Hábitos

¿Conduces con el brazo apoyado en la ventanilla del coche? Esto dice la psicología de ti

Los expertos señalan que puede revelar rasgos de la personalidad, más allá de ser una simple posición cómoda al volante

¿Conduces con el brazo apoyado en la ventanilla del coche? Esto dice la psicología de ti
¿Conduces con el brazo apoyado en la ventanilla del coche? Esto dice la psicología de tiFreepik

Cada persona al volante tiene sus pequeñas manías: los que cantan a pleno pulmón, los que no sueltan el móvil (aunque no deberían), o los que, casi por instinto, conducen con el codo fuera de la ventanilla. Este gesto tan común en carreteras y ciudades no es casual, y la psicología tiene algunas respuestas sugerentes sobre lo que puede revelar.

Detrás de esa postura relajada puede esconderse más que una simple búsqueda de comodidad. Según expertos en comportamiento, mantener el brazo fuera del coche es una señal de baja percepción del riesgo. Es decir, el conductor siente que domina completamente la situación y que no hay peligro alrededor. Esa autoconfianza, incluso cuando el tráfico parece tranquilo, reduce la atención y puede llevar a errores que, en ciertas circunstancias, resulten peligrosos.

Por otro lado, algunos psicólogos interpretan esta conducta como una forma de autoafirmación. Quien conduce de esa manera transmite, conscientemente o no, una sensación de control y calma. El cuerpo adopta una pose abierta, relajada, que intenta proyectar seguridad ante los demás, como si el coche fuera una extensión de su propio espacio personal.

También entran en juego factores físicos y ambientales. En días calurosos o en trayectos largos, muchos conductores buscan algo de ventilación natural.

Aunque pueda parecer una costumbre inocente, los especialistas advierten que el gesto no está exento de peligro. En caso de una maniobra brusca o un accidente menor, el brazo expuesto podría resultar lesionado. Además, tener una mano fuera limita la capacidad de reacción inmediata ante imprevistos.