Reto Pelayo Vida

Cinco vencedoras del cáncer a la conquista de la Patagonia

Las seleccionadas recorrerán en 10 días de trekking invernal un circuito de 70 kilómetros que circunvala el Cerro Fitz Roy y el Cerro Torre

Cinco mujeres que han padecido cáncer viven la aventura en el Reto Pelayo Vida.
Imagen de la edición de 2015 al Kilimanjaro, el techo de ÁfricaReto Pelayo Vida

Hoy comienza de forma oficial la novena edición del Reto Pelayo Vida, un importante proyecto deportivo de sensibilización sobre la prevención del cáncer a escala internacional, y que este año llevará a las cinco mujeres seleccionadas a la mayor extensión de hielo «no polar» del mundo, situada en los Andes patagónicos, en la frontera entre Argentina y Chile.

Anna Blanco (Valencia), Yolanda Cerezo (Madrid), Kica Echanove (Toledo), Sonia Saiz (Santander) y Laura Villa (Teruel) ya han superado la gran prueba de su vida, un cáncer, y ahora se embarcan en un desafío elegido con el que quieren poner su cuerpo y mente al límite y convertirse en esperanza para las miles de personas que en estos momentos sufren la enfermedad, transmitiéndoles ánimo y fuerza.

Durante 10 días desde hoy se adentrarán en el inhóspito campo de hielo patagónico sur, la tercera extensión helada más grande del mundo tras la Antártida y Groenlandia. Se compone de casi 16.800 kilómetros cuadrados de puro hielo y roca a lo largo de 350 kilómetros de largo.

Las expedicionarias realizarán un circuito de 70 kilómetros circunvalando los espectaculares cerros Fitz Roy (3.405 metros) y Torre (3.133 metros), para después atacar la cumbre del «nutatak» o Cerro Gorra Blanca (2.920 metros). Un «nunatak» es una punta de roca aislada que sobresale de los hielos y destaca en el paisaje glaciar. Su nombre viene dado por la formación de nieve y hielo de su cumbre, asemejándose a una gigantesca «gorra blanca». Todo ello bajo la dirección técnica de la alpinista y campeona nacional Rocío Monteoliva.

El Reto Pelayo Vida Patagonia 2023 será la primera expedición en la placa de hielo continental llevada a cabo por un equipo formado única y exclusivamente por mujeres supervivientes de cáncer.

El objetivo final del Reto Pelayo es sensibilizar a las instituciones sobre la importancia de la investigación, la detección precoz y el cribado, para lo que es necesario invertir en ciencia. Las participantes hacen un llamamiento sobre la necesidad de pruebas preventivas, piden a todas las mujeres que acudan a hacerse mamografías de control y a que se autoexploren; además de insistir en practicar deporte y mantener una alimentación sana. Casi un 40% de los casos de cáncer son evitables siguiendo hábitos de vida saludable.

Escala internacional

El Reto Pelayo Vida es el mayor proyecto deportivo de sensibilización sobre la prevención del cáncer de la mujer que existe a escala internacional y este año celebra su novena edición.

En el mes de marzo de 2015, y tras la muerte de uno de sus mejores amigos víctima del cáncer a los 39 años de edad, el periodista y escritor Eric Frattini, fundador de Trex Exploring, ideó un ascenso de cinco mujeres supervivientes de cáncer al monte Kilimanjaro, el techo de África.

El 29 de septiembre de 2015, a las 06:15 hora en Tanzania, Carmen, Araceli, Rosa, Eva y María alcanzaron el pico Uhuru, la cima del Kilimanjaro, la montaña más alta de África. Aquella primera aventura fue el inicio del Reto Pelayo Vida.

Desde entonces, y cada año, cinco mujeres que han padecido un cáncer han logrado realizar una proeza única para demostrar que puede haber mucha vida después del cáncer.

Las 8 expediciones hasta ahora del Reto Pelayo Vida son: Kilimanjaro 2015, Trasatlántica 2016, Polar 2017, Annapurna Bike 2018, Andes 2019, Vuelta a España 2020, 66 Norte 2021 y Jordania 2023, a las que se suma este año la novena edición: Patagonia 2023.

Las cifras de estas 9 ediciones hablan por sí solas: más de 103.480 kilómetros recorridos –lo que equivale a 2 vueltas y media al globo terráqueo–; 2.449 mujeres supervivientes presentadas como candidatas de 14 países; 15 fronteras traspasadas; y 19 premios obtenidos, incluida una mención especial de la NASA, el de las 100 Mejores Ideas Empresariales del Año, Mujer del Año de la Prensa de Madrid a las mujeres participantes del Reto Pelayo Vida o el Juan Sebastián Elcano que concede la Armada y la Asociación Cádiz por Elcano.

Es un desafío con un alto nivel de exigencia en lo deportivo por la exigencia de la dura prueba a la que deberán enfrentarse en un escenario de hielo, alta montaña, muy bajas temperaturas y fortísimos vientos, por lo que es necesario que las participantes estén en un excelente estado físico y psicológico. Por ello se realizaron pruebas físicas y entrenamientos bajo la dirección de un gran equipo técnico de profesionales.

A día de hoy son casi 2.500 las mujeres que tras superar un cáncer han presentado su candidatura para participar en el algunas de las nueve ediciones del Reto Pelayo.

En la quinta edición, Andes 2019, participó por vez primera una candidata mexicana, Rina Gitler. A medida que la iniciativa ha ganado notoriedad internacional, candidatas de otros países han comenzado a presentarse. Ya se han recibido candidaturas desde Alemania, Argentina, Andorra, Bélgica, Costa Rica, Francia, Italia, Japón, Marruecos, México, Países Bajos, Rumania, Suiza, Ucrania o Uruguay, entre otros.

La selección de expedicionarias del Reto Pelayo Vida ha tenido lugar en cuatro fases. La primera, la recepción de 463 solicitudes desde 9 países. Luego, realización de entrevistas para una primera selección de 40 candidatas.

La tercera, unas pruebas físicas a 18 finalistas en Sierra Nevada (Granada) en marzo 2023. Y la siguiente, desarrollo de técnicas de supervivencia en nieve y hielo a 7 finalistas en los Alpes franceses en abril 2023.

Una de las protagonistas, la cántabra Sonia Saiz, destacaba en entrevista a Efe tres días antes de partir que se encontraba «nerviosa pero deseosa» de comenzar este reto, que lleva preparando desde abril.

Saiz recordó los primeros momentos en los que entrenaban este tipo de retos con mochilas de 12 kilos –ahora llevarán hasta 25– y cómo la ha transformado esa preparación. «Ha sido dura», confesaba. La cántabra aseguraba tener «muchas ganas» de llegar al Circo de los Altares, un «mar de hielo» que las participantes disfrutarán hacia la mitad de la expedición.

El objetivo será hacer cumbre en el pico Gorra Blanca, donde Saiz tiene previsto «llevar la bandera de Cantabria» a la cima.

Esta atleta, nacida hace 38 años en Reinosa y enfermera de profesión, fue diagnosticada de cáncer de mama a finales de 2015, una noticia que dio un vuelco a su vida por completo.

Después de cuatro operaciones y casi dos años de quimioterapia, radioterapia y tratamiento hormonal, Saiz retomó el deporte, una de sus grandes pasiones cuando era pequeña, pero que dejó a un lado al llegar a la vida «adulta».

Del fútbol y el kárate que practicaba de pequeña pasó a hacer remo en la modalidad de Dragon Boat junto a otras supervivientes de cáncer, en el equipo Estelas Rosas. Y ahora comienza su próximo desafío vital.