Comunicación

Juanma Trueba: «La fiebre del link ha convertido el periodismo en otra cosa»

Después de pasarse toda la vida en la prensa escrita es la cara de un proyecto digital que acaba de nacer, alacontra.es

Juanma Trueba
Juanma Truebalarazon

Después de pasarse toda la vida en la prensa escrita es la cara de un proyecto digital que acaba de nacer, alacontra.es.

En el corazón del barrio madrileño de Malasaña un pequeño local acoge el nacimiento de un nuevo medio digital, alacontra.es, un página web que huye del periodismo de bufanda para hacer «periodismo feliz». La aldea de Asterix en versión multimedia. Juanma Trueba pone cara a un proyecto con muchas ideas, muchas manos y muchos corazones detrás. «Lo que pensaba cuando estaba en el ‘‘As’’ y también fuera es: con toda la gente de talento que conozco, lo que se podría hacer», dice. Y en eso están, en hacerlo.

–¿Por qué a la contra?

–Por lo insensato del proyecto, porque va en contra de la lógica. Te dicen que hay que tener un dinero inicial, un capital, unos inversores. Todo eso hay que tenerlo, pero también te resta independencia. Entonces preferimos hacerlo invocando otros factores como la ilusión, como el entusiasmo, como el talento de mucha gente que forma parte del equipo. No es el camino convencional, pero es un camino que nos puede llevar adonde queremos llegar.

–¿Es la única manera de hacer un periodismo libre?

–No sé si periodismo libre, que queda así como muy solemne, o periodismo feliz. Yo creo que si hacemos periodismo feliz va a llegar a la gente. Había que darse esa oportunidad. El periodismo ya hemos visto cómo está y ya hemos visto, además, lo que está generando la fiebre del link, el pinchazo, esa especie de degeneración que está convirtiendo el periodismo en otra cosa. La idea con la que partimos es la de no ofender nuestra inteligencia y no ofender la inteligencia del lector. Son dos cosas que a veces se están poniendo en riesgo.

–¿Les importa más la calidad que la cantidad?

–En las redes te encuentras las noticias y ya nadie sabe quién lo dio primero. La noticia ha perdido valor. Será una lástima o no, pero es el signo de los nuevos tiempos. ¿En qué puedes competir? En el análisis. En el análisis y la perspectiva. Y ser independiente te permite tener una perspectiva y hasta muchas perspectivas.

–¿Huirán del periodismo de bufanda?

–Creo que no acertamos cuando se decidió, hablo así en general, que los periodistas debían manifestar cuáles eran sus equipos favoritos. No nos ha traído nada bueno. El deporte, el tratamiento de la información deportiva ha copiado los modelos de la información del corazón. Es más información para gente que no es aficionada al deporte. A los aficionados lo que les apetece es que le digan qué es lo que ha pasado, no que le cuenten que en la liga iraní hay un muchacho que ha metido un gol con las nalgas.

–¿Se le da más importancia al fútbol de la que tiene?

–Probablemente le deberíamos dar la misma trascendencia que damos a la otra parte del ocio. Nos gusta el cine, pero no somos militantes de un determinado actor. A mí me encanta Scarlett Johansson, pero no soy militante y no llevo camisetas de ella. A lo mejor había que reajustar eso en nuestras cabezas. El fútbol es diversión, si lo convertimos en otra cosa está dejando de ser un juego y nos estamos equivocando.

–Ustedes unen deporte y ocio.

–Yo creo que no somos tan raros y me parece que hay mucha gente demandando algo así. Es una novedad unir deporte con entretenimiento, pero me parece que ya hemos superado al aficionado unidimensional, al hincha al que sólo le interesaba el fútbol. Yo creo que al aficionado al deporte le gustan el cine, las series, los viajes, la literatura...

–¿Nos ha superado la transformación del periodismo?

–Nos falta perspectiva, pero sí nos ha atropellado un poco desde el momento en que hemos pasado de vender algo a regalarlo. Al papel lo hemos dado por muerto antes de tiempo y los primeros que lo hemos dado por muerto hemos sido los periodistas, que no hemos apostado por ello. Creo que el periódico de papel tiene una vida como producto «vintage», que es algo que está muy de moda, y no hemos sabido darle ese carácter. Llegará un momento en que el periódico de papel será como llevar una barba de hipster, unas gafas de pasta, un casco de Vespa. Será algo que distinga. A futuro, y a futuro cercano, yo no concibo internet si no es pagando. No puede sobrevivir el periodismo de calidad si no es cobrando o pagando. En la música fórmulas como Spotify o Itunes funcionan perfectamente y van a más. Antes te podías descargar la música gratis, pero lo que le ofrece Spotify o Itunes te ahorra trabajo, te asegura la calidad, etcétera.

–¿Se trata de salir del periodismo a granel?

–Totalmente. Es tal el aluvión de noticias, que van tapando unas a otras, que te atropellan y no todo es interesante. Es curioso, en el momento de mayor cantidad de información creo que es cuando estamos más desinformados. Antes se tenían claras cuatro o cuarenta cosas. Ahora hay en duda 140 cosas, que nadie sabe muy bien si han ocurrido o no. Una de las labores del periodista es poner orden en ese caos.