Argentina

El inglés nos trae de cabeza

El 65% de los españoles tiene el nivel de un niño de Primaria. Países como Portugal, Argentina o México nos superan en cuanto al dominio de la lengua de Shakespeare. Entre los motivos están el doblaje y los profesores no bilingües

El inglés nos trae de cabeza
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El «relaxing cup of café con leche» de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, durante la decisión de la ciudad en la que se iban a celebrar los JJ OO ha calado. Risas, cierta vergüenza ajena, pero quien más y quien menos no tiene un nivel de inglés fluido, a pesar de que muchos pasan toda su vida aprendiendo inglés. Y, sin embargo, el nivel alcanzado nunca corresponde al tiempo de estudio. En concreto, hasta siete años dedicamos de media a estudiar inglés. Pero sólo uno de cada tres españoles se siente satisfecho con el nivel alcanzado, según una encuesta de la OCU. En algunos casos se podría decir que nunca se llega a aprender. De hecho, el 65 por ciento de los españoles tiene, como máximo, el nivel de inglés de un niño de Primaria, según un estudio de un portal de intercambio de idiomas recogido por Europa Press. ¿Por qué?

«Unas lenguas pueden ser más fáciles de aprender que otras porque comparten la estructura gramatical y fonética», afirma Guillermo Montt, analista de PISA de la OCDE, que asegura que «aprender un idioma es fácil». En este sentido, desde el punto de vista de un castellanoparlante la lengua de Shakespeare resulta difícil de aprender por los sonidos. «El español tiene una fonética sencilla basada en cinco vocales, mientras que el inglés tiene 20 sonidos que corresponden a sus vocales. Esto es una desventaja al aprender un idioma», explica Frank O'Connor, director de Estudios del British Council de Somosaguas, en Madrid.

Ahora bien, el problema no es sólo éste, ya que los argentinos y los mexicanos tienen un nivel medio de inglés, mientras que los españoles tenemos un nivel bajo, según el índice de nivel de inglés en el mundo elaborado por la escuela de idiomas EF.

El problema con el inglés se remonta tiempo atrás, a cuando Franco impulsó el cine doblado. En la actualidad, el problema continúa, y es una asignatura que se sigue arrastrando no sólo por el doblaje de la gran pantalla, sino también por el doblaje en los informativos y documentales. «El sistema educativo de los últimos 20 años ha sido nefasto con el aprendizaje del inglés. Y aunque se ha hecho un gran esfuerzo con la entrada del bilingüismo en las aulas, se sigue doblando al presidente Obama cada vez que habla en vez de subtitularlo», hace hincapié Rafael Rivas, de Interway, que asegura que en los últimos tres años se ha incrementado en un 30 por ciento la demanda de inglés para adultos.

Y este esfuerzo de los centros bilingües podría no ser suficiente. «Tradicionalmente los españoles nos incorporamos muy tarde al aprendizaje de una lengua extranjera, en este caso en inglés. Los niños son capaces de entender el significado de las palabras (aun en distintos idiomas) mucho antes de que puedan hablar. Si los niños reciben esta información de manera continuada serán capaces de incorporar el segundo idioma como propio mucho más fácilmente», explica Montaña Cámara Hurtado, directora de Cursos para Extranjeros de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, y profesora titular de la UCM.

Hurtado explica que «a partir de los tres años empiezan las barreras psicológicas, miedo al ridículo, vergüenza al hablar inglés, por lo que para evitar que éstas supongan un freno para el aprendizaje del idioma conviene empezar antes».

Pasado este tren, «una mayor oferta y costumbre de cine en versión original ayudaría muchísimo. Tenemos el ejemplo de Portugal, donde ésta es una práctica habitual. Además, el disponer libremente de cadenas de televisión extranjeras también ayudaría», añade. Prueba de ello es que Portugal está en el lugar 15, nivel medio, según el índice de nivel de inglés de EF, mientras España está en el 24.

Ahora bien, también es cierto que «en Portugal la enseñanza bilingüe empezó antes, en 1997», según los datos facilitados por Ileana Izverniceanu de la Iglesia, portavoz de la OCU, que añade que «cuando empiezas a estudiar otro idioma desde pequeño, tienes la mente más estructurada para aprender un tercer o cuarto idioma».

Pero ¿el bilingüismo en las aulas es suficiente? «Se están haciendo esfuerzos importantes desde las administraciones públicas para que la situación cambie, pero esto es algo que necesita tiempo, constancia en los esfuerzos y muchos medios. No se puede pretender una enseñanza bilingüe si el profesorado que lo imparte no domina la lengua extranjera. Y el esfuerzo debe ser continuado desde la etapa escolar básica, Bachillerato e incluso Universidad. Es muy triste constatar que un gran número de nuestros universitarios, incluso en estudios relacionados con las ciencias de la salud o la tecnología, no dominan la lengua inglesa y necesitan utilizar textos científicos traducidos para poder aprender las materias correspondientes», hace hincapié Cámara.

Ya es el momento de convencernos de que el «inglés no es una asignatura, sino una herramienta que se utiliza cada día», concluye O'Connor.

La mayoría miente en el Currículum

Poner nivel intermedio de inglés en el currículum vitae y tenerlo es prácticamente como tirarse piedras en el proceso de selección para un trabajo, ya que la mayoría de los españoles «no dice la verdad» acerca de sus conocimientos de la lengua, según un estudio del portal Intercambio de Idiomas. Las encuestan reflejan un nivel más bajo. De ahí que pocos de los que mienten superen a posteriori las entrevistas en inglés durante el proceso de selección. «La mayoría de los españoles, un 42 por ciento, reconoce tener un nivel básico, frente al 32 por ciento de los portugueses. Y tan sólo el 8,7 por ciento de los españoles asegura tener un nivel alto de inglés, frente al 18,7 de los portugueses», según los datos facilitados por la OCU, que reflejan que nos estancamos en niveles básicos e intermedios. Y los encuestados podrían haber inflado también su nivel de inglés, ya que según otra encuesta del CIS, hecha dos años antes, el 65, 2 por ciento ni lo habla, ni lo escribe ni lo lee, a pesar de que el 81 por ciento aseguró