Almería

Más de cinco años sin positivos en Palomares

Desde 1966, 120 análisis de radionucleidos realizados a los vecinos han dado positivo, pero en ningún caso ha habido riesgo para la salud, según el Ciemat. ¿Por qué, si sigue contaminado?

Más de cinco años sin positivos en Palomares
Más de cinco años sin positivos en Palomareslarazon

Desde 1966, 120 análisis de radionucleidos realizados a los vecinos han dado positivo, pero en ningún caso ha habido riesgo para la salud, según el Ciemat. ¿Por qué, si sigue contaminado?

El 17 de enero de 1966, un avión militar estadounidense modelo B-52 colisionó con un avión cisterna mientras realizaba una maniobra de repostaje de combustión en pleno vuelo. De las cuatro bombas termonucleares que llevaba el bombardero, dos se detonaron al chocar contra el suelo, dispersando parte del material radioactivo que contenían en la localidad de Palomares, en Almería. El domingo se cumplen 50 años del accidente . Cinco décadas después, la contaminación continúa.

En taxi para los tests

Y por eso todos los años los vecinos que quieran someterse a pruebas van a Madrid. «Seis veces he ido para hacerme el reconocimiento médico. La última vez fue hace tres años y como no di positivo no he tenido que volver. Pero este año me toca ir. El Ciemat nos hace los chequeos en dos épocas, octubre-noviembre y abril-mayo. Siempre se sale los domingos en taxi y se vuelve el martes», explica Maribel Alarcón, alcaldesa de Palomares y concejala de Hacienda de Cuevas de Almanzora. «La verdad es que los vecinos vamos sin ninguna preocupación». Eso se debe a que desde el incidente, el Ciemat chequea anualmente a 150 personas y «nunca se ha podido asociar ningún efecto diferente por vivir en esta zona» fruto de la contaminación, explica Yolanda Benito, directora del departamento de Medio Ambiente del Ciemat. Se han realizado 5.029 exámenes médicos y de dosimetría interna por bioeliminación (test de orina excretada en 24 horas), y desde 1966 únicamente «120 análisis han dado positivo en radionucleidos. Y en los últimos cinco o seis años ninguna analítica ha salido positiva».

¿Cómo es eso posible, si Palomares continúa contaminada por plutonio 50 años después? «El problema del plutonio y del americio (producto de la desintegración del plutonio), dos radionucleidos de radiación alfa, es si los ingieres», explica el investigador del CSIC Eduardo Rodríguez-Farré. Esto es porque no es lo mismo la radiación gamma, que la beta o la alfa. Y en el caso del plutonio y del americio la contaminación es «alfa. Si está en el exterior, si la tuviera encima de su mesa con una hoja de papel gruesa la frenaría, ya que por ser un radionucleido pesado no tiene capacidad de penetración. Si fuera cobalto, ni con una lámina de plomo la podría frenar. Y si fuera beta, con unas láminas finas se protegería». Y según el Ciemat, la estimación de dosis anual por ingestión para el periodo 1995-2010 fue 0,006 milisivert (mSv) al año. Un rango muy inferior al límite legal de radiación para el público (1 mSv al año). Ahora bien, «la dosis interna es muy complicada de calcular y de detectar, por lo que aunque no digo que no sean ciertos los datos del Ciemat, tengo mis reservas», afirma Farré, que añade que «se han hecho más estudios científicos por las bombas que cayeron en el mar al norte de Groenlandia que en Palomares».