Radio
Las acusaciones de machismo vuelven a arreciar contra la BBC
El sexismo ha vuelto a sacar, de nuevo, los colores a la BBC. Primero fueron los informativos y ahora son los programas de humor los que se han convertido en objeto de toda crítica al no contar con presencia femenina ni en el panel de presentadores ni en el grupo de invitados. El comité de diversidad cultural ha denunciado el desequilibrio de género en su último informe, aunque algunas de las cómicas más reputadas del país, como Victoria Word, ya se habían quejado en el pasado de no tener protagonismo en este tipo de espacios de «coto masculino». Danny Cohen, el director de la pública, prometió solucionar el problema «con urgencia».
Los problemas de sexismo llegaron en 2009 hasta la Cámara de los Comunes, cuando dos conocidas periodistas –Moira Stuart, de 59 años, y Anna Ford, de 65– acusaron a la cadena de discriminación al ser «invitadas» a dejar la casa para ser sustituidas por reporteras más jóvenes. A pesar de seguir soplando velas, sus compañeros varones conservaban sus sillas al aportar una imagen de credibilidad.
La emisora ya había recibido más de 2.000 quejas cuando la dirección decidió retirar a la mítica Arlene Phillips, de 66, como juez del programa «Strictly Come Dancing» («Mira quién baila» en España), para que su puesto fuera ocupado por la cantante Alesha Dixon, de 30 años. Por su parte, la reputada presentadora Jake Bakewell llegó a entregar en mano una carta al director general, Mark Thompson, en la que le advertía del peligro que suponía «cargarse» a una profesional en el momento en el que le salía un cabello blanco. «No salen en televisión mujeres con canas igual que vemos a hombres. Es como si hubiesen desaparecido totalmente. La ausencia de mujeres de cierta edad es dañina», criticaba.
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