Historia

Marbella

El turismo británico lleva los bolos ingleses al Mediterráneo

Francis Drake, el temido corsario inglés del siglo XVI, fue capaz de aplazar su ataque a la Armada Invencible española por acabar una partida de bolos. Ahora, sus compatriotas juegan esas partidas en las costas españolas e incluso tienen clubes como el de Los Gallardos (Almería).

"Tenemos tiempo de acabar la partida. Luego venceremos a los españoles", dijo un Drake que tenía bastante claras sus prioridades antes de lanzarse a por la Armada Invencible que estaba atacando Plymouth.

Jugar a los bolos ingleses, o sobre hierba, es una tradición británica que se remonta a varios siglos y que hoy en día sigue vigente, ha traspasado fronteras y ha cruzado el canal de La Mancha para adentrarse en la Europa continental.

Una práctica deportiva que, en España, se localiza principalmente en zonas costeras y turísticas y que atrae a un buen puñado de visitantes ya no solo británicos sino también franceses o alemanes, en su mayoría jubilados.

En Los Gallardos (Almería) se encuentra Almería Lawn Bowling Club, uno de estos clubes de bolos sobre hierba, hasta donde algunos de estos viajeros llegan en oleadas sobre todo en el invierno para pasar largas estancias de hasta cinco o seis meses disfrutando de las temperaturas más suaves que ofrece este rincón del sureste español.

Existen operadores británicos que, del mismo modo que ofertan vacaciones de golf, también realizan vacaciones de bowling. Con la mezcla de turismo y bolos ingleses nació el cámping de Los Gallardos y, con él, Almería Lawn Bowling Club, explica David Jackson, actual encargado de las instalaciones después de que sus padres montaran el complejo en los años 90 del siglo pasado.

La familia de David llegó de Gloucester (Reino Unido) siendo él tan joven que incluso cursó estudios en el instituto de Vera y trabajó por su cuenta en Marbella o Irlanda antes de regresar a Los Gallardos con 25 años.

Fue entonces cuando se hizo cargo del cámping, situado en este municipio del levante almeriense del que apenas unos kilómetros lo separan de otros puntos de gran avalancha de turistas extranjeros, como Mojácar o Bédar.

El complejo turístico está enfocado principalmente para ingleses, aunque también llegan ciudadanos de otros países europeos. En él, se trabaja mucho el turismo de grandes caravanas que se compran y dejan de forma permanente en las instalaciones para su uso y disfrute en la época vacacional.

Además de 250 caravanas de este tipo, el cámping dispone de 125 parcelas de acampada tradicional, restaurante-bar y el campo de bolos sobre hierba.

La práctica de los bolos ingleses se parece más a la petanca que a los bolos americanos, quizás los más conocidos en España. Se trata de un juego de estrategia en el que no hay bolos para derribar y sí un boliche al que aproximarse lo máximo posible.

Se diferencia de la petanca en que la bola no se lanza, sino que se desliza sobre la hierba, que en el cámping comenzó siendo natural aunque en los últimos años, tras una ampliación, se ha cambiado a artificial.

En Los Gallardos juegan a los bolos sobre hierba los 150 socios del club, más otros aficionados que llegan desde municipios cercanos. Hay quienes se acercan desde Albox o Cantoria, pueblos del Valle del Almanzora, a casi 50 kilómetros de distancia, expresamente para jugar a "lawn bowling".

Los socios organizan sesiones de prácticas o campeonatos contra otros clubes próximos o incluso de la Costa Blanca o la Costa Brava. Eso sí. Hay un requisito: hay que vestir de blanco impoluto. Quizás por la cualidad de este color para aportar tranquilidad y calma.

Como la que tenía Drake.