Operación Policial

El crimen de la maleta: Un asesino de libro

El hombre que apuñaló al subinspector de Policía en Valencia publicó tres libros con un preso condenado por matar a tres personas. Se conocieron entre rejas. «Escribimos sobre crímenes porque es un género muy popular en Suecia. Siempre es bueno escribir sobre cosas que uno conoce», afirma a LA RAZÓN Ricard A. R. Nilsson

El crimen de la maleta: Un asesino de libro
El crimen de la maleta: Un asesino de librolarazon

El hombre que apuñaló al subinspector de Policía en Valencia publicó tres libros con un preso condenado por matar a tres personas. Se conocieron entre rejas. «Escribimos sobre crímenes porque es un género muy popular en Suecia. Siempre es bueno escribir sobre cosas que uno conoce», afirma a LA RAZÓN Ricard A. R. Nilsson

Pierre Danilo Larancuent, así se llamaba el individuo que apuñaló y asesinó a Blas Gámez Ortiz, subinspector del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia, y que es sospechoso del crimen de la maleta. De nacionalidad sueca, y aún con domicilio en su país, según las páginas telefónicas del país, allí se le conoce más como Pierre D. Larancuent. Un individuo que escribió al menos tres libros con Ricard A. R. Nilsson, que fue condenado por el asesinato de tres hombres (les mató de un tiro en la cabeza), por intento de robo y por portar armas (dos pistolas, un revólver y llevar municiones). Los hechos ocurrieron el 2 de septiembre de 1999.

Eso es lo que llevó a Ricard a ingresar en prisión. Fue allí donde conoció a Pierre Danilo Larancuen. Según los blogs y periódicos suecos, Pierre ingresó en el penal de Kumla por un delito muy grave de tráfico de estupefacientes, hecho por el cual fue condenado en 2003 a 14 años de prisión. Un extremo que la Policía española no confirmó a este periódico al no constar antecedentes en España. Aunque, según fuentes próximas al caso, Pierre Danilo sí tenía antecedentes fuera de nuestro país.

Este periódico se puso ayer en contacto con Ricard A. R. Nilsson, que confirmó que se conocieron en prisión. «Hemos sido vecinos de celda en dos prisiones diferentes durante casi cinco años. Era una persona muy amable e inteligente, y era uno de mis mejores amigos», afirmó a LA RAZÓN.

Al preguntarle sobre por qué estaba en Valencia cuando Pierre sigue teniendo domicilio en Suecia, explicó que «creo que estaba allí de vacaciones». De hecho, en el perfil de Facebook de Pierre Danilo se le puede ver en una imagen en la ciudad, su seguimiento a páginas del tipo «Follar en Valencia», así como un comentario positivo sobre un establecimiento de artes marciales en Buenos Aires.

«La última vez que hablé con él fue el pasado 5 de septiembre». Ricard Nilson, que no da más detalles sobre lo que se dijeron, explica que Pierre Danilo Larancuent «tenía un historial de enfermedades psiquiátricas». Hecho sobre el que Ricard, a la hora de explicar los hechos, escuda a su amigo: «No hubiera hecho algo así si no estuviera enfermo». «Tenía trastorno bipolar», añade.

Este periódico volvió a preguntarle sobre cómo pudo apuñalar hasta quitarle la vida a un gran subinspector de la Policía, así como si le ve capaz de mutilar a una persona, a lo que Ricard respondió: «Nunca me dijo que quisiera hacer algo así». «Jamás hubiera pensado que sería capaz de hacer algo así», insistió.

No sólo fueron amigos de celda. Les unió su pasión por la escritura. De hecho, fue entre rejas cuando empezaron a escribir primero artículos, y después varias de sus obras, como la novela criminal «Män utan Nåd» («Hombres sin Piedad») y «Med döden som skugga» («Con la muerte de sombra»).

