el centro desde el siglo XIX”, aunque también detalla que "hay comunidades autónomas muy dinámicas, como la de Madrid, que facilitan que haya proyectos empresariales, de emprendimiento, centros hospitalarios...Y eso atrae a personas cualificadas”. Por eso, que autonomías como la madrileña haya hecho una apuesta por la creación de empresas y sea un hub de la educación superior y la salud "tiene incidencia en que haya una mayor concentración de ciudadanos cualificados”. Eso significa que muchas personas con alto nivel de formación vienen a la capital y “representa un problema para el resto de autonomías porque financian la formación de jóvenes para que vayan a la universidad y acaban llevando todo su potencial a Madrid o País Vasco, lo que demuestra que solo una buena educación no lo hace todo. Hay que conseguir que esas personas formadas puedan desarrollar su carrera profesional en su región”.
Al hilo de esta misma cuestión, Antonio Cabrales, catedrático de Economía de la Universidad Carlos III asegura que “no es raro que sitios más ricos como Madrid, Cataluña o el País Vasco tengan más titulados universitarios. Lo que es más curioso es el fenómeno de lugares como Castilla La Mancha y Asturias, que en renta no se diferencian en más de un 10% y en cambio tiene casi un tercio más de titulados universitarios (del 33% al 43%). Pero eso es menos sorprendente cuando miras los datos de PISA. Asturias tiene una puntuación muy cerca de la media europea (algo como 490, si no recuerdo mal) y Castilla-La Mancha está significativamente por debajo (470). Hay muchos factores que lo explican, pero uno muy curioso es que históricamente las regiones del Sur han sido más desiguales que las del Norte en lo que afecta a la distribución de la tierra. En Asturias, Galicia o Castilla y León no había tanto latifundio y mucho más pequeño propietario. Y eso tiene consecuencias en educación”.
La OCDE constata otra máxima que viene manteniendo informe tras informe: que existe una correlación clara entre un nivel educativo alto y menores tasas de desempleo: a menor nivel educativo, mayor es la posibilidad de estar desempleados. Así, si volvemos de nuevo a la comparativa norte-sur, la tasa de paro del País Vasco es del 8%, mientras que la de Ceuta es significativamente más alta al situarse en el 29,51%.
Sin embargo, España en su conjunto puede estar orgullosa del nivel de población que ha alcanzado una educación superior (41,4%), si nos comparamos con el resto de países europeos, ya que supera la media de la OCDE (40,7%) y la de UE25 (37,3%).
La otra brecha que cerrar es la de la formación intermedia en España, ya que hay un elevado número de puestos de trabajo por cubrir. Sin embargo, el 35,5% de la población entre 25 y 64 años tiene como mucho la ESO o ni siquiera la ha terminado.
El informe apunta otro hecho relevante en España, como es la alta escolarización en el tramo de edad de 0-3 años, una de las más altas de la OCDE y de la UE, ya que ha aumentado casi diez puntos entre 2013 y 2022. Así, en España el 41,3% de los bebés de 0-3 años va a una escuela infantil. Solo nos superan Suecia, donde la escolarización es del 47,3% y Noruega, que alcanza el 58,9%. Los expertos aseguran que una formación a edades más tempranas reduce las posibilidades de fracaso escolar en el futuro, además de tener otros beneficios, como el desarrollo cognitivo, emocional, mejora de habilidades sociales o un mayor desarrollo del lenguaje, pero se da la circunstancias de que en los países donde los permisos de maternidad son más extensos, los padres posponen la escolarización en esa etapa.
Gasto por estudiante
El gasto por estudiantes ha aumentado en España en los últimos años, más incluso que en el resto de países de la OCDE, pero sigue siendo inferior al resto de países con una economía similar a la española, especialmente en lo que afecta a la educación universitaria. En concreto, en Primaria España destina 10.181 dólares por estudiante, frente a los 11.902 de promedio de la OCDE; en Secundaria, aumenta ligeramente a los 12.541 dólares, frete a los 13.324 de la OCDE y en FP de grado superior y formación universitaria la cantidad sube hasta los 15.654 dólares por estudiante, cuando en la OCDE es de 20.499 dólares.
"Este aumento refleja un compromiso continuo con la mejora de la calidad educativa, pero es importante seguir monitorizando cómo se distribuyen estos recursos para maximizar su impacto en el rendimiento académico y asegurar que este crecimiento se traduzca en mejoras sostenibles a largo plazo", explica Sanz. Y es que, a la vista del informe de la OCDE, no hay una relación lineal entre gasto y resultados académicos. "El gasto por estudiante (un 1,8% anual) no siempre se traduce en mejores resultados en pruebas como PISA. España se encuentra en una posición intermedia, lo que sugiere que optimizar la asignación de recursos podría ser una estrategia clave para mejorar el rendimiento", añade el experto. Por eso, "invertir más no siempre significa obtener mejores resultados, sino que es crucial centrarse en áreas estratégicas que apoyen el aprendizaje de calidad".
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