Mascotas

Congelar pedigrí

En los bancos de semen canino se insemina artificialmente a los animales para que los dueños puedan «revivir el recuerdo de su perro»

El líquido seminal de un perro puede enfriarse y ser utilizado para inseminar artificialmente hasta cientos de años después de haberse obtenido
El líquido seminal de un perro puede enfriarse y ser utilizado para inseminar artificialmente hasta cientos de años después de haberse obtenidolarazon

En los bancos de semen canino se insemina artificialmente a los animales para que los dueños puedan «revivir el recuerdo de su perro».

El pedigrí es ese cotizado certificado que demuestra el abolengo de un pura raza. Ahora, quienes otorgan relevancia a esta información pueden conservarla en un recipiente congelado. En líneas generales, esta es la técnica que emplea el primer banco de semen canino instalado en España desde que Luis Fernández lo fundara en 2002. El equipo de veterinarios de Cryocel, especializados en técnicas de reproducción, ofrecen la posibilidad de preservar el esperma de un perro de forma prácticamente indefinida.

Este banco genético surgió «para dar respuesta a una demanda relevante por parte del sector de los criadores de perros, a quienes quisimos dar apoyo técnico y científico», explica a este diario el veterinario de Cryocel, Fernando Pérez. La inseminación artificial es el secreto de cualquier criadero de renombre, ya que supone una garantía indispensable para preservar el «pied de grue» (pedigrí) de sus animales y poder ser competitivo en un mercado tan estrecho.

De esta forma el dueño de un can de fama mundial puede sacarle esperma y vendérselo, tras 20 años, a un criador noruego. O congelar el semen que ha comprado para inseminar a una de sus hembras llegado el momento. Para facilitar el contacto entre criadores, la página web de Cryocel cuenta con su propio «catálogo», en el que los perfiles de los perros «donantes» se encuentran a disposición del visitante. Es el caso de Theo, un bichón maltés (una especie cuyo linaje podría resultar incluso faraónico) o el de Rembombory Trichet, el bulldog más premiado en la historia de esta raza a nivel mundial.

Estos ejemplares son «animales con alto valor genético», prosigue Pérez, «sementales que ha costado varias generaciones seleccionar». Y, en este sentido, la función primordial del banco genético es preservar la genética de los campeones. Además, mediante el envío de la dosis seminal también les evita los desplazamientos para las montas. Así, según Pérez, «se elimina el estrés de los viajes y la posibilidad de contagio por enfermedades de transmisión sexual».

El veterinario recuerda el caso de un semental de raza alemana muy reconocido en el mundillo, que falleció por una enfermedad mortal al poco de congelar su líquido seminal. De este modo, los bancos genéticos impiden que «los criadores pierdan un trabajo de entre 10 y 15 años», si el animal muere por circunstancias ajenas (por ejemplo, un accidente de tráfico o una enfermedad), situación límite que, admite, «ha sucedido en varias ocasiones».

Pero este servicio no es exclusivo para perros con solera: cualquiera con los recursos económicos necesarios puede congelar el semen de su mascota. «Se puede hacer con cualquier raza o perro mestizo, siempre que sea macho», bromea Pérez. Y es que, a esta clínica también han acudido familias con el deseo de conservar el semen de sus seres queridos. Por un lado, están «los dueños cuyo perro padece alguna enfermedad a la larga invalidante (como algunos tipos de cáncer) y, por otro, quienes han sufrido el fallecimiento natural de su mascota y quieren revivir el recuerdo de su perro a través de su propia descendencia».

Pero esto plantea la pregunta: ¿es posible extraer esperma de los testículos de un can ya fallecido? «Sí», responde el veterinario, «pero no con la concentración necesaria como para garantizar un 100% de eficacia». Esta posibilidad es ciencia ficción «por ahora», recalca.

Todas estas operaciones requieren de sumo cuidado. El semen es sometido a un completo examen de viabilidad tras el cual puede ser congelado con nitrógeno líquido para usarlo hasta cientos de años después de haberlo obtenido. La fecha de caducidad de su pedigrí será, prácticamente, «ilimitada».