Se repite siempre un género: «Nosotros escribimos sobre crímenes porque es un género muy popular en Suecia». Acto seguido, y a pesar de haber negado segundos previos que Pierre pudiera hacer algo así si no fuera porque estaba enfermo, afirmó: «Siempre es bueno escribir sobre cosas que uno conoce».

Aunque también podría haber escrito sobre historia, ya que Pierre, durante su estancia en la cárcel, «estudió en prisión y obtuvo dos títulos universitarios, uno en Sociología y otro en Historia. Era joven cuando ingresó en la cárcel y al salir decidió pasar la mayor parte de su tiempo con su familia. El año pasado publicamos nuestro último libro juntos (el tercero). Desafortunadamente, su enfermedad psiquiátrica tomó el «asiento del conductor».

Ésa es la excusa que pone en todo momento Ricard, pero no hay que olvidar que su amigo Pierre asestó varias puñaladas al subinspector del grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de la Policía en Valencia, Blas Gámez Ortiz, hasta acabar con su vida, cuando iba a hacer gestiones junto a un compañero en relación con el hallazgo de un torso de un hombre con heridas de arma blanca que estaba entre bolsas de basura en el interior de una maleta hallada por un vagabundo en una vía próxima. Y Pierre es, por tanto, sospechoso del crimen de la maleta, aunque la Policía «aún no descarta ninguna hipótesis».

Respecto al torso, «El Levante» adelantó que se trata de Alberto Enrique V. F., un peluquero de 42 años que tenía un establecimiento en el centro de Valencia, y cuya identificación fue posible gracias a que su hermana reconoció el tatuaje que tenía Enrique entre la ingle y el pubis.

Por otra parte, ayer, representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, encabezados por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; de Justicia; responsables de la Generalitat Valenciana y del Ayuntamiento de Valencia; compañeros y ciudadanos despidieron ayer a Blas Gámez, según informó Efe. En un acto íntimo celebrado en la Comisaría de Zapadores, al que no tuvieron acceso los medios de comunicación, Zoido condecoró a título póstumo al agente con la Medalla de Oro al Mérito Policial, un reconocimiento que se suma a otros anteriores, como la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco o la Medalla a la Dedicación al Servicio Policial de 2012. En total, el subinspector contaba con 83 felicitaciones públicas.

Su literatura entre rejas; por Miguel Mielgo

«Hombres sin piedad»

Es una novela basada en hechos reales que les han sucedido a los demás presos dentro de la cárcel. Aseguran que esta novela tiene su parte de ficción pero utilizan documentos reales que demuestran las ilegalidades que comenten los que tienen el poder y el mal funcionamiento del sistema jurídico en Suecia. Cuentan el maltrato sufrido por un preso iraní que había sido deportado y esperaba a ser expulsado del país. Es el crimen y la vida en prisión. Son las reglas se aplican en el submundo de los presidiarios

«Con la muerte de sombra»

La segunda novela se basa en una serie de asesinatos de mujeres que la Policía no puede aclarar. Todas las víctimas aparecen con el corazón atravesado con una cruz. Un hecho que según los psicólogos demuestra que la víctima ya no es amada por el asesino obsesionado por ellas. Aunque se habla de una supuesta biografía de uno de los autores, es más la fantasía. Una de las mujeres consigue huir mientras la policía no puede protegerla. Sólo su padrastro, miembro de una banda criminal, interviene para ayudarla pero no consigue detener al asesino. La prensa llama al asesino ficticio de este libro «kärleksbödelen» (El verdugo del amor)

«Cuando triunfa la injusticia»

Trata de lo que pasa dentro de la cárcel. Es una colección de tres relatos novelados de estilo de los dos libros anteriores, que los autores aseguran se basan en hechos reales sobre lo que sucede dentro de los muros del penal. Policías y guardas de prisiones maltratan a presos y son maltratados. Sentencias basadas en dudosas pruebas. Presos que violan a otros presos. Es una visión de un mundo es una parte real de la sociedad sueca. Un mundo donde la injusticia prevalece con demasiada frecuencia